miércoles, enero 16, 2013

Entrevistas comerciales, Tarantino desencadenado

Voy a caer en una de las miles de trampas que parece poner el mundo del espectáculo para que hablemos de sus productos. Quentin Tarantino está a punto de estrenar en España su última película, Django desencadenado. Y como parte de la promoción para ésta, la distribuidora organiza entrevistas con su director y sus actores. Bienvenidos al show. No me detendré ahora en el escaso valor que tienen estas entrevistas en las que siempre se vende la mejor película de la historia (un consejo: para saber lo que piensan de verdad los protagonistas de la producción de un filme, comprad el DVD, Blu-Ray o lo que venga después con la edición conmemorativa del décimo o vigésimo aniversario, porque ahí, cuando ya sean todos multimillonarios, suelen contar la verdad), sino en la actitud con la que se encaran. Y para ello, Quentin Tarantino desencadenado (lo siento, en inglés y sin subtítulos).

Sólo con ver el vídeo, incluso sin haber entendido nada, veréis que es obvio que el viejo Quentin está muy mosqueado. Os resumo la secuencia. El entrevistador le pregunta por la violencia en sus películas y la relación con la vida real. Y Tarantino se pone muy nervioso y le dice que no quiere hablar de eso, que no va a contestar a preguntas de ese tipo sencillamente porque no quiere, porque "no soy tu mono y no puedes obligarme". "Estoy aquí para vender mi película. Esto es una (entrevista) comercial para la película, no te equivoques", le dice. Vale. Prescindamos de la posibilidad de que la entrevista esté preparada de alguna forma para que acabe así, sea con la aquiescencia de una o de las dos partes, sea para que se hable de la película y se vendan más entradas o para que la audiencia del programa televisivo en que se emita tenga una audiencia superior. Vamos al "no te equivoques".

Me apasiona la entrevista, ese género en el que un periodista charla con alguien que tiene ideas, argumentos, pensamientos valiosos que transmitir. Pero detesto las entrevistas dirigidas. No me gustan pantomimas como la que se orquestó con el Rey y Jesús Hermida como protagonistas, porque no dicen absolutamente nada, son notas de prensa interesadas, son pactos de "yo te pregunto esto y tú me respondes aquello". No hay preguntas, no hay diálogo. Hay mensajes programados. Pero tampoco me gusta que el entrevistado crea que el entrevistador es sólo un medio de sacar algo en su propio beneficio, que es lo que le dice Tarantino. Le dice que él está ahí para vender su película y nada de lo que le pregunte el periodista que no le ayuda en ese propósito será atendido o respondido. No me interesan esas entrevistas y no me interesan esos personajes. Estamos demasiado acostumbrados a que las entrevistas sean dirigidas de esa forma y es un grave error.

Lo malo es que es una rueda viciosa. A mí me encantaría hablar de asuntos serios con Tarantino, pero Tarantino seguramente no me daría una entrevista si no está promocionando una película, y a mí no me interesa hacerle preguntas fáciles y previsibles que le interesen para que me cuente lo bonito que ha sido rodar la película en cuestión y venda lo gran director que es. Quiero hablar de su trabajo, de la industria, de la vida, pero no entiendo por qué tengo que hacerlo en sus términos. El periodista soy yo y yo decido cómo hago las preguntas. Es mi trabajo. Lo demás es prepotencia y soberbia. Lo gracioso es que estoy de acuerdo con Tarantino en que no veo ninguna asociación entre la violencia en el cine y la violencia en el mundo real, defiendo que lo que hay en una pantalla es ficción y que si un tipo está perturbado no necesita la excusa de una película para provocar una tragedia. Pero su forma de defender esa posición me parece lamentable y triste, y su despreción al trabajo de la persona que tiene enfrente es deleznable. Y muy habitual, por desgracia.

Ah, se me olvidaba. No soporto a Quentin Tarantino como director. Ya lo he dicho.

7 comentarios:

Speedygirl dijo...

Y mientras sean entrevistas comerciales de pelis, pues mal, pero tira qué te va... pero ¿las ruedas de prensa de temas políticos importantes, en las que no están permitidas las preguntas? Eso ya es el colmo! Si quieren un mono de repetición que se vayan a un circo!

Doctora dijo...

A mí me suelen abochornar estas movidas, pero me ha hecho gracia el momento "Yo he venido aquí a hablar de mi libro".

