lunes, marzo 31, 2008

Sólo nos acordamos de la Justicia cuando falla

El triste y lamentable caso de la pequeña Mari Luz demuestra lo masoquistas que somos en este país. Nunca nos importa nada, nunca trabajamos para que los problemas se solucionen, pero cuando algo grave sucede se multiplican las quejas. Todos ponemos el grito en el cielo. No hay nadie que no se pregunte cómo es posible que pueda pasar algo así. Casi todos se han formado ya una opinión de quién, al margen del asesino, es el culpable de que esa cría no esté en casa con su familia.

A tenor de lo que ya se ha publicado, lo más probable es que fuera una serie de fallos en cadena, achacables a muchas personas e instituciones, lo que permitió que el miserable Santiago del Valle estuviera en la calle, cuando debía estar en prisión, y tuviera la desgraciada ocasión de acabar con la vida de una niña pequeña. Pero los implicados han adoptado dos posturas: o bien eluden toda responsabilidad o bien se la achacan a otro. Y así no se evitan los males.

Lo triste de este asunto es que se olvidará. No se va a conseguir que los juzgados compartan información. No se va a crear un registro central en el Ministerio de Justicia. Los funcionarios no van a ser más responsables en su trabajo. Los jueces no van a vigilar mucho más el funcionamiento de sus juzgados. Si acaso, todos actuarán de forma más responsable durante los próximos seis meses. Después se olvidará. Hasta que se produzca un nuevo escándalo de este tipo. Y entonces toda esta perversa rueda comenzará a girar.

No es éste un fenómeno propio de la Justicia, ni mucho menos. Creo que todos podemos relatar casos de compañeros de trabajo que eluden su responsabilidad. Un negligencia periodística acabará con una información falsa o equivocada. Una en la construcción, con un obrero muerto. Una médica, con una muerte inesperada. En la administración de Justicia, con un criminal en la calle. Hay diferentes grados de responsabilidad, pero siempre hay responsabilidad al hacer un trabajo. Pero nadie quiere verlo hasta que sucede una desgracia. "¡Qué más da!", es la frase que a todos estos negligentes irresponsables les encanta pronunciar. Hasta que da, y cuando da nadie se hace responsable.

Siempre he pensado que las cosas son mucho más fáciles de lo que parecen. Si un juzgado no se permitiera el lujo de dejar sin cubrir una vacante de 43 días por enfermedad, si un funcionario no dejara para más adealnte la ejecución de una orden que tiene sobre la mesa, si un juez controlara el cumplimiento de sus autos, si las autoridades judiciales compartieran la información que tienen, si el Consejo General del Poder Judicial fuera de verdad el órgano de control de los jueces, si el Ministerio de Justicia entrara a fondo en la resolución de los problemas, quizá, y sólo quizá, todo esto no habría pasado. Pero ha pasado. ¿Por qué? Que no se olvide por qué ha pasado todo esto.

Otro apunte totalmente distinto sobre este caso. Ahora se ven imágenes de hace unos años de quien está acusado de asesinar a Mari Luz, haciendo declaraciones a programas de televisión, diciendo que él jamás abusaría de su hija, quejándose de lo fácil que es acusar a alguien sin pruebas o incluso amenazando con demandar al Estado. A ver si los medios de comunicación hicieran de una vez autocrítica y dejaran de dar el micrófono a personajes como poco sospechosos. Primero se investiga lo que se va a difundir y después se difunde. Qué fácil es que un personaje culpable se defienda en televisión y consiga simpatías de la gente. Qué fácil es hacer un programa cuando no se contrasta nada de lo que se emite. Qué fácil y qué triste.

Y un apunte más sobre este caso. Un oyente que llamó hace unos días a un programa de Radio Nacional propuso que el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia se le concediese a Juan José Cortes, padre de Mari Luz. Todas sus declaraciones desde que desapareció su hija han sido un canto a la tolerancia, a la justicia y de respeto al sistema. Podría haber reclamado venganza, violencia y sangre. Muchos le hubieran entendido, e incluso apoyado. Pero no lo hizo. Y con el dolor que tiene que suponer la muerte de una hija, sus palabras son aún más ejemplarizantes. Quizá va siendo hora de que unos premios como aquellos bajen a la tierra y premien el coraje, la entereza, la dignidad y el saber estar de una persona corriente, de la calle.

sábado, marzo 29, 2008

I Love P2P

Encuentro esta foto en Internet y me veo obligado a declararme de acuerdo con el autor de la pintada. Adoro el sistema de intercambio de archivos en Internet. Y no me importa lo que diga la SGAE o un grupo de artistas ventajistas y aprovechados. Siempre pensaré que Internet y estas redes de intercambio son el mayor difusor mundial de cultura que jamás se ha creado. Gracias al famoso Emule, he tenido la oportunidad de leer cómics publicados en los años 30, de ver series inéditas en España, de escuchar discos que por su carácter minoritario jamás podría comprar en un gran almacén español y de acceder a documentales que nunca verán la luz comercialmente en este país.

Sigo creyendo que se equivoca quien ve en Internet un enemigo. Cuando bajo algo y me gusta, lo acabo comprando (si tengo la oportunidad; insisto en que hay mucho material cultural, de todo tipo, que no llega nunca a España, y eso también debiera tenerse en cuenta; ¿a quién le estoy robando al bajarme un episodio de una serie de Spider-Man de 1967 emitida por Fox Kids en Estados Unidos?). Debieran ser los propios artistas los que impulsaran el comercio en Internet a precios justos (¿de verdad alguien cree estos programas tendrían tanto éxito si un DVD no costara 24 euros o un CD 20?), pero prefieren llorar y acogerse al famoso canon. Hay que seguir viviendo de las rentas, claro. Y de los recopilatorios, y de ediciones lamentables de películas con más de 20 años de antigüedad, y de tantos otros fraudes al consumidor.

Leo que el famoso canon digital, según un cálculo realizado por CC OO, podría costarnos a los españoles en 2008 un mínimo de 225 millones de euros, cantidad que podría incluso cuadruplicarse en función de diferentes variables. Nunca entenderé ese cobro preventivo de un impuesto, asumiendo que todo el que usa sistemas de copia o grabación es, por defecto, un pirata peligroso. No entiendo por qué tengo que pagar un canon por utilizar un DVD para guardar mis fotos o por comprar un disco duro para almacenar mis documentos. No lo entiendo. Y no lo entiendo porque este asunto sólo ha preocupado cuando los artistas ven que pueden sacar dinero. ¿Alguien protestaba por las copias ilegales cuando todos nos hacíamos nuestros cassettes con canciones grabadas de la radio? No. Entonces no había mercado para sacar pasta.

Y entonces leo otra noticia ilusionante. El Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid ha rechazado una demanda presentada por Lauren Films, Manga Films, Twentieth Century Fox, Walt Disney , AGEDI, EGEDA, y SGAE (la omnipresente SGAE) contra una web que ofrece información sobre la ubicación de los archivos que sus usuarios pueden descargar de redes de intercambio de ficheros. Y recuerda el juez que si no existe lucro, no hay responsabilidad penal. Sigamos difundiendo la cultura. El cine, el arte, la literatura, la música, el cómic y tantas otras disciplinas necesitan llegar a todos los rincones del mundo para mucho más que pagar las lujosas mansiones de algunos autodenominados artistas.

Por descontado que tienen derecho a ganar dinero por su trabajo, faltaría más, pero no a engañarnos como lo hacen. Me indigna escuchar a artistas que se sienten desangrados por el intercambio de archivos en Internet, cuando son gente que tiene un tren de vida elevadísimo (al que el consumidor de su obra, el currante de a pie, jamás podrá aspirar), que, al final, se preocupan de todo menos de su obra, de esa que dicen defender tanto con sus acciones. No concibo la existencia de un artista que, por encima de todo, no desee que su trabajo llegue a cuanta más gente mejor. Y los de hoy desprecian a la gente y sólo se preocupan de su cartera. Excepciones hay, claro. Las de los músicos que ofrecen su música en Internet, las de escritores que rechazan el pago de un canon por el uso de las bibliotecas. Con ellos me quedo.

Y, definitivamente, I Love P2P.

miércoles, marzo 26, 2008

Premiado con un Brillante

Esto de los premios ya se sabe cómo es: tremendamente injusto. Pero el caso es que me han dado uno. Noelia me acaba de conceder uno desde su Devezencuandario. No ha sido para este Mundo Peculiar, no, sino para La Sala de Cine. Dice Noelia que aquel es un blog indispensable para los amantas del cine... y exagera, claro. Pero no por exagerar se va a librar de mi enorme agradecimiento, que pongo aquí en lugar de en mi blog cinéfilo porque lo veo más apropiado.

El caso es que las normas de este premio obligan a premiar al menos a otros siete blogs. Y a eso voy. Si considero injusto recibir un premio, mucho más darlo. Pongo siete pero podría poner muchos más, porque muchos más son los que visito casi a diario para leer lo que tenéis que contar. Son muchos más los que me gustan, los que tengo como páginas de referencia por uno u otro motivo. Y es que sois muchos los que ofrecéis cosas interesantes y los que tenéis mucho que decir.

Mis premiados son (y van por orden alfabético para que nadie se me mosquee...):

Arual es una de las voces más sinceras (y la sinceridad es una cualidad que admiro mucho) que he encontrado por la blogsfera. Escribe sobre lo que siente, sobre lo que piensa, sobre lo que defiende, sobre lo que le interesa, y ahí destacan sus series de televisión y sus películas, tema del que me encanta debatir con ella. Es tan racional como pasional, tan seria como divertida. Y, sin conocerla en persona, tengo ya unas ganas de que llegue junio y nos cuente una gran noticia...

Bebita, colega de profesión, dice en su perfil que es “una chica como todas”. Y no se lo cree ni ella. Leyendo uno tiene claro que es especial. Y lo esl por lo que sueña, por lo que ríe, por lo que llora, por lo que ama y por lo que vive. Siempre sabe escoger un vídeo, una imagen o una canción que va de maravilla con lo que nos está contando. Y sabe escoger con mimo las palabras que utiliza para propagar su sonrisa, esa con la que siempre va vestida...

