viernes, noviembre 30, 2007

De musical un jueves por la noche

Ayer estuve en el Teatro Coliseum de Madrid viendo el musical de La Bella y la Bestia. Teniendo en cuenta que la película en la que se basa es, para mí, el mejor título de la historia de la animación, uno de los mejores filmes de los años 90 y un clásico instantáneo, el listón estaba muy alto. Pero salí muy contento. Es un muy buen espectáculo, está muy bien interpretado y montado y apenas se da uno cuenta de las más de dos horas que dura (en ningún lado se ofrece esa información, me imagino que para no ahuyentar espectadores: la sesión era a las 20.30 y salí del teatro a las 23.20).

Es un gran trabajo que merece la pena. Hay escenas musicales de la película que tienen muchísimas dificultades en el teatro y las resuelven con nota (especial mención para el número Qué festín -Be our guest en el original-, complejísimo en el fime, uno de sus momentos cumbres de hecho, y muy bien solucionado sobre las tablas). Hay nuevas canciones que no aparecen en la película de Disney y que encajan perfectamente en la obra, incluso para quienes adoramos y veneramos sin duda el clásico animado (que, por cierto, tuve que poner en mi DVD nada más llegar a casa, por una mezcla de nostalgia por el tiempo que llevaba sin verla y ganas de comparar; ¡qué demonios, voy a escribir ahora una entrada sobre ella en mi blog de cine!) hasta el punto de sabernos la letra de muchos de los números.

Me lo pasé realmente bien, y hay algo que me encantó de ver La Bella y la Bestia en el teatro. Es maravilloso escuchar como los más pequeños se reían, se emocionaban, se sorprendían ante lo que iba pasando en el escenario. Me encanta que los más chiquitines sientan tanto esta historia, que tanto me gusta desde que vi la película en el ya lejano año de 1991 (en el que las películas Disney llegaban a España en Navidades cuando en Estados Unidos se estrenaban en verano). Me hubiera gustado tener algún niño al que llevar para que viera el espectáculo. Quién sabe si algún día...

Ahora bien, eso de ir al teatro en Madrid es una aventura. Primero, por los precios. Yo fui invitado, pero mi entrada, en un lateral del teatro (desde el que, por desgracia, se perdían algunos detalles que sucedían en los extremos del escenario) costaba nada menos que 42 euros. Me daba miedo pensar en el gasto de la familia que se sentó delante, una pareja y dos críos... El guardarropa, dos euros más. El programa de mano, otro euro. Y porque no me quise ni acercar al bar, que si no... Creo que en el precio de la entrada hay que buscar la causa de que la gente no vaya más al teatro. El espectáculo merece la pena, el trabajo de todos los que en él participan es magnífico, pero el gasto es inabarcable para mucha gente.

Luego pasamos al capítulo de la educación y cultura españolas. Nunca entenderé cómo la gente es capaz de entrar al teatro (o al cine) con la función ya iniciada. ¡Hubo personas que entraron cuando la obra llevaba ya casi media hora! Ni en esto ni en la puntualidad (la obra empezó con un cuarto de hora de retraso) encontré la seriedad que esperaba en el teatro, al que hace mucho que no iba, y que nunca he visto en el cine. Una de las escenas más graciosas de Spider-Man 2 es el cameo de Bruce Campbell, cuyo personaje, un acomodador de teatro, no deja pasar a Peter Parker a ver la obra de Mary Jane... porque ésta ya ha empezado. Una gran costumbre que habría que adoptar ya en nuestro país, aunque ya sé que eso es absolutamente imposible.

Antes de que empezara la obra, se nos advirtió que la Bestia se enfadaría muchísimo si escuchaba un móvil durante la representación. Y no sonó ni un solo móvil. Bueno, creo que fue lo único que no sonó, porque ruido hubo muchísimo en el patio de butacas. La gente entrando, andando por los pasillos, botellas de agua y no sé si de algo más... Incluso en mi fila, un poco más a la derecha, se montó una tertulia que no podría asegurar que tuviera la obra como tema de debate... Nunca he entendido por qué la gente es tan poco educada, con las demás personas y con los profesionales que están trabajando en el escenario. Supongo que todo esto es el precio que hay que pagar por ir a ver un muy buen y recomendable espectáculo como es La Bella y la Bestia...