Estoy totalmente de acuerdo en que las entrevistas no deben ser pactadas, porque si no parecen un discurso entre dos, pero voy a romper una lanza en favor de Tarantino.

No me mola su estilo, tan nervioso y prepotente, pero creo que está en su derecho de no querer responder. Luego la cosa se va de madre, pero no me mola que el entrevistador insista con el tema, parece que busca jaleo, tocarle las cosquillas a Tarantino para que explote. Si haces una pregunta y el entrevistado te dice que no quiere hablar de ese asunto pasas a otro y ya está.

Al final Tarantino tiene razón, es una simbiosis, él va a hablar de su peli y lograr publicidad y la gente del programa logra audiencia porque sacan a Tarantino. Si fuera una entrevista en plan personal, hablando de toda su trayectoria o de su vida personal pues vale, pero el entrevistador sabía a lo que había ido.

Anónimo dijo...

El colmo sería que, efectivamente, se tratara de una entrevista preparada para vender la película. Y ahí está en Youtube donde la verán millones de personas.
La violencia es la marca del cine de Tarantino. Una violencia superficial, sin ir al fondo de su origen o de sus consecuencias. Una violencia gratuita. POr eso crea polémica. Y publicidad. Y por eso tenemos el derecho a sospechar de la entrevista. Es un vendedor. También lo es Spielberg en otro sentido.
A mí Tarantino me sorprendió con Reservoir dogs, me interesó con Pulp Fiction (su cine es tan pulp como la literatura popular así llamada, muy interesante en muchos casos) le aguanté en Jackie Brown, y me aburrió a partir de ahí. Lo de Malditos Bastardos es infumable en mi opinión, que la tengo aunque esté equivocado porque he visto casi todo de él.
La entrevista es uno de los géneros periodísticos más agradecidos y, al mismo tiempo, difíciles. Requiere una gran documentación. Para hacer preguntas y repreguntas hay que estar preparado. Lo que vemos por nuestras televisiones no son tales.
Completamente de acuerdo en lo que dices sobre entrevistas y entrevistadores.
Un saludo

Juan dijo...

Me encanto tu blog! Interesante entrada!
Yo, ahora no solo escribo, sino que también hago video blogs,
acá te dejo una pequeña muestra de mi primer trabajo: http://youtu.be/8UOPFzbGwdQ

Un beso y que sigas muy bien!!!

-Hombre Utópico.

Celia dijo...

como he dicho en el otro blog, me gustan sus peliculas, pero el como persona no me gustan nada de nada.
Si fuera una persona inteligente (y ese final no estuviera pactado) podría haber contestado perfectamente esa pregunta sin dejar mal a su película , incluso con un poco de ingenio hubiera podido hasta generar curiosidad sobre la misma.
Pero el que no da para mas no da para mas... y este señor es un prepotente que no ve mas allá de su nariz.

manipulador de alimentos dijo...

El personaje de Quentin no me interesa. Y ya que viene a defender su película: una decepción 'Django', no me esperaba un clásico pero sí una película más divertida. Apenas aparecen esos diálogos crujientes marca de la casa, y como siempre, qué pena que sus pelis estén tan vacías. ¿Cuándo encontrará messieur Tarantino algo para lo que tan bien sabe hacer: contar? Un saludo!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Speedygirl, eso es sangrante... Pero yo lo tendría claro. Si no aceptan preguntas, no cubro la rueda de prensa. Punto. Así aprenderían.

Doctora, sí, ha sido todo muy Paco Umbral... Claro que está en su derecho de no responder, pero es evidente que uno no se puede esconder de una pregunta así si hace el cine que hace. No lo juzgo, simplemente es violento y él lo sabe. Es lógico que le pregunten por él. Y, sí, es una simbiosis, pero no me gusta. Por eso suelo esquivar esas entrevistas promocionales...

Anónimo, estoy de acuerdo contigo, la entrevista como género es fascinante pero se hacen pocas como tendrían que hacerse. A mí Tarantino me perdió antes, sólo me interesó Reservoir Dogs...

Hombre Utópico, gracias, espero sacar tiempo para devolverte la visita...

Celia, coincido mucho contigo... A mí no me gustan sus películas y él tampoco. Hay mil formas de contestar a una preguntar, incluso de no contestarla, sin necesidad de montar este show.

Manipulador de alimentos, a mí tampoco me atrae como personaje. Tampoco como cineasta, aunque creo que salvo una he visto todas sus películas (información tengo, está claro...).