Críptica es uno de mis descubrimientos más recientes en la blogsfera. Lees lo que escribe y luego miras la edad que tiene y alucinas. Qué cabeza tiene para ser una mujer de 23 años. Sabe lo que dice y dice lo que siente. Sabe razonar, cualidad que adoro. Y la poesía parece parte indisoluble de su vida. Si encima te recibe en su blog con una mirada tan bonita como la suya, no hay forma de resistirse a lo que cuenta.

C.C.Buxter no actualiza tanto como nos gustaría a todos los que le leemos (y aya sabemos que la culpa la tienen los libros y su oposición, por lo que perdonarle es muy sencillo), pero siempre tiene algo interesante que decir. Siempre. La historia, la justicia, la política, el cine y la vida en general son temas frecuentes en su Ciudad Dorada. Escribe muy bien, con cuidado y con cariño. Y por eso da gusto leerle.

Mara es un torrente de sensaciones y sentimientos. Escribe sobre ella misma pero podría estar hablando de nuestras propias vidas, así de fácil es sentirse identificado con una mujer que, por encima de todo, es una buenísima persona. Es admirable la capacidad que tiene esta sevillana, colega de profesión, para contarnos lo que lleva dentro, lo que esconde su alma, lo que tiene dentro de un inmenso corazón. ¿Es un hada o es Audrey Hepburn? En cualquier caso, es un ser adorable.

Noelia tiene rasgos de Mara (y Mara de Noelia; ellas mismas se lo dicen en sus comentarios y tienen toda la razón del mundo), pero voy a ser original para hablar de su blog. Usando referencias culturales, musicales, sobre todo literarias e incluso taurinas, se va conociendo poco a poco a una mujer estupenda. También colega de profesión (y van tres), lo que sorprende es que se decantara por la imagen teniendo tal don de palabra escrita. Algún día me firmará un libro escrito por ella y me concederá una entrevista, que ya tengo apalabrada, no creáis...

Petrarca se coló en mi vida bloguera debatiendo conmigo sobre política. Bueno, debatiendo y diciendo casi siempre lo contrario... Y es que no solemos coincidir, pero siempre es un placer leer sus comentarios. Porque respeta las opiniones y defiende las suyas. Su blog profundiza mucho más en la (su) vida, en los (sus) sentimientos, en el (su) cine y en muchas cosas más. Es una auténtica caja de sorpresas, es impredecible saber qué tema va a tratar cada día. Y gusta porque sorprende.

Ahí van las normas de este premio:

* Al recibir el premio, se ha de escribir un post mostrando el premio y se ha de citar el nombre del blog o web que te lo regala y enlazarlo al post de ese blog o web que te nombra ganador.

* Elegir un mínimo de siete blogs (pueden ser más) que creas que brillan por su temática y/o su diseño. Escribir sus nombres y los enlaces a ellos. Avisarles de que han sido premiados con el premio "Brillante Weblog".

* Opcional. Exhibir el premio con orgullo en tu blog haciendo enlace al post que tú escribes sobre él.

domingo, marzo 23, 2008

Impunidad

Uno de los aspectos que menos soporto del periodismo actual es la impunidad con la que se puede decir cualquier clase de barbaridades. No lo soporto y me preocupa. Antaño, esta noble profesión a la que tanto quise dedicar mi vida profesional se basaba en buscar hechos para conocer la verdad. Ahora hay demasiada gente que tiene una verdad preestablecida y se dedica a buscar los hechos y las afirmaciones más asombrosas que cuadren en esa verdad, por muy falsa que sea.

Ayer acabé viendo algunos minutos del debate sobre la guerra de Irak que se entabló en el programa La noria, de Telecinco. Entre las muchas barbaridades que escuché, barbaridades que no soportarían el juicio de cualquier persona cabal (al margen de su ideología; a los radicales de derecha habría que decirles que en la izquierda hay personas cabales y a los radicales de izquierda que hay personas cabales en la derecha) y que, ni mucho menos, serán capaces de soportar el juicio de la historia, hubo una que sobresalió por encima de todas las demás. "Posiblemente, en Irak hay armas de destrucción masica. Lo que pasa es que no las han encontrado". El autor de esa afirmación, de la que dijo solemnemente responsabilizarse, es Carlos Dávila (en la foto), el recientemente nombrado director de la revista Época.

Cinco años después de la guerra de Irak hay gente que mira ese episodio de la Historia como algo positivo (por la desaparición del régimen del tirano Sadam Hussein) y hay quien lo mira por el lado negativo (por el altísimo coste en vidas humanas, que nadie se ha molestado siquiera en contabilizar con rigor, y por el altísimo coste monetario y sus consecuencias en la economía mundial). Yo soy de los segundos. Quitar del mapa a un dictador no puede ser excusa para tan elevado precio. Pero, dada mi concepción del debate, soy capaz de escuchar y entender los argumentos de unos y de otros, esté de acuerdo con ellos o no. Lo que parece claro es que, a estas alturas, defender con seriedad que en Irak hay armas de destrucción masiva roza la locura. Está probado (y admitido por sus autores) que se falsearon las pruebas sobre esas armas que Colin Powell presentó ante Naciones Unidas. Nadie utiliza ya este argumento. Se habla de la caída de Sadam o de la lucha contra el terrorismo para defender esa guerra. Pero Carlos Dávila es distinto.

Dávila juega con ventaja. Primero porque, hábilmente, coloca ese "posiblemente" en su lapidaria frase. Se agarrará a él por el resto de sus días, ya que no se encontrarán nunca unas armas que jamás existieron. Pero supongamos que un buen día le da por reconocer su error (¿Error...? No se llama error cuando hay voluntad de decir lo que se está diciendo aún sabiendo que no es real, ¿verdad...?) y, aunque sea a regañadientes, admite lo que casi todos los que están implicados en estos hechos ya han admitido, que lo de las armas era una falacia para tratar de convencer al mundo de la conveniencia de esta guerra. Llegados a ese punto, ¿cómo asumirá este periodista la responsabilidad adquirida al lanzar esa proclama? ¿Escribirá una rectificación en el medio en el que esté? ¿Dimitirá de sus cargos? ¿Se retirará de la profesión? ¡Qué fácil es hablar cuando se goza de esa impunidad!

Inventar la realidad es lo más triste que puede hacer un periodista. Pero vivimos en una sociedad que deja impune las afirmaciones falaces que se hacen desde los medios de comunicación. Quizá gente como Carlos Dávila debieran preguntarse por qué la de periodista es una de las profesiones que peor valoración tienen entre los españoles. Si es que no puede ser de otra manera ante episodios como éste... Y mientras tanto, los periodistas de verdad, a seguir entristeciéndonos con la realidad de nuestra profesión, y a seguir luchando por dignificarla. Aunque sea un poquito.

jueves, marzo 20, 2008

Karma

Me han prestado (y ya he terminado de ver) la primera temporada de una serie norteamericana titulada Me llamo Earl. La premisa de la serie es bastante sencilla. Un raterillo de poca monta (Earl, en la foto) descubre el concepto del karma, tras perder un billete de lotería por valor de 10.000 dólares tras ser atropellado por un coche. Por ello, elabora una lista con todas las cosas malas que ha hecho a lo largo de su vida y se dedica a arreglarlas. Si haces cosas buenas, te pasan cosas buenas; si haces cosas malas, te pasan cosas malas. Y como respuesta su buena voluntad, el billete de lotería le cae de nuevo en los pues. El karma ha actuado y ya tiene dinero para llevar a cabo su meta vital: su lista.

Earl simplifica hasta el extremo la teoría del karma (según varias religiones orientales, una energía metafísica invisible e inmedible que se deriva de los actos, las palabras y los pensamientos de las personas) pero le funciona a las mil maravillas. Episodio tras episodio va tachando cosas de su lista. Desde romper una parada de autobús o no pagar impuestos hasta fingir su propia muerte para romper con una chica o amañar un partido de fútbol americano para ganar una apuesta. Nada es demasiado grande o demasiado pequeño para la lista de Earl. Y el karma le recompensa siempre.

Hasta que llega un episodio en la que se topa con un tipo que, aparentemente, rompe sus creencias sobre el karma. Es un hombre de éxito. Jefe en su empresa, con dinero, con una mujer espectacular. Lo tiene todo. Y en realidad es un mal tipo. Tiránico con sus empleados, engaña a su esposa con una amante, roba en su puesto de trabajo. No deja de hacer cosas malas. Pero no le suceden cosas malas. Y eso vuelve loco a Earl. No se puede creer que el karma que tan bien le ha funcionado a él no se aplique a esta persona. Todo un reflejo de la vida real. Porque, ¿cuántas malas personas conocemos todos que tienen suerte en esta vida? Y al revés, ¿cuántas personas increíblemente buenas no consiguen lo que de verdad se merecen por mucho que lo intenten?

Sobra decir que al final del episodio, el karma actúa como tiene que hacerlo. Earl sigue viviendo cosas buenas porque hace cosas buenas y este despreciable tipo se enfrenta a su destino, acaba en la cárcel y se queda sin mujer y sin amante. ¿Es así la vida real...? ¿Al final el karma funciona...? Hay tanta gente por ahí suelta que no deja de hacer cosas malas que parece increíble que quien domine el karma no haya mandado ya unos cuantos de sus guardianes para hacer justicia... Suelo creer en la justicia divina, aunque más para los que actúan con maldad que para quienes se merecen todo tipo de buena suerte en su vida. Pero el karma ahora mismo debe estar de vacaciones. No sé si celebrando la Semana Santa (o pagana, a gusto del consumidor...) como la mayoría de esta España que, decían, estaba al bordel del cataclismo económico (¡ja!), pero seguro que de vacaciones sí está...

La serie que ha provocado esta entrada, por cierto, es bastante divertida y recomendable para pasar un rato desenfadado. Me han dicho que la segunda temporada baja algo el nivel, pero a ver si le puedo dar una oportunidad prontito.

miércoles, marzo 19, 2008

Cinco años y varios miles de muertos después

José María Aznar, ex presidente del Gobierno español: "No todos los problemas están resueltos, pero la vida de los iraquís es más fácil que con Sadam. Pueden participar en elecciones, hablar libremente... Existe libertad, la posibilidad de establecer una democracia, mayor seguridad. No es una situación idílica, pero sí una situación muy positiva".

