miércoles, julio 17, 2013

Dimisión

El primer ministro de Luxemburgo, Jean Claude Jancker, dimitió este mismo mes de julio por las irregularidades durante años por parte de los servicios secretos del país. Las escuchas afectaron al propio Jancker y al jefe del Estado, el gran duque Enrique. Jancker era el primer ministro europeo que más tiempo llevaba en su cargo, nada menos que 18 años.

También en este mes ha dimitido el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Seiji Maehara. Aceptó una donación de 50.000 yenes, el equivalente a 435 euros, procedente de una ciudadana coreana. La legislación de su país prohíbe recibir donaciones de ciudadanos extranjeros. Maehara llevaba en el cargo desde septiembre de 2010, y con anterioridad había sido ministro de Transporte.

En febrero de 2012 renunció a su cargo Chris Huhne, ministro de Energía británico. El motivo de su renuncia fue que se inició su procesamiento por una infracción de tráfico cometida en 2003, que intentó ocultar y después negó que se hubiera producido. Huhne superó los límites de velocidad, fue sorprendido por un radar, y pidió a su mujer que asumiera la infracción para que no le retiraran a él el carnet de conducir.

Liam Fox, ministro de Defensa británico, dimitió en octubre de 2011. Lo que le llevó a tomar esa decisión fue el escándalo que se generó tras descubrirse que su amigo y padrino de boda, sin ningún cargo oficial que lo justificara, le acompañó en 18 viajes oficiales al extranjero y mantuvo con él 22 reuniones en el Ministerio sin justificación oficial.

La dimisión de la ministra de Educación alemana, Annette Schavan, llegó en febrero de 2013. El motivo, la decisión de la Universidad de Düsseldorf de anular el título de doctora de Schavan por las acusaciones de plagio en su tesis. Ocupó el cargo de ministra durante casi dos legislaturas completas. En marzo de 2011, otro ministro alemán dimitió por el mismo motivo. Karl Theodor zu Guttemberg fue desposeído de su doctorado en Derecho por la Universidad de Bayreuth.

Allá por el año 1993 dimitió el ministro presidente de Baviera, Max Streibl. El detonante de su marcha fue que había aceptado que un amigo empresario le costease unas vacaciones en Brasil y en Kenia. Ese hecho no constituía delito, pero la presión social ante un comportamiento que se consideró inapropiado acabó provocando su dimisión.

En mayo de 2008 dimitió el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Maxime Bernier. Adoptó esta decisión al reconocer que que se dejó olvidados unos documentos confidenciales de la OTAN en el domicilio de su entonces compañera sentimental, que además había sido en el pasado miembro de la asociación de los Ángeles del Infierno.

Petr Necas, primer ministro checo, dimitió el mes pasado tras verse salpicado por un escándalo de espionaje ilegal y corrupción en el que poco antes había sido detenida su jefa de gabinete, Jana Nagzyoba, acusada de abuso de poder por espiar a la esposa del primer ministro saliente. Necas llevaba en el cargo desde 2010 y se le conocía dentro de su partido como Don Limpio. El anterior jefe del Gobierno, Mirek Topolanek, dejó el cargo tras perder una moción de censura planteada por sus críticas a judíos, homosexuales y la Iglesia y tras ser fotografiado desnudo y en compañía femenina en una de las fiestas de Silvio Berlusconi.

En otros países, la gente dimite. Spain is different. Dimisión ya.


3 comentarios:

Celia dijo...

Me da vergüenza a veces ser de un país con tan poca vergüenza y tan acomodado que sólo unos pocos se mueven.

El Impenitente dijo...

De todos los casos que has citado, no hay ninguno ni italiano, ni portugués, ni griego ni, por supuesto, español. Mi padre dice que la culpa de todo la tiene el aceite de oliva. Y empiezo a pensar que tiene razón.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Celia, es, efectivamente, una vergüenza. Pero ahí seguimos.

Impenitente, esos también han dimitido pero por razones más vinculadas a la crisis que a sus errores, por eso no los he puesto. Si indagáramos más, seguro que habría alguna dimisión así...