jueves, noviembre 29, 2007

Respeto perdido

Dicen que hay que respetar todas las opiniones. Y no es verdad. Al menos no en un grado absoluto. Hay personas que realizan afirmaciones tan grotescas, tan monstruosas, tan ruines y tan interesadas, que es imposible encontrarles una justificación, es imposible respetarlas. Una de las personas a las que yo he perdido por completo el respeto y me propongo a partir de ahora ignorar por completo es el actual presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz. Espero conseguirlo, pero esta gente dice barbaridades periódicamente y hace difícil que esa burbuja de ignorancia a la que muchos debiéramos someterle sea completa.

Hoy Alcaraz era juzgado en la Audiencia Nacional, acusado de un delito de calumnias e injurias graves al Gobierno de la Nación. Dijo algo así como que el presidente del Ejecutivo es cómplice de ETA. No está mal, no. Durante el juicio, Alcaraz no ha querido responder a las preguntas del abogado de la asociación que ha presentado la querella, pero sí ha hablado ante los medios. Un micrófono y un segundo en la televisión valen mucho para esta gente. Y les ha dicho que hoy José Luis Rodríguez Zapatero "estará compartiendo alegrías con los terroristas, los separatistas y el brazo político de ETA" por verle en la Audiencia Nacional.

Decir que un presidente del Gobierno es cómplice de ETA es una monstruosidad. Y me da igual que el presidente sea socialista o popular, que sea Aznar, Zapatero o González. Decir que comparte alegrías con los terroristas es una ruindad de tal calibre que no merece la pena ni ponerle un adjetivo. Si alguien entiende que esto es un ataque al colectivo de víctimas del terrorismo, allá él, porque no lo es. Casi nos obligan a pensar que, si no comienzas un texto de estas características dicendo que respetas a las víctimas del terrorismo, es que no las respetas en absoluto. Y no es eso. A quien no respeto tiene nombre y apellidos. Se lo ha ganado a pulso.

Alcaraz sabrá que está sacando de todo esto o qué sacará en el futuro. Y si le compensa haber convertido a la AVT en un organismo político más del PP y de haber conseguido que muchas personas miren a este colectivo, que tan respetado debiera ser, como una asociación desprestigiada. No sé si en el futuro le veremos como eurodiputado o como consejero de alguna empresa que diriga un ex ministro del PP. Desde mi humilde punto de vista, no hay nada, absolutamente nada, que compense acusar a un demócrata de connivencia con el terrorismo. Y quien lo haga, no merece mi respeto. Alcaraz no lo tiene, desde luego.

martes, noviembre 27, 2007

Ya es Navidad en Madrid

Pues sí, ya es Navidad en Madrid. Desde ayer, día 26 de noviembre, las luces que acompañan en las calles de la capital a esta festividad ya están encendidas. Hablando del tema con mis padres, me recordaban que de toda la vida las luces se encendían el día de la Lotería de Navidad, el 22 de diciembre. Hoy la Navidad dura ya mes y medio. Las luces se encendieron ayer y se apagarán el 7 de enero. No me extraña que haya gente que acabe por odiar una fiesta que le imponen durante mes y medio...

Y hay un detalle que me parece curioso. Es políticamente correcto hablar del cambio climático, del gasto excesivo de energía y del despilfarro. Pero nadie critica que ocho millones de bombillas, con un consumo de dos millones hora de kilovatios, vayan a estar encendidas durante seis horas diarias en el próximo mes y medio. Nunca entenderé ese despilfarro. Estirando al máximo la Navidad, todavía aceptaría ver estas luces en el puente de diciembre, con las fiestas de los días 6 y 8. Pero es que desde finales de noviembre...

¿De qué sirve aquel apagón simbólico de cinco minutos de hace unas semanas en favor de la lucha contra el cambio climático? ¿Para ahorras la energía que después despilfarra el Ayuntamiento de Madrid? Pues conmigo que no cuenten. Yo no lo seguí precisametne porque no lo veo útil. Pero me hizo mucha gracia ver que Telecinco lo retransmitía en directo. ¿Cómo se