George W. Bush, presidente de los Estados Unidos: "El éxito que estamos viendo en Irak es innegable. Expulsar a Sadam Hussein del poder fue una buena decisión, y este es un combate que América puede y debe ganar".

Esto es lo que estos grandes líderes del mundo libre tienen que decir cinco años después de la infame foto de las Azores. Después de cinco años. Después de varios miles de muertos (como a nadie le importa contar los muertos civiles iraquíes, las cifras oscilan entre los 82.000 y los 600.000; los soldados americanos y de otras nacionalidades sí se cuentan y ya van más de 4.000 fallecidos). Después de varios miles de millones despilfarrados en una guerra ilegal y absurda (entre uno y cuatro billones de dólares, gastados sólo por el Gobierno norteamericano). Después. Porque antes nadie quiso pensar en las fatales consecuencias que tenía dar la orden de atacar.

¿Eso es todo lo que tienen que decirnos después de cinco años? Mejor podrían haberse callado. Lo que dicen provoca la nausea cada vez que echamos un vistazo a un país que, día tras día, se levanta con las noticias de un atentado que se ha llevado la vida de decenas de personas. Ni Bush ni Aznar se arrepienten de nada. En sus castillos, en las alturas de sus reinos, viven muy bien. Será que tan arriba no les llegan las noticias de los miles de muertos. De las miles de vidas sesgadas. ¿Libertad? ¿Es libertad mirar siempre a todos lados buscando a un terrorista que pueda acabar con tu vida? ¿Esa es la libertad que Bush y Aznar ven en Irak? ¿Esa es la situación "muy positiva", el "triunfo innegable"?

Aznar vinculó para siempre el nombre de España a esa vergonzosa foto de las Azores, que los libros de historia pondrán en su sitio dentro de unas décadas. Digan lo que digan, Zapatero devolvió a este país parte de su dignidad al sacarnos de allí, al centrar la ayuda española en el desarrollo de Irak, no en su invasión, nunca en la colaboración con una guerra que no contó con el apoyo de Naciones Unidas, sino que fue un invento unilateral de Bush.

Escuchar ahora a Aznar proclamarse orgulloso de lo que hizo sólo tiene dos explicaciones. O es tan inconsciente y tan poco inteligente que sigue engañado por unas pruebas que ya todo el mundo sabe que se falsearon, o es un cara dura insensible e indeseable que buscaba "salir del rincón de la historia" sin importarle las consecuencias. En ambos casos, un tipo realmente peligroso, alguien que, afortunadamente, ya no ocupa cargo alguno en representación de España. Alguien a quien, por desgracia, seguiré oyendo de vez en cuando, pero al que ya nunca escucharé. Nunca jamás.

martes, marzo 18, 2008

Anotaciones

Cuando hago un viaje largo en tren, me llevo una buena provisión de libros. Si la película que ponen no me llama la atención, me zambullo en la lectura y puedo pasar así prácticamente todo el viaje. Ir a San Sebastián en tren es, para eso, una gozada. Fueron seis horas y media de ida y cinco de vuelta. Me llevé conmigo tres libros: El portero, de Reinaldo Arenas; La noche del cazador, de Davis Grubb; y Algún amor que no mate, de Dulce Chacón. Muchas horas leyendo, sólo interrumpidas a las horas de las comidas y para ver una película que tampoco me entusiasmó demasiado, Un corazón invencible. Y es que no acabo de soportar mucho a Angelina Jolie, pero me apetece ver la historia de aquel periodista asesinado en Pakistán, Daniel Pearl.

No soy un comprador habitual de libros. Cuando leo es, normalmente, porque me prestan ejemplares o, la mayoría de las veces, porque recurro a las bibliotecas públicas. Eso quiere decir que hay amplias posibilidades de encontrar en los libros prestados anotaciones de las personas que los han leído antes. Y es una experiencia curiosa. Muchas veces encuentras comentarios que te ayudan en la lectura, que te la enriquecen. Yo no hago anotaciones, no soy capaz de concentrarme tanto en la lectura de un libro como para anotar mis impresiones. Pero le doy mucho valor a la gente que sabe hacerlo (si se pasan por cierto Devezencuandario que tengo enlazado a la derecha, encontrarán -de vez en cuando, claro- brillantes comentarios sobre libros que nacen en forma de anotación).

El caso es que cuando empecé a leer Algún amor que no mate, vi que uno de los lectores que había cogido prestado ese libro con anterioridad dejó sus anotaciones en las páginas del volumen. Pero no fueron nada brillantes, me temo que no. La primera anotación la encuentro en la frase que abre la novela. "Hace años que no hago el amor". Y el preocupado lector escribe al lado: "Sin sexo". Parecía evidente, sí... La segunda anotación llega seis páginas después. ..."porque es un insustancial". Recuadro en la palabra "insustancial", una flecha y la anotación del lector: "sin sustancia, sin nada".

Después de esas dos anotaciones, el preocupado lector decidió que, para anotar eso, casi mejor era no anotar nada. Y no hay más anotaciones en todo el libro. Afortunadamente...

lunes, marzo 17, 2008

Yo no llevaría a un niño al fútbol

"Una salvajada. Lo definió muy bien Joaquín Caparrós. El botellazo que Armando recibió ayer en pleno rostro en el Ruiz de Lopera fue brutal. Nos quieren robar el fútbol. La locura se apodera de algunos campos. Algo va rematadamente mal cuando al Athletic le esperan mil personas hora y cuarto antes del partido para llamarles hijos de puta y terroristas. Cuando al técnico de Utrera le mandan al otro barrio en sus cánticos. Cuando el ambiente hostil te cala hasta los huesos. Cuando cualquier minucia del juego es una guerra. Cuando a los periodistas que siguen a los leones también les toca aguantar insultos e intimidaciones. Cuando la violencia de algunos provoca las cargas policiales. No había escapatoria en esa película de terror. El meta de Sopelana fuera de combate. Encuentro suspendido. Y como epílogo delirante, toda la prensa visitante tuvo que hacer el corto trayecto entre el estadio y el hotel en las furgonetas de la Policía Nacional. Ni los más veteranos acostumbrados al castigo en este feudo recordaban algo así. Muy triste. Después, las sanciones son cuestión de puntería. Pues aquí la tienen, ya son dos piezas con Juande Ramos.

(...) Apenas un par de centenares de metros separaban ayer el hotel del Athletic del Ruiz de Lopera. Dos mundos distintos. Los aplausos de un pequeño grupo de hinchas despidieron a los leones en su cuartel general. El que compartieron con el Cajasol de la ACB. Fue cruzar la línea y se desató la hostilidad en estado de puro. Casi un millar de seguidores esperaban para descargar su rabia. El autobús rojiblanco fue recibido con dedos en alto. Graves insultos para Caparrós, que había cargado baterías la noche anterior con la visita de sus hijos. El de Utrera fue el centro de atención. También algunos le señalaban desde la acera a Aitor Ocio al reconocerle. Pero había para todos, como ese soniquete de 'no son españoles, son hijos de puta'. El estribillo se repitió al inicio del choque. Y los jugadores del Athletic tenían que pasar en medio de ese follón. Un pasillo en el que tenían que aguantar estoicamente."

Estos son extractos de la crónica que Alberto García escribió para Mundo Deportivo del partido de fútbol que el sábado no pudieron terminar el Betis y el Athletic de Bilbao. Como todos sabréis, al porterto del Athletic le alcanzaron con una botella en la cara, de forma casi directa en su ojo derecho, y se suspendió el encuentro. El fútbol está enfermo. Pero no sólo por el botellazo. También por todas las escalofriantes situaciones que describe Alberto García en esas líneas, y que yo he vivido en alguna que otra ocasión desde el punto de vista del aficionado. Habrá quien se quiera seguir engañando, pero todo eso que se describe es mucho más habitual de lo que se publica. Insultos, odio, lanzamiento de objetos, agresividad sin límite, fascismo puro y duro. Le pasa a los equipos vascos, al Real Madrid en muchos campos, a todos los que tienen un derbi de máxima rivalidad deportiva, en categorías inferiores... Pasa en muchos sitios. En demasiados.

Llevo años diciéndolo, clamando en el desierto para que alguien ponga remedio a esta triste situación de no poder ir a un campo de fútbol a animar a tu equipo y disfrutar de un deporte tan maravilloso y bonito. La violencia rodea al fútbol sin que nadie haga nada por evitarlo. Es un síntoma de la enferma sociedad en la que vivimos. Todo vale para ganar. Y pisotear al de enfrente a veces está justificado. Además, cuando pasa algún desgraciado suceso como éste, se acaba olvidando. En el Ruiz de Lopera ya tumbaron a Juande Ramos cuando éste era entrenador del Sevilla. ¿Pasó algo? Nada de nada. Se siguen sucediendo los episodios. Y nadie hace nada. Yo sigo yendo al fútbol. Soy así de cabezón por naturaleza. Pero voy con miedo. Miedo a cruzarme con un energúmeno. Miedo a que se dé cuenta de que no soy seguidor de su equipo. Miedo a que tenga el día malo y lo pague conmigo o con los que van conmigo. Y por eso, yo hoy no llevaría a un niño al fútbol. Y me da una pena terrible.

miércoles, marzo 12, 2008

Barbaridades periodísticas, errores políticos

Deja muchas cosas que analizar la resaca de las elecciones del domingo. Y aunque los análisis normales nos tendrían que llevar a pensar en los partidos con los que pretende pactar Zapatero la investidura o los nombres de los ministros del segundo gobierno del líder socialista, lo cierto es que el follón montado en la derecha política y mediática da para mucho más. Y es que periodistas y políticos se han Afanado en estos dos días en cobrar protagonismo. Y, si no, vean...

El inasequible al desaliento Federico Jiménez Losantos ha arrancado la postcampaña con tanta fuerza que no me sorprendería que acabara con alguna que otra querella de la que defenderse en los tribunales. Todo empezó, precisamente, con una querella que ya arrastra, la que presentó contra él el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Un colaborador de Jiménez Losantos dijo que era una equivocación de Gallardón. La respuesta de Jiménez Losantos a ese comentario fue la siguiente: "Gallardón será un hijo de Satanás, pero de equivocarse nada. ¿El porqué lo hace? Lo hace para hacerse méritos ante los que le puedan llevar a La Moncloa".

