lunes, noviembre 28, 2011

¿Dónde está el presidente electo...?

El pasado día 20, España habló. En democracia, en las urnas y mayoritariamente. Lo celebré, por supuesto, como lo hago cada vez que una elección es el medio por el que todos podemos expresarnos (y a pesar de que antes de la cita parecía que, con el tema de los indignados, nadie valoraba ese proceso...) aunque el resultado estuviera lejos del que me hubiera gustado. El PP ganó las elecciones con mayoría absoluta, sobrepasando ese límite que no me termina de convencer y que nunca me ha convencido, lo tuviera Felipe González, José María Aznar o ahora Mariano Rajoy. No es del todo exacto por el sistema de elección que tenemos en España, pero Rajoy se convirtió el domingo en el presidente electo, a la espera de ser ratificado en el Congreso de los Diputados y, después, por el Rey, que para eso es el Jefe del Estado. Han pasado ocho días de aquello. ¿Y dónde está el presidente electo? ¿Dónde está Mariano Rajoy? Imagino que estará trabajando, o eso dicen, pero fiel a su estilo de hacer política, ese que tan poco me gusta, no se ha dirigido a los medios de comunicación desde la noche electoral, cuando habló de su victoria, y a los ciudadanos desde que habló sólo para los suyos desde el balcón de la calle Génova.

¿Me gusta? No. ¿Lo entiendo? Tampoco. No no creo que sea lo que tiene que hacer, cuando tanto habló en campaña (y precampaña) de aquello de generar confianza. ¿Sabéis lo que habría hecho yo? Anunciar el Gobierno esa misma noche de borrachera victoriosa. O, como muy tarde, el lunes. Al menos, sus principales ministros, si se quiere guardar cartas (¿para qué, si tiene mayoría absoluta?) para la sesión de investidura. Eso sí que hubiera dado confianza, eso sí que hubiera sido un golpe de efecto, eso sí que hubiera sentado las bases del futuro y eso sí que habría demostrado que Rajoy estaba listo para gobernar con un equipo capaz. Pero no ha sido así. Es más, a día de hoy no sabemos quién va a formar parte del Ejecutivo. Ni tan siquiera en quién recae la dirigir las finanzas del país. Tampoco sabemos qué va a hacer el futuro Gobierno. Preciso, seguimos sin saberlo porque en campaña poco nos contaron. Sí, hemos visto a Rajoy paseando en las inmediaciones de la calle Génova, dicen que se ha reunido con quienes dirigen un par de bancos y algo se empieza medio a decir de alguno de sus planes. Pero, en realidad, no sabemos nada de Rajoy desde que ganó. Es más, curiosamente estamos hablando más estos días del PSOE que del PP. Más de quien va a dirigir a los socialistas (una parte de España) que de quien va a dirigir a todos los españoles.

Tiene su gracia, desde luego. Si uno fuera un malpensado y no un ingenuo, creería que, simplemente, ya han conseguido todos lo que querían y no hace falta seguir hablando. A saber. Los españoles, el cambio (a mí no me gusta agarrarme al cambio por el cambio, necesito más razones y desde hace demasiado tiempo vengo diciendo que Rajoy y sus escasísimas explicaciones no me motivan a pensar que será a mejor, pero respeto lo que diga la mayoría. Es la democracia, vaya...). El PP, las sillas del poder (todas, de hecho; y, en serio, tiemblo sólo de pensarlo, y no ya por una cuestión ideológica o de preferencias, sino de confianza y pragmatismo. Si se equivocan... ¿quién nos saca de eso?). La prensa de derechas (sí, esa que es infinitamente más influyente que la de izquierdas), ya tiene a los suyos mandando, con todo lo que eso comporta. Ya no urge nada. El país ya no se está hundiendo. El paro ya no parece tener la misma importancia. La economía española ya no parece estar en riesgo. Ya no hay que tomar medidas urgentes e imprescindibles. Ahora lo importante es qué va a hacer Rubalcaba, de si Chacón está legitimada para dirigir el PSOE, de si tiene que haber primarias entre la militancia de base socialista o de lo que piensan Felipe González o Alfonso Guerra de todo esto. ¿Poder político en España de todos estos tras el 20-N? Ninguno. ¿De los que no se hablan? Lo tienen todo. Sigo con miedo. Pero si alguien ve a Rajoy, por favor, decidle de mi parte que le estoy buscando...

7 comentarios:

Camilo dijo...

Zapatero ganó las elecciones el 14 de marzo de 2004 y dio a conocer su gobierno el 17 de abril. Un mes y tres días después. Las circunstancias tampoco eran particularmente propicias para la parsimonia. Desde la victoria electoral Rajoy se ha reunido con Zapatero, ha conversado con todos los líderes europeos... Antes se pedían 100 días de tregua a partir de la toma de posesión. Ahora no esperáis ni a que prometa el cargo.

Lola dijo...

Seguro, Juan, que sus motivos tendrá y yo los respeto. Voto de confianza por mi parte. Un abrazo LolA

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con Petrarca...

Desde mi desencanto con la política y los políticos, sin embargo creo que los que llegan no lo harán peor que los que se han ido. ¡Démosle un margen, hombre!

Juan, también hay que preguntarse ¿dónde está el presidente saliente...? parece que está con la mente en el Valle de los Caídos.

