Al parecer, ahora hay preocupación por que los sucesores en esos cargos los pueda nombrar el propio Rubalcaba y no el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Al parecer, ahora molesta que Rubalcaba presente ideas propias que no ha puesto en práctica Zapatero porque, dicen, tendría que haberlas propuesto antes. Al parecer, ahora es reprocharble que el candidato del PSOE no hable de cuestiones del partido en La Moncloa. Al parecer, ahora se puede cuestionar que el anuncio de quién será el candidato del PSOE para las elecciones generales se comunique desde Ferraz y no desde La Moncloa, por mucho que el PSOE anuncie sus temas y el Gobierno los suyos y aunque lo haga la misma persona.
José María Aznar anunció el 30 de agosto de 2003 que Mariano Rajoy sería el candidato del PP a las elecciones generales de 2004. Fue designado como tal el miércoles 3 de septiembre. Dejó de ser vicepresidente primero y ministro de la Presidencia el 4 de septiembre. Quedaban siete meses para las elecciones generales. Entonces, a diferencia de ahora, no hubo esta campaña de descrédito y reproche diciendo que fuera demasiado tarde para nombrar al candidato y exigiendo que éste saliera del Gobierno. Entonces, a diferencia de ahora, parece que no era problema que Rajoy fuera desginado candidato del PP siendo todavía oficialmente vicepresidente y ministro.
Entonces, a diferencia de ahora, se consideró normal que Aznar y Rajoy estudiaran conjuntamente los cambios en el PP y seguramente en el Gobierno. Entonces, a diferencia de ahora, se consideró como una muestra de gran dirigente político que el sucesor anunciara que iba a hacer lo mismo que el sucedido sin presentar ideas propias. Entonces, a diferencia de ahora, Rajoy como portavoz del Gobierno sí hablaba de la sucesión del PP desde La Moncloa en las ruedas de prensa posteriores a los Consejos de Ministros. Entonces, a diferencia de ahora, no se montó escándalo alguno por el hecho de que el anuncio del candidato del PP se filtrara desde la estructura de Moncloa y de que el aparato del partido estuviera tan fusionado con el del Gobierno.
No puede ser que a unos se les consienta lo que a otros no. No puede ser que tanta hipocresía pase desapercibida. No puede ser, cuando las hemerotecas están ahí, las puede consultar cualquiera y comprobar lo que era verdad entonces y lo que es verdad ahora. Y no puede ser, no, que la gente siga creyendo que PP y PSOE se portan igual en estos al parecer nimios detalles democráticos. No puede ser que esté escuchando a Rajoy y a los suyos criticar algo de Rubalcaba que el mismo dirigente popular hizo peor en su día. En aquella época, Génova y Moncloa estaban fusionados y no podíamos criticarlo con la misma libertad con la que ahora se censura, con o sin razón, cualquier otra cosa del Gobierno. Ahora, lo del PSOE se ha anunciado en Ferraz, lo del Gobierno se ha hecho en Moncloa. No voy a dejar de aplaudirlo por mucho que en estos días la gente te mire con recelo por aplaudir algo que huela a socialista.
2 comentarios:
Leyendo tu articulo me se hace el culo pichicola.
Dame un beso barbas.............
"Satustregui", tú mismo...
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