Normalmente, sólo eso me dejaría sin palabras y sin calificativos. Pero es que dijo más. Reprochó a Gallardón que rindiera "pública pleitesía a Zapatero cruzando media provincia para saludar a Sonsoles, que cantaba, y cómo, en un corito hecho a medida de los beneficiarios de la masacre del 11-M". Pero queda lo mejor. Esto dijo del presidente (PRESIDENTE, se lo escribo en mayúsculas porque lo mismo no se ha enterado que lo era y lo seguirá siendo cuatro años más) Zapatero: "Como ha aprendido últimamente a fingir en los entierros y finge muy mal, no puedes creerle ni cuando se ríe". Cada día comprendo menos por qué la Justicia no actúa de oficio contra un profesional de la información que excede cada día y con meridiana claridad los límites de la libertad de prensa e información.

Me va a perdonar que le meta en la misma categoría, porque en el fondo no tienen nada que ver, pero lo de Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, también forma parte de las barbaridades periodísticas de estos días. El pasado viernes pedía directamente el voto para el PP de Mariano Rajoy y para la UPD de Rosa Díez. Después de las elecciones pidió la dimisión de Rajoy y consideró una gran equivocación que el líder popular quiera continuar al frente del partido al menos hasta las próximas elecciones generales. ¿Un director de un periódico pide abiertamente que se vote a alguien a quien dos días después quiere defenestrar? No me parece una posición responsable. Da la sensación de que estaba deseando que Rajoy sufriera un verdadero revés electoral pero, al mismo tiempo, pidió a sus lectores que le apoyaran.

Lo que acabo de decir de Pedro J. puede parecer una contradicción con lo que voy a decir de Rajoy, pero creo que podré explicarlo. Y es que creo que Mariano Rajoy comete un gran error continuando al frente del PP. Lo dije el lunes: el PP presentó una candidatura para ganar las elecciones. Y las ha perdido. Hace cuatro años, presentaba una candidatura para revalidar la mayoría absoluta que le legó Aznar. Y no consiguió ni siquiera ganar. Son dos golpes muy duros para alguien que se quiere presentar como alternativa de gobierno. Con el aval de una mayoría absoluta no consiguió convencer a los españoles de que debía ser el inquilino de La Moncloa. Tampoco lo ha logrado a pesar de dibujar una España destrozada a causa de Zapatero. No le valió la visión positiva en 2004, como tampoco le fue útil la negativa en 2008. ¿Qué cartas le quedan por mostrar? Ninguna en realidad. Sólo aferrarse al poder en su partido.
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Rajoy se escudó en que tanto Felipe González como José María Aznar alcanzaron el Gobierno en su tercera tentativa. Pero es que las circunstancias no tienen nada que ver. Para empezar, ninguno de los dos fue entonces candidato de un partido que estaba gobernando, como sí le sucedió a Rajoy. González llegó al poder tras tres elecciones, sí, pero las primeras fueron el comienzo de la democracia, donde era evidente que Adolfo Suárez, ya presidente del Gobierno, contaba con una enorme ventaja por partir desde el poder. Y Aznar encaró sus primeras elecciones sabiendo que era un marrón de colosales proporciones, que la victoria era imposible. Rajoy se ha presentado a dos elecciones y en las dos su objetivo era ganar, partiendo de una buena base, sobre todo en 2004. Si ahora quiere vender otra cosa, se equivoca.
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Ahora no parece probable que haya una candidatura alternativa a la de Rajoy en el Congreso de junio (¿por qué lo convierte en extraordinario adelantando su fecha si quiere seguir al frente del partido y considera que el 9-M le ha dejado un buen resultado? Algo no nos cuenta...). Esperanza Aguirre, que parecía la que más ansiaba el puesto, ha dicho que no se va a presentar. Y eso contrasta con lo que su número dos, Francisco Granados, había dicho, quizá postulando ya a Aguirre como sucesora: "Hay que tomar medidas porque cuando uno pierde por segunda vez hay algo que no está funcionando". ¿Un aitsbo de autocrítica? Enmudecido rápidamente. No hay autocrítica en el PP, todo se hace bien, tiene un gran equipo y su política es la mejor para el PP y para España. Gran error, desde mi punto de vista.
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Rajoy, en todo caso, puede tener una posibilidad de salvar la cara frente a los españoles. Tiene la misma posibilidad que tuvo en 2004. Si acaba con el aparato de partido que le dejó Aznar como herencia, puede tener una posibilidad. Si los Acebes, Zaplana, Pujalte, Astarloa y compañía, los defensores de la teoría de la conspiración del 11-M, los responsables de las mentiras de aquel atentado, los manipuladores de la cuestión etarra salen de la dirección del partido, puede tener alguna opción. Pero no creo que suceda. O, si sucede, será sólo parcialmente. Rajoy dice que no anunciará su equipo hasta el día de antes del Congreso de junio. Es decir, que tenemos cien días de incertidumbre. Una incertidumbre provocada por el propio Rajoy. Me da que él mismo no tiene nada claro lo que quiere hacer con el partido y de quiénes debe prescindir...
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Y llegamos al error que estaba temiendo (que, en realidad, daba por seguro que se iba a producir) y que caerá, por supuesto, en el olvido. Faltaba que un dirigente del PP dijera que la victoria de Zapatero tiene una de sus causas en el atentado de ETA. Pues ya ha aparecido un personaje así de indigno. El presidente popular en Orense, José Luis Baltar, comenzó hablando del 11-M, un atentado que "no era desde luego para beneficiar al PP, sino que pretendía un cambio en el Gobierno". Y continuó diciendo que el asesinato de un ex concejal socialista (SOCIALISTA, también lo pongo en mayúsculas por si no se ha enterado del partido al que pertenecía Isaías Carrasco) "algo quería decir también". "Aún así, no quiero manchar la victoria del PSOE, deberán hablar sobre esto los que tengan los datos", añadió a continuación. Da igual. El daño ya está hecho, la indignidad ya está pronunciada.

martes, marzo 11, 2008

Asombro eurovisivo

Todo el mundo habla de Eurovisión y del insólito participante que va a enviar España. Ayer salías a la calle y de cada cuatro conversaciones casuales que uno pillaba por Madrid, tres se referían a Rodolfo Chikilicuatre. Desde los que no salían de su asombro a los que llegaban a decir que "es lo mejor que mandamos a Eurovisión en muchos años" (frase que, por cierto, provocó más asombro entre un grupo de personas que, como yo, también pudo escuchar tan elevada crítica musicial).

No soy seguidor del programa de Buenafuente en el que suele aparecer el tal Chikilicuatre, aunque ya había oído hablar de esta ¿canción? Me meto en la web oficial del ¿cantante? para ver algo más sobre él. El mensaje de bienvenida no tiene desperdicio. "¡Gané!¡Qué locos, bródel!No decepcionaré en Belgrado, seré yo mismo. ¡Tabueno!", dice. Supongo que aquí está haciendo uso de su jerga habitual. Abstenerse puristas del idioma castellano, claro.

Sigo leyendo. "Sí, un día tuve un sueño. Yo tumbado al sol, en una playa desierta y enfrente de mí, una mulata bailando el Chiki chiki con las bragas en la mano. Pero al día siguiente tuve otro… Ahí estaba yo, un tipo de mundo pero sin mucho oficio ni beneficio, recién descubierto por un cazatalentos llamado Andreu Buenafuente, un chowman de éxito, que al igual que Hugo Chávez, sacaba en su programa todo lo que le venía en gana. Tras mi aparición en su chow, yo, Rodolfo Chikilicuatre, me convertía en un ídolo de masas aclamado por el público hasta tal punto, que al final me veía perreando y cantando el baile del Chiki chiki en una Gala organizada por TVE para encontrar el representante de España en el Festival de Eurovisión. Y ganaba… Y me iba a Belgrado. ¡Gracias, locos! ¡Tamasquebárbaro!". No he tocado ni una solo letra, ni una sola coma, de ese texto.

Lo confieso. No soy capaz de entender cómo alguien que no sabe hablar (o que hace que no sabe hablar; ¿realmente a la gente le importa la puntuación, la ortografía o la semántica? Serán cosas mías...) puede no sólo tener tanto éxito entre la gente sino representar a España en un concurso. Vale, es Eurovisión y en realidad no tiene la menor importancia. Pero alucino. De verdad. Aluciné hace unas semanas, cuando empezó toda esta parafernalia de la elección del representante para Eurovisión en MySpace y vi a gente bailando el Chiki-Chiki en un bar. Aluciné cuando me di cuenta de que iba en serio, que tenía opciones de ganar. Aluciné cuando ganó. Y hoy sigo alucinando.

Ya sé que el tal Rodolfo Chikilicuatre tendrá sus seguidores, pero a mí, qué queréis que os diga, me asombra su éxito. Creo que confirma, junto con otros cientos de casos que se pueden ver con cierta habitualidad en la tevisión, que el talento es algo innecesario para triunfar en el mundo del espectáculo. Ahora mismo no recuerdo ya si la frase era más vale ser gracioso que caer en gracia o al revés... Sea como fuera, la realidad ha superado esa frase hecha. Ahora mismo vale tanto ser gracioso como caer en gracia. Sólo hay que saber encontrar el ámbito de la vida en que sirve una cosa o la otra.

Claro, que casi lo peor lo tienen en Irlanda, país por el que se presenta un tal Dustin el Pavo con una canción que se llama Irlande Douze Pointe. En la web oficial de Eurovisión, los irlandeses han colgado una noticia en la que se dice, literalmente, que si tienes problemas para entender la letra de la canción la puedes encontrar un poco más abajo. No quiero ni imaginarme la pronunciación del tal Dustin el Pavo...

Por cierto, en esa web de Eurovisión se puede votar por tu canción favorita. De los 1.738 votos que ya hay contabilizados, 1.258 son para nuestro compatriota. El rival que más se acerca es el representate griego y sólo tiene 87 votos. Y luego dicen que España se rompe... Si esto está ganado y el nombre de España sonará entre fanfarrias por todo el Viejo Continente el próximo 24 de mayo...

lunes, marzo 10, 2008

"Talante 2 - Mentira y Crispación 0"

"Talante 2 - Mentira y Crispación 0". Eso es lo que decía una de las pancartas que se pudo ver anoche en Ferraz, en la celebración del PSOE. Me gusta el simil, pero me gusta mucho más el resultado, contundente a favor de aquellos a quienes voté hace cuatro años y a quienes voté este domingo. Aquellos que se han ganado mi confianza con tanta fuerza como la han perdido los de enfrente. Y es que desde el principio he tenido claro que ése era el partido. Por un lado talante, por otro lado mentira y crispación. Por un lado, el PSOE, con todos sus errores de marcaje y de estrategia que se quieran, pero que practica el juego limpio y de toque. Por otro lado, el PP, un equipo marrullero y resultadista, que piensa más en un juego defensivo que ofensivo y que, a pesar de la enorme fidelidad de su hinchada, pasa por uno de sus peores momentos. El resultado, 2-0. Claro y contundente. Pero el juego abre muchas incógnitas. Y las abre en los dos equipos.
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El PSOE de Zapatero ha triunfado en el marcador y, al final, es lo que todo el mundo recuerda. Puedes jugar todo lo bien que quieras, que si no ganas la gente lo olvidará. Dos partidos para Zapatero, dos victorias, en ambas con Rajoy como rival, que cosecha sus dos derrotas. Zapatero ha triunfado en el respaldo electoral, que ha subido desde hace cuatro años, tanto en votos como en escaños. Pero su victoria no ha parecido tan rotunda como señalan estas cifras. No hay más que ver que la presencia de los ministros como cabezas de lista en provincias que no eran las suyas no han servido para mucho. Los jugadores titulares de este equipo no cuentan con el reconocimiento de los aficionados. Tocan muy bien el balón, sí, elaboran muy bien la estrategia, pero les falta la pasión que deja huella en la grada.
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El PP ha perdido. No lo reconocen, como tampoco lo hicieron hace cuatro años, pero han perdido. Encararon la temporada con el título como único objetivo. El juego no les importa, ni tampoco engañar al árbitro o desesperar a la grada rival con sus trucos para arañar tiempo. Tenían el apoyo incondicional de los suyos para ganar de cualquier manera y han hecho uso de ese aval hasta el último minuto del partido. Han logrado más apoyo que hace cuatro años. Pero han perdido. Si un resultadista no consigue resultados, lo suyo es replantearse la estrategia. ¿Lo hará? Para eso habría que cesar al entrenador... y a la junta directiva, claro, que para eso ellos son los que toman decisiones.
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El símil futbolístico sería perfecto si este fuera un sistema bipartidista. Pero hoy, al menos hoy, no lo es. Claro que los dos grandes partidos han arrasado y arrinconado a los partidos minoritarios en el Congreso (cada resultado tiene un análisis diferente, en todo caso), pero no lo es. Y por eso hay muchos más datos que debieran interesar de la victoria socialista y la derrota popular. La mayoría de las reflexiones me surgen del bando del PP. Ese partido necesita una renovación ya. Rajoy no puede ser el candidato que se exponga a perder tres elecciones. Pero con él tendrían que irse Acebes, Zaplana, Astarloa, García-Escudero, Pujalte y algunos otros más. Y si la solución pasa por Esperanza Aguirre (según ella misma y dicho antes de la derrota electoral, muchos en el PP la veían como "la lideresa" del partido) entonces nada habrá cambiado. Gane o pierda.
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Y es que la principal reflexión que me dejan estas elecciones es precisamene esa. Que el resultado electoral no ha sido el que, desde mi humilde punto de vista, se merecía el PP. Cuatro años de crispación, de insidias, de tergiversación, de ataques desmedidos, de frases malsonantes. Una política muy dura, muy desleal en materias esenciales para el Estado que no ha tenido un castigo en las urnas. El PP ha logrado en estas elecciones cinco escaños y medio millón de votos más. Esa es su victoria. Pírrica, pero victoria al fin y al cabo. Los populares han sacado lo peor que llevaban dentro estos cuatro años y han conseguido más respaldo social. Y eso es, precisamente, lo que les puede llevar a continuar con su estrategia, nefasta para España pero, al parecer, positiva para el PP.
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La noche electoral me dejó detalles que no me gustaron en el bando popular. No me gustó que Rajoy tardara tanto en aparecer, rompiendo la costumbre de que sea el candidato ganador el último en salir ante sus fieles. No me gustó que el candidato popular no reconociera la victoria de Zapatero (sólo dijo que le llamó para desearle "suerte por el bien de España). No me gustó el olvido de la última víctima de ETA en los discursos públicos de los dirigentes del PP. No me gustó que los populares que se concentraron en la calle Génova gritaran cosas como "A por ellos" (¿a por quiénes? ¿por qué?) o "Zapatero, embustero". ¡Si hasta pidieron la dimisión de Zapatero, que todavía no ha tomado posesión del cargo! Me pareció muy dramático que ese sea el talente con el que encajan una derrota, otra derrota más, y eso me hace pensar que nada va a cambiar en los próximos cuatro años. Ojalá me equivoque, pero veo más crispación social en el horizonte.
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Pese a todo, estoy contento. Lo estoy porque la estrategia del PP no les ha devuelto a La Moncloa. Lo estoy porque Zapatero ha ganado las elecciones con bastante claridad, superando todo lo que le han echado los populares en estos cuatro años. Decían que era el peor presidente de la democracia, el hombre que rompía España, negociaba con terroristas, cedía a los independentistas, entregaba Navarra, nos llevaba a la ruina económica, no tenía ni idea de nada y cerraba peligrosas alianzas internacionales. A todo eso ha sobrevivido Zapatero y ha conseguido muchos más apoyos que hace cuatro años. No es poco con los tiempos que corren. Y, además, tiene mayor margen de gobierno y menor nivel de dependencia en las fuerzas minoritarias, pero sin llegar a la temida mayoría absoluta que, visto el panorama, ahora mismo no quisiera para ningún partido (aunque veo a este PSOE con mayor capacidad para administrarla que a este PP).
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Hay otro triunfo del PSOE (lo derrota del PP, según se mire) que se ha silenciado bastante: el Senado. Los populares siguen siendo la fuerza mayoritaria, pero de estar al borde de la mayoría absoluta han pasado a perder un escaño. El PSOE, por contra, ha conseguido ocho señadores más que hace cuatro años. Cuando las encuestas a pie de urna daban casi mayoría absoluta en el Congreso a los socialistas, desde la sede del PP se agarraban, entre otras cosas, a su presencia en el Senado. La victoria aquí también es bastante pírrica para los populares. El golpe, muy duro, es en todo caso para PNV (que pasa de seis a dos senadores) y Coalición Canaria (pierde toda representación en el Senado, además de un diputado en el Congreso).
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¿Y qué pasa con los minoritarios en este escenario bipartidista...? Pues que los únicos que salen airosos son CiU y PNV. Los primeros parecen identificarse ya por completo con el nacionalismo catalán. Los segundos tendrán más problemas en el futuro. Sí, son el partido nacionalista vasco por excelencia (EA desaparece del Congreso), pero en estas elecciones han conseguido menos respaldo que los socialistas. Ese dato es esencial, importantísimo e histórico. El PSE ha sido el partido más votado en las tres provincias vascas. ¿Se avecina un cambio de ciclo en Euskadi, uno que tendrá cabida en los libros de historia? Para valorarlo en su justa medida, hay que apuntar que en Euskadi hubo una abstención del 25 por ciento (diez puntos por encima de la media total) y un voto nulo casi del ocho por ciento (siete puntos por encima del total). ¿Voto a las listas ilegalizadas o miedo a votar? Qué difícil de decir con la compleja situación vasca que vivimos...
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Las elecciones, además del PP, dejan dos claros perdedores: IU y ERC. IU es víctima del bipartidismo, sí, pero también de una Ley Electoral injusta. Con casi un uno por ciento más de voto que CiU tendrá nada menos que nueve diputados menos. Pero también hay que recordar que con esta injusta Ley Electoral IU ha tenido resultados muchísimo mejores. Gaspar Llamazares lo sabe y por eso arroja la toalla. IU no ha sabido mantener su sitio y el voto útil está devorando a la formación de izquierdas. Hace no mucho pensé y dije que le quedaban tres elecciones antes de desaparecer del Congreso. A lo mejor ya sólo les queda otra, a tenor del descenso...
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Esquerra ha perdido muchísimo apoyo. Demasiado. Las pasadas elecciones no mostraban la realidad del independentismo republicano catalán y ahora se ha demostrado. O eso, o a sus votantes de entonces no les ha gustado su gestión de la reforma del Estatuto y de su actuación en Madrid para con el Gobierno de Zapatero, que de todo habrá. ¿Aprenderán de esta lección o querrán seguir condicionando la política española como si los intereses de ERC fueran los únicos a tener en cuenta a la hora de gobernar y legislar? Me da que no van a aprender, pero al menos su fuerza ahora es menor.
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Además del PSOE, sólo hay otro partido que se pueda considerar ganador de estas elecciones: UPD. La formación de Rosa Díez ha conseguido un escaño, para ella, y también se ha visto perjudicada por la Ley Electoral. No me cae bien Rosa Díez, no me cae bien alguno de los que iba en su lista (Mikel Buesa, por ejemplo), pero hay que reconocer que han tenido bastante mérito. Sin medios, sin apoyo de los bancos (¿por qué será que al poder sólo le gusta el poder...?), han conseguido meterse en el Congreso de los Diputados. Creo que Rosa Díez se ha equivocado en muchas cosas en sus últimos tiempos en el PSOE. Veremos qué hace en el Congreso bajo otras siglas.
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Pero quedan cuatro años de legislatura todavía, mucho tiempo y muchas cosas por pasar...

sábado, marzo 08, 2008

Reflexión

Sábado, 8 de marzo. Jornada de reflexión. Reflexiono, pues. Y me doy cuenta de que no me llega con sólo una jornada de reflexión. Mis reflexiones vienen de muy lejos y cada día que pasa las confirma. Estoy decidido a votar desde hace mucho tiempo y mi voto está decidido también desde hace mucho tiempo. Lo de las últimas horas no es más que una confirmación. De lo uno y de lo otro.