Tristemente parece que lo más importante que incumbe a este país es qué hacer con los restos de Franco. ¿Por qué no lo hizo al principio de la primera legislatura, si esa era su voluntad?

Cuando lo pudo hacer, no lo hizo. Lo plantean ahora. ¿Por qué? creo que para: "morir matando".

En efecto: morir matando. "Hemos perdido las elecciones, pero vamos a empezar a hacer oposición a base de palos en las ruedas". "Pongamos en un brete a los peperos: si no secundáis esto... sois unos fachas" (como casi siempre, intentar que la gente asocie Franquismo y dictadura, con PP). La falacia de la herencia: unos herederos de los fascistas, otros, los herederos de la democracia.

Otro guiño en este sentido es elegir las elecciones para un 20-N(aunque, a su pesar, no les sirvió para arañar votos)

Un abrazo, Juanillo.

David (uno que no ha votado al PP, por cierto).

Anónimo dijo...

Pienso que lo que está esperando Rajoy es que la Merkel o quien de verdad dirija todo esto, le diga a quien puede poner y a quien no, ya que su madre no educó a un estupido y no quiere meter la pata y que lo saquen como al Berlusconi o al Papandreu, convirtiéndose en el presidente más efímero de la democracia española.
Dices que respetas la democracia y yo respeto que sea así, pero permíteme que te plantee mis dudas sobre que este $i$tema merezca tu respeto, ya que desde mi punto de vista lo que estamos viviendo es una democracia adulterada (comprada) por el poder del dinero. Más que democracia habría que llamarlo, dictadura del dinero.
Saludos
imagina

Anónimo dijo...

"Ni tan siquiera en quién recae la dirigir las finanzas del país", uno de los miles de gazapos que he encontrado en un rápido vistazo por tus blogs, por no hablar del abuso del paréntesis y un estilo de redacción bastante básico.

Revisa bien tus textos antes de publicar, eres periodista. Cualquiera podría pasar por aquí y ofrecerte trabajo, pero así no. Cuida lo que escribes, es tu mejor carta de presentación.

Sólo es un consejo. Saludos.

Horacio
Periodista-escritor-corrector

Anónimo dijo...

Horacio, debe saber ya que 'solo' solo se escribe con tilde cuando da lugar a confusión.

'Solo es un consejo' es un ejemplo de oración que no implica ambigüedad.

Las nuevas normas de ortografía, que todavía no se ha leído a pesar de ser corrector, ya están en la calle.

Un saludo,
Sergio

Juan Rodríguez Millán dijo...

Petrarca, creo que no me has entendido, y lo creo además porque con ese "esperáis" hablas de un grupo del que no formo parte. Lo que yo digo aquí no tiene nada que ver con los 100 días de gracia, entre otras cosas porque todavía no es presidente. Lo que digo es que quien tantas cosas ha dicho sobre el que está gobernando tenía una oportunidad, que creo que ha desaprovechado, de generar confianza desde el día uno a los ciudadanos, que es precisamente con quien no habla, o de evitar declaraciones contradictorias como ha habido desde su partido. ¿Por qué una crítica honesta se entiende como un ataque personal o partidario? No lo es.

Lola, por supuesto, ya te he dicho que me parece genial que se lo des porque crees en ello. Pero yo, ahora mismo, no termino de enteder tanto encierro, que entre otras cosas para mí agrava lo que no ha hecho en años. Pero tiempo al tiempo, por supuesto...

David, tampoco me parece bien que el todavía presdiente esté igualmente desaparecido. En todo caso, a día de hoy ya me parece más importante tener controlado a quien tiene potestad para gobernar durante los próximos cuatro años y no a quien le queda menos de un mes. En cualquier caso, ya sabes que me encanta la discrepancia razonada y el debate.

Imagina, estamos totalmente de acuerdo en que la democracia está adulterada. Pero, del mismo modo que dije con el 15-M, yo prefiero arreglar la democracia desde la decracia, porque creo que puede tener arreglo, de verdad. Llámame ingenuo, pero creo que se pueden arreglar cosas respetando las normas.

Horacio, te doy la bienvenida y te agradezco el consejo, pero, no acabo de adivinar tus intenciones. Igual es que se me escapan matices, pero te confieso que me sorprende que des tanta importancia a mis errores, erratas o gazapos, que aquí habrá de todo por mucho que intente evitarlos, viendo cómo está la profesión y el trabajo que se hace en medios de comunicación importantes. Este blog no llega a las cien visitas por entrada y no me gano la vida con lo que aquí lees. Y aunque, por supuesto, trato de escribir lo más correctamente posible se me pueden escapar cosas. Releo todo lo que publico, pero si eres corrector bien sabrás que es difícil ver algunas de los gazapso en los que uno mismo incurre. ¿"Miles"? No lo sé. No creo que sean tantos y te digo sinceramente que el hecho de que uses esa palabra me hace dudar de tus intenciones. En cualquier caso, es cierto y soy consciente de mi abuso con los paréntesis. Me suelen gustar y lamento que no se usen más, pero puede ser que yo los use demasiado.

Sergio, agradezco mucho tu comentario, siempre los agradezco, y me encanta que la gente esté atenta al modo correcto de escribir. Aunque haya errores, esa forma de comportarnos ante un texto es lo que ayuda a mejorarlos.