Voy a votar. Voy a votar porque, en unos momentos en los que hay gente que quiere despreciar el valor de una papeleta, es la expresión democrática más grande que tengo. Por ingenuo que resulte, ese es un motivo importantísimo para votar. Pero, después de lo de ayer, voy a votar también porque existen asesinos, cobardes y terroristas que piden a los ciudadanos que no voten.

Y voy a votar a quien ya voté hace cuatro años. Entonces quería un cambio. Quería dar por finalizada una etapa en la que la mentira y el oscurantismo ocupó La Moncloa y extendió sus tentáculos por muchos aspectos de la vida pública y política. Una etapa en la que me sentí estafado por mis dirigentes. Estafado, engañado y despreciado. Y con los asuntos más delicados y con los que mayor altura de miras y sentido de Estado espero.

Aquella etapa acabó. Y comenzó una nueva. Una que tendrá mi voto para continuar. Por lo bueno que han hecho. "No nos falles", le dijimos al nuevo presidente hace cuatro años. Ha fallado pero no nos ha fallado. Los detalles no empañan un trabajo más amplio. Tendrá mi apoyo también por lo malo que han hecho los que dejaron el Gobierno hace cuatro años. Porque han protagonizado una legislatura de odio y rencor. Porque he sentido casi siempre que han querido sacar votos con los asuntos y las posiciones más despreciables.

Jornada de reflexión. Y yo no puedo dejar de reflexionar en todo lo que he oído durante los últimos cuatro años. No puedo quitarme de la cabeza todas las mentiras, todas las intoxicaciones, la crispación generada por ellos. En su propio y despreciable beneficio. Lo que han hecho ellos y lo que han hecho hacer a otros (directa o indirectamente) que no forman parte de su partido político. Pienso y reflexiono, como persona y como ciudadano.

Mañana seremos nosotros, los ciudadanos, los que elijamos a nuestros representantes en el Parlamento. Seremos nosotros los que colocaremos en La Moncloa a nuestro próximo presidente del Gobierno. Y, pase lo que pase, habremos acertado. Jamás dudaré de la legitimidad de un resultado electoral, como sí hicieron ellos en 2004 y durante tanto tiempo, incluso todavía hoy. Porque la soberanía del pueblo español es indiscutible.

Hoy reflexión. Mañana voto. Ojalá que votemos todos. O por lo menos la mayoría. Ojalá que también sean mayoría los que votan después de reflexionar. Porque reflexionar después de votar no tiene solución hasta dentro de cuatro años.

viernes, marzo 07, 2008

Todo no puede valer

ETA acaba de matar otra vez. El terrorismo se cobra otra vida. La acción de los asesinos cada vez tiene menos sentido. Hoy han matado a un hombre de 43 años, con tres hijos, que trabajaba en un peaje de carretera porque era miembro del Partido Socialista de Euskadi. Nunca van a ganar los asesinos. Mi más sentido pésame a su familia y a todos los que conocían a Isaías Carrasco. Qué mal me sabe tener que hablar de otra víctima mortal de ETA. Qué rabia me produce que estos asesinos sigan teniendo protagonismo de la única forma que saben, de una forma cobarde y cruel. Qué mal me sabe cerrar otra campaña electoral con un asesinato.

Ayer por la tarde, Vicente Martínez-Pujalte, número dos de la lista del PP por Murcia y portavoz de Economía de los populares en el Congreso de los Diputados durante la legislatura, aseguró ayer, en declaraciones a una emisora local murciana, Radio Cieza, que "el PSOE está negociando con ETA durante la campaña electoral". "El PSOE está negociando con ETA a 48 horas de las elecciones", insistió. "Han mandado socialistas a negociar con ETA, y tengo los nombres", añadió. "A ETA no le da igual quién gane el domingo porque si gana Zapatero volverán a negociar y eso es un agravio para las víctimas y los españoles", sentenció. Estas palabras, insisto, son de ayer.

El pasado 23 de noviembre, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz, dijo que ETA "va a hacer todo lo posible" para que el PSOE "gane las elecciones". Añadió que ETA "necesita un gobierno que les permita estar en las instituciones como lo está ANV" porque "un gobierno alternativo al de Zapatero sería un suicidio para esta organización terrorista". La banda, concluyó, "podría dar un paso decisivo para intentar ayudar a ganar a Rodríguez Zapatero".
Cuatro días más tarde, el día 27 de noviembre del pasado año, Alcaraz, reiteraba en el programa de Telemadrid El Círculo a primera hora que "ETA va a hacer todo lo posible para garantizar la continuidad de un Gobierno que tiene todavía viva una resolución que les permite negociar con ellos y que les permite estar en las instituciones".
Sobra que yo ponga ningún adjetivo a las palabras de estas dos personas en un día tan triste como el de hoy. No todo puede valer para derribar a un Gobierno elegido democráticamente por los españoles y para alcanzar el poder. No todo vale.

Más motivos para reformar la Ley Electoral

Llevo mucho tiempo defendiendo una muy necesaria reforma de la Ley Electoral española. Es urgente adecuarla a los nuevos tiempos, haciendo que cada voto a un partido nacional tenga el mismo valor y no premie a los dos mayoritarios, como sucede en la actualidad (IU es la gran perjudicada por el actual sistema, PSOE y PP los grandes beneficiados). Es importante que los partidos nacionalistas y regionalistas tengan más cabida en el Senado que en el Congreso, convirtiendo a la Cámara Alta en una auténtica cámara de representación territorial (para lo cual también es necesario reformar la Constitución).

Pero la reforma también es necesaria para asuntos en apariencia menos trascendentes pero que, al final, nos afectan a los ciudadanos más que los dos puntos antes citados. Y tengo dos ejemplos para ilustrarlo. El primero de ellos es sobre los sondeos. En la medianoche del pasado lunes comenzó el plazo en el que está prohibido difundir encuestas electorales. Esto llevó a las empresas que hicieron estudios sobre el segundo debate Zapatero-Rajoy a hacer su trabajo a gran velocidad para ofrecer estos datos antes de la medianoche. Se supone que desde el martes no se pueden publicitar sondeos sobre intención de voto y estimaciones de resultado. ¿Se cumple? Pues es obvio que no.

El periódico británico The Times publicó el jueves una encuesta sobre las elecciones españolas. Su web se puede ver desde todo el mundo. Y eso, claro está, incluye a España. Pero la Ley Electoral no se le aplica porque no tiene ningún poder sobre un medio de comunicación extranjero. El mundo de hoy en día y las comunicaciones globales hacen que esta norma haya quedado completamente obsoleta. Pero es que además hay otro matiz. Los partidos políticos siguen haciendo sus propias encuestas estos días y comparten sus datos con periodistas y empresarios afines. ¿Por qué el común de los ciudadanos no puede acceder a unos datos que, al parecer, están hoy reservados a las élites? Es absurdo. Y parece que los partidos se han dado cuenta. Ojalá caiga esa reforma electoral en la próxima legislatura, y que ésta sea amplia.

Pero, ojo. Mientras esta Ley siga en vigor hay que acatarla. Qué obviedad acabo de decir, ¿verdad? Pues como Spain is different para casi todo, esta Ley tampoco se acaba de cumplir. Ni siquiera me refiero al uso dudoso de los datos de The Times por parte de algunos medios de comunicación (ayer por la tarde, en la portada de la edición digital de El Mundo figuraban los resultados que pronosticaba el diario británico; ¿eso no es difundir encuestas cuando está prohibido hacerlo?). Hablo, por ejemplo, de lo que ayer hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En un mitin del PP en Valencia dijo lo siguiente: "¿Te has enterado de que el tracking por primera vez nos da a un punto por delante de los socialistas?". Eso es utilizar datos electorales que no se pueden utilizar. ¿Habrá sanción de la Junta Electoral...?

Un segundo ejemplo de lo necesario que es reformar la Ley Electoral. De todos es sabido que somos los ciudadanos los que ocupamos los puestos de presidente y vocal en todas y cada una de las mesas electorales en los colegios que se distrubuyen a lo largo del país. A mí me tocó una vez ser, si no recuerdo mal, vocal suplente. Alegué que ese mismo día tenía que trabajar, cubriendo precisamente las elecciones. Y la Junta Electoral aceptó mi recurso, entiendo que mi tarea profesional aquel día estaba por encima de una obligación que podía desempeñar cualquier otro ciudadano y que aquel era un día esencial en mi trabajo como periodista. Pude ir a trabajar con normalidad para contar a la gente lo que había pasado en la jornada de las elecciones, dejando la labor del recuento a otros.

La verdad es que no las tenía todas conmigo cuando presenté el recurso. Funcionó. Pero resulta que aquí también las decisiones son un tanto arbitrarias. Y me valgo de un ejemplo del mundo del fútbol para explicarlo. El entrenador del Elche, David Vidal, fue elegido para formar parte de una mesa. Alegó que su principal actividad profesional se desarrolla precisamente ese día, durante el partido del equipo que entrena. Y la Junta Electoral aceptó el recurso. Al mismo tiempo, fue elegido para formar parte de otra mesa Roberto, portero del Sporting de Gijón. El recurso debió ser más o menos parecido. Pero el recurso fue rechazado y Roberto tendrá que sentarse el domingo en su mesa electoral. ¿Por qué el distinto criterio para uno y otro? ¿Por qué esa desigualdad? ¿Por qué parece que los ciudadanos estamos siempre dependiendo de decisiones arbitrarias de los organismos correspondientes?

¡Reforma de la Ley Electoral, ya!

jueves, marzo 06, 2008

Un correo electrónico, un mensaje que merece ser escuchado


En el mundo moderno, hay muy pocas formas más efectivas que el e-mail para hacer llegar un mensaje. En las últimas semanas me han llegado muchos. Y seguramente muchos de ellos podrían servir por sí solos para escribir una entrada en este o en cualquier blog. Pero, además de adherirme a estas causas, lo que quiero es proclamar lo maravilloso que es Internet. Por encima de todos los cafres que utilizan Internet para fines deplorables, la Red es un invento impresionante, una herramienta de comunicación inigualable. Estos tres mails son sólo un ejemplo, quizá el más trivial por no por ello menos importante, de la relevancia de Internet. A lo mejor algunos de estos mails tiene datos falsos, ese es el peligro de Internet, pero todos tienen un mensaje de fondo. Y eso es lo importante.

Me llega una denuncia ecologista. Un tal Guillermo Vargas Habacuc expuso el año pasado en una galería esta supuesta obra de arte: un perro abandonado de la calle, atado a una cuerda cortísima unida a dos paredes, abandonado a su suerte para muriera lentamente de hambre y sed. Al parecer Bienal Centroamericana de Arte ha invitado a este personaje a recrear su creativo logro artístico. Parece ser que Habacuc ha dicho que buscaba destapar "la hipocresía que hay en todos nosotors" porque Natividad, nombre del perro en cuestión, "era una criatura muy enferma que hubiera muerto de todos modos en la calle". Hay un vídeo en Youtube que recoge la existencia de esa obra de arte(http://www.youtube.com/watch?v=O6vP8CgTonQ) y una recogida de firmas en Internet para censurar su presencia en ese certamen, por si alguien quiere firmar (http://www.petitiononline.com/13031953/petition.html).

Con el asunto "Creo que es bueno que todos conozcamos estas cifras", me llega un documento "sobre lo que la Iglesia ahorró al Estado español" para contrarrestar "tanta calumnia barata en contra de la Iglesia". Me apunto a la labor de la Iglesia en hospitales, centros de ayuda y conservación del patrimonio artístico. En cuanto a la educación... es un tema más peliguado y no lo acabo de ver claro, así que prefiero no valorarlo. Que la Iglesia hace cosas buenas está fuera de toda duda. Pero también es indudable que la cúpula eclesiástica lleva caminos que no puedo considerar correctos. Yo no soy religioso y no creo en la Iglesia. Tampoco creo que haya que medir su labor en un "ahorro" de más de 30.000 millones de euros al Estado, pero que aporta dinero al bienestar social está clarísimo. Tan claro como que el papel de la Iglesia daría para un post muuuuuuuuucho más largo...

Me llega otro que me genera muchas más simpatías. Es un texto del escritor y filósofo José Luis Sampedro que relata las excelencias de las bibliotecas para defender su pervivencia. "Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo", se denuncia en el texto."Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?", añade Sampedro. Por supuesto, esta es una iniciativa más de la SGAE para sangrarnos a los consumidores de cultura. La SGAE no defiende a la cultura o a los creadores, sino a su propio bolsillo. Yo seguiré enriqueciendo la cultura prestando y buscando en Internet. Hasta el día en que me cobren por salir de casa con un libro en la mano por si se me ocurre prestarlo, claro...

Claro, que el mejor correo electrónico que me ha llegado en los últimos días es uno que me pide que reenvíe el mensaje al menos a diez personas y después vaya a una web en la que voy a leer... ¡¡¡el nombre de la persona que me ama!!! Dice este correo que "sólo pierdes unos pocos segundos y te evitarás muchos males de amor". Y no le falta razón, no... Porque mira que si estoy perdiendo el tiempo a lo tonto y ya conozco a la mujer de mi vida... Si tuviera diez personas en mi libreta de direcciones que no pensaran que me he vuelto loco al reenviar este mail, casi, casi que lo mandaría... ¡Qué grande es Internet...!

martes, marzo 04, 2008

Negando la realidad... y sin propuestas para cambiarla

Yo empecé a tener pensamientos más o menos claros y preocupados sobre la política cuando el presidente del Gobierno era, desde hacía poco tiempo, José María Aznar. Eran los peores momentos del socialismo desde que Felipe González ganara sus primeras elecciones en la democracia. La famosa bicefalia Almunia-Borrell comenzaba a gobernar (es un decir) en el PSOE y la debacle electoral no estaba demasiado lejana. Eran días en que el PSOE tenía una estrategia que, en cierto modo aunque desde muy lejos, era muy similar a la que hoy emplea el PP. Decían entonces los socialistas, como hoy los populares, que todo se hacía mal, que el Gobierno mostraba una incompetencia supina en todos los asuntos de la vida pública, que todas las propuestas eran nefastas para el futuro del país.

En mi inocencia adolescente, yo no salía de mi asombro. Me parecía absolutamente imposible que todo, todo, todo lo que hiciera un políticom un partido o un gobierno estuviera mal por definición. Y eso que Aznar nunca fue santo de mi devoción. Pero pensaba que, aunque fuera por casualidad, algo tenía que hacer bien. Nunca he entendido la política del NO a todo. Ayer Mariano Rajoy culminó una nefasta estrategia de oposición, la que ha llevado a cabo durante los últimos cuatro años, con un mal debate. Para él, todo está mal. Y de todo tiene la culpa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Todo, absolutamente todo, es nefasto. Rajoy no admite ni siquiera la casualidad de un mínimo acierto. Ninguna inercia positiva de años anteriores (salvo la económica). La noble disciplina de la estadística no cuenta en estas valoraciones.

"La situación de las familias es peor que hace cuatro años"; "la inmigración no está controlada"; "crece la delincuencia"; "el precio de la vivienda ha subido un 43 por ciento"; "somos el quinto país de la Unión Europea que menos crece en renta per cápita"; "la inflación en febrero fue del 4,4 por ciento y la cogieron con el 2,1 por ciento"; "el vencedor de la elecciones se tiene que pasar cuatro años poniendo orden en el estropicio de España"; "la diferencia entre los más ricos y los más pobres es mayor en España"; "hizo usted muchas negociaciones políticas (con ETA)". Y así todo lo que dijo Rajoy. Ni un dato positivo. Ni un elemento esperanzador. Ni un punto de optimismo más que si gana su partido. Pintó un panorama de España absolutamente desolador, el de un país que, como poco, debe estar al borde de la quiebra en todos los aspectos. Por supuesto que hay problemas, sólo faltaba, pero defender ese catastrofismo es negar muchas realidades.

Pero, como dije hace una semana, vamos a darle a Rajoy el beneplácito de la duda. Supongamos, y ya es mucho suponer, que ha sido capaz de convencer a los españoles de que viven en un país sumido en la desgracia, en la miseria, en la ruina y rodeados de problemas provocados por Zapatero. ¿Qué va a hacer Mariano Rajoy para solucionar esa situación? Propuestas concretas lanzó muy poquitas. Sólo habló de rebajar los impuestos (esa propuesta fiscal que todavía no ha detallado en su campaña) y de llamar a ese PSOE que tanto ha destrozado España para firmar no sé cuántos pactos. ¿Qué motivos dio para votar al PP más allá de "firmeza" y "mérito"? Más bien pocos. No ha conseguido explicar que el PP tenga un proyecto más allá de un par de promesas difusas. Ni en el debate, ni en la campaña, ni en cuatro años de oposición.

La visión catastrofista no basta. No puede bastar. No creo que vaya a bastar. Creo que Rajoy ha cavado su propia fosa política y creo que a partir del próximo lunes el PP va a tener que pensar en un nuevo líder. Y esta conclusión me parece obvia sin entrar a valorar momentos absolutamente delirantes del debate, como cuando Rajoy acusó a Zapatero de ¡¡¡apoyar la guerra de Irak!!! Nada menos... Sencillamente dramático y, por encima de todo, otro síntoma de la realidad alternativa en que ha vivido el PP y su candidato durante esta legislatura. Porque ese, y no otro, es el mal que les hizo perder las elecciones de 2004 y el mal que, confío, les hará perder las de 2008.

Otro ejemplo más de esa negación de la realidad en la que vive instalado el PP. Todas las encuestas proclamaron ganador del primer debate a Zapatero. Da igual. El PP celebró la victoria de Rajoy. Si no hubo victoria según los ciudadanos, pensarán los más inocentes, ¿cómo pudieron celebrarla? Negación de la realidad por encima de todo, que lo mismo alguien se lo cree. Y ahora todas las encuestas dan a Zapatero como triunfador del segundo debate, aun por más ventaja que en la primera cita. ¡Qué más da! Se recibe a Rajoy en Génova con un nuevo akelarre político tan propio de estos días de campaña y sale Ángel Acebes (recuperado junto con Aznar para dar un tono más duro a la última semana de campaña) con una sonrisa de oreja a oreja diciendo que han ganado. La realidad dice una cosa, el PP otra. Lo mismo que con Irak, lo mismo que con el Prestige, lo mismo que con el 11-M... Negar la realidad.

Zapatero estuvo correcto, a ratos bien, a ratos regular. Bien, en definitiva. No es tan mal presidente del Gobierno como se pinta desde la derecha, pero tampoco es el mejor presidente del Gobierno que hemos tenido como quiere pintar la izquierda. Maneja bien las cifras y el discurso, aunque se le nota mucho cuando no controla demasiado un tema. Nunca he visto en él al demonio que retrata el PP, para qué nos vamos a engañar, pero la superioridad formal y de fondo con respecto a Rajoy me parece difícil de negar, incluso entre quienes puedan darr su voto al candidato popular. Zapatero ganó el debate porque fue mejor, pero también porque el rival fue flojito, flojito, sin duda la mayor decepción política de la legislatura.

En las elecciones no bastará con esa superioridad porque la bolsa de votantes del PP seguirá ahí por mal que lo haga Rajoy (igual que la bolsa socialista, por mal que lo haga Zapatero). La victoria en dos debates no basta para ganar unas elecciones. Eso lo decidimos los ciudadanos con nuestro voto, aunque Rajoy siga menospreciándolo y entienda que la victoria de Zapatero fue por el 11-M y por Irak. Otra negación más de la realidad. Zapatero es presidente del Gobierno porque fuimos más los españoles que le votamos que los que decidieron votar a Rajoy. Cuando en su análisis posterior Miguel Ángel Rodríguez, ex portavoz del Gobierno con Aznar, dijo que la victoria del PSOE dependía de que "dos millones de radicales" votaran a los socialistas, dejó muy claro lo que piensan algunos populares de la democracia. Los votantes se dividen para algunos del PP entre personas normales (los que apoyan a Rajoy) y personas radicales (los que apoyan a Zapatero). Para mí, todos los votos son igual de válidos y respetables. Y para Zapatero también.

Y por si a alguien le interesa a estas alturas, en este enlace (http://www.elmundo.es/papel/2004/05/13/espana/1635988.html) está la crónica que hizo El Mundo de la primera sesión de control al Gobierno que vivió Zapatero en el Congreso. No veo yo la temática económica de la pregunta de Rajoy por ningún lado, pero en fin...

domingo, marzo 02, 2008

¿Molesta que dos clubes de fútbol se lleven bien...?

En esto de la información deportiva, uno va de sorpresa en sorpresa. No cesan las polémicas inventadas y estúpidas, esas que, por mucho que se niegue, fomentan la violencia en el deporte. Hace no mucho tiempo hubo quien quiso montar una polémica cuando Simao, jugador del Atlético de Madrid, participó en un brindis por la décima Copa de Europa que hizo Robinho en su fiesta de cumpleaños. Esta semana, la polémica la ha provocado esta foto, la del presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, posando con una camiseta del Real Madrid que le regaló por su cumpleaños el presidente blanco, Ramón Calderón, y la de José María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, poniéndose directamente la camiseta blanca.

Ríos de tinta han corrido por la prensa deportiva por esta foto. Y hay que separar las cosas. No es lo mismo lo de Cerezo que lo de Villar. Vamos con el primero. Se ha pedido la dimisión de Cerezo, se ha insinuado que la afición del Atleti no se lo va a perdonar. Al día siguiente, y visto la que se armó, Calderón decidió echar un cable a Cerezo y posó con una camiseta del Atlético con su nombre. Y yo, lo admito con toda mi inocencia, no acabo de ver el problema. Calderón le hace un regalo por su cumpleaños y, cómo el mismo dijo, no se lo va a tirar a la cara. No se puso la camiseta porque no es del Madrid y porque tiene una responsabilidad institucional. Y punto. No hay problema. Pero hay quien cree que si eres del Atleti, el Madrid es el diablo y si eres del Madrid, el diablo es el Atleti. Peor para ellos.

Sabéis que yo soy seguidor de la Real Sociedad. Yo he llevado a Anoeta a amigos, seguidores del Real Madrid, que han animado a la Real. A un gran amigo le he regalado un polo con el escudo de la Real y se lo pone sin que le duela nada. El presidente de mi equipo, Iñaki Badiola, ha dicho que quiere recuperar la hermandad con el Athletic de Bilbao. Cuando el año pasado vino el Celta a Anoeta a jugarse la vida y perdió, lo que nos salió fue aplaudir a los celtiñas que viajaron hasta San Sebastián, lo mismo que ellos nos aplaudieron cuando fuimos a Vigo a ver a la Real perder una Liga. ¿Qué es lo que sucede? ¿Es que nos molesta que dos clubes rivales se puedan llevar bien? ¿Necesitamos acaso la bronca para hacer interesante un deporte tan bonito como es el fútbol?

Esta es la discusión teórica. Si llevamos el caso a la práctica, la cosa se pone fea. Porque dentro de unos meses llegará un nuevo Madrid-Atleti. Se producirán nuevos enfrentamientos en las calles entre radicales de uno y otro equipo. Ya sabéis, contenedores volcados en las calles, encapuchados lanzando botellas a la policía, pedradas contra el autocar del visitante, insultos de todo tipo a ese equipo durante el partido. Lo normal, por lo visto. Y la gente se preguntará de dónde nace toda esa violencia... Pues nace aquí, en las polémicas absurdas, estériles e inexistentes que se montan los medios de comunicación. Nadie se hace responsables de las burradas que se están diciendo. Nadie piensa en lo que puede estar provocando.

Y llegará el momento en que sea habitual incluso el enfrentamiento entre seguidores de un mismo equipo. Yo ya lo he vivido. Hace ya unos cuantos años, cuando yo dirigía una peña de la Real en Madrid, se produjo el asesinato de un seguidor realista en las puertas del Vicente Calderón. Unos animales acabaron con la vida de Aitor Zabaleta. Meses después y para rebajar tensión, aceptamos una iniciativa que nos propusieron: juntarnos para hacer una comida con peñas del Atlético de Madrid la siguiente vez que la Real jugó en el Calderón. La sorpresa llegó cuando, ya en las gradas del estadio junto al Manzanares, aficionados de la Real venidos desde Donosti, nos insultaron. Y duele muchísimo. Resulta que habíamos cometido un sacrilegio. Comer con gente del Atleti. Desde luego que éramos nosotros los peligrosos, sí.

Los mismos que ahora fomentan la agresividad y el odio por una tontería como esta foto son los que luego se rasgan las vestiduras cuando pasa algo en un estadio. O los que, directamente, lo ocultan para favorecer a su equipo. No sé por qué entienden que así favorecen a su equipo, pero eso es otro cantar... Mientras se sigan publicando portadas de periódico con algo como ésto, muy mal irá el fútbol español. Por mucho que intenten contaminar, yo seguiré en mi línea: no voy a pelearme con nadie por llevar la camiseta de otro equipo, no voy a menospreciar a una persona porque me haya encontrado con un energúmeno que dice animar a un equipo, no voy a generalizar a una afición por un salvaje, voy a felicitar siempre a un aficionado de un equipo rival por sus éxitos. Y nunca jamás voy a fomentar el odio hacia nadie.

Si lo de Cerezo es normal, lo de Villar es un error. Trivial y anecdótico, pero un error. El presidente de la Federación Española de Fútbol no debe ponerse la camiseta de ningún equipo. No tiene sentido y sólo puede, precisamente, generar enfrentamientos. De la Federación dependen los árbitros, y no hace falta más que un error a favor del Madrid para que se le eche en cara la dichosa foto. Ayer Raúl marcó en Huelva en fuera de juego. Y hoy ya se ha recordado esa foto. En realidad tampoco es que tenga la mayor importancia, pero es el enésimo error de Villar, que se ha puesto él mismo a los pies de los caballos y ha permitido que se cree una polémica artificial que tampoco tiene demasiado recorrido.

sábado, marzo 01, 2008

Principios democráticos

Ayer tuve una conversación sobre política en la que proclamé mi desencanto absoluto por la primacía de la imagen en el mundo político actual. Dije que, si por mí fuera, las campañas electorales no formarían parte de la Ley electoral, las aboliría, las prohibiría. Por su excesivo y nada justificado gasto y por su casi absoluta inutilidad para explicar los proyectos de los diferentes partidos que concurren a unas elecciones. Lo dije también en este blog. La campaña no sirve más que para cruzar insultos, vender imágenes que no siempre se corresponden con la realidad y, sólo cuando sobra algún minuto, esbozar unas propuestas que nadie oye. A los partidos les preocupa la imagen y los medios de comunicación prefieren recoger sólo la imagen y no las ideas.

Como ejemplo, el debate entre Zapatero y Rajoy. Sigo pensando que los debates son necesarios y que debieran estar regulados por ley para garantizar que siempre se celebrara al menos uno entre los candidatos que realmente optan a presidir el Gobierno de España. Esa es una de las muchas reformas que considero necesarias dentro de la Ley Electoral. ¿Pero qué ha quedado del debate? Que si la chaqueta le estaba pequeña a Rajoy, que si Zapatero se lió con algunas palabras, que si la niña de Rajoy, que si el bonobús de Zapatero, que si el decorado era de tal color, que si la estructura era muy rígida... ¿Propuestas? ¿Ideas? Nada de nada. Ese camino no interesó a los políticos y no interesó a los medios.

Me preguntaban por qué tanto hablar de política si no creo en ella. Sí creo en la Política (nótese la mayúscula), pero no en esta política (ahora en miníscula). Podría tirar la toalla, mandar a paseo a todos los políticos, no votar o votar por inercia. Pero no quiero y no lo voy a hacer. Porque, por encima de todo, están mis principios democráticos. Todo en esta vida tiene que ver con la política y, por tanto, es necesario mejorar la política para mejorar otros aspectos de la vida, de la vida de quienes me rodean y de mi propia vida. Y mi lucha por una política mejor va a seguir siendo desde dentro, no como político pero sí como observador implicado. Hay cosas con las que, desgraciadamente, hay que convivir en esta política actual, y una de ellas es la tiranía de la imagen. Pero hay otras que no voy a aceptar nunca.

Y así llego a Gabriel Elorriaga, director de comunicación del PP. Ayer, día 29 de febrero, Financial Times publicó un artículo sobre lo que busca el principal partido de la oposición en estas elecciones. Leslie Crawford, la periodista que firma dicho artículo, comienza así: "Spain’s opposition Popular party hopes to win a general election in nine days’ time by persuading Socialist sympathisers to abstain". O lo que es lo mismo: "El Partido Popular, partido de la oposición en España, espera ganar las elecciones generales dentro de nuevo días convenciendo a los simpatizantes del Partido Socialista para que se abstengan".

Para apoyarse en esa afirmación, cita declaraciones de Elorriaga: "Será difícil aumentar nuestro voto. El PP tiene una imagen muy dura de derechas en estos momentos. Incluso nuestros propios votantes piensan que son más centristas que el PP. Pero sus votantes son menos disciplinados que los nuestros. Por eso estamos dirigiendo nuestro mensaje a ellos. Les estamos diciendo 'vuestro Gobierno no se está ocupando de vuestros problemas'. El resultado electoral dependerá del impacto de ese mensaje".

Jamás, y digo jamás, votaré a alguien que quiere ganar unas elecciones logrando que la gente se quede en casa y no deposite su papeleta en las urnas. La salud de la democracia pasa por que todos, absolutamente todos, expresemos nuestra voluntad política por los medios que nos ha habilitado el Estado de Derecho. Y uno de esos medios, imperfecto sin duda pero necesario, es el voto. Lo que ha dicho Elorriaga es una falta de respeto al ciudadano, al voto individual, al poder del ciudadano, en quien reside la soberanía popular de este país, y a quienes tanto lucharon en este país por devolverle a la gente su derecho a votar. Y por eso (y por otras muchas razones) jamás tendrá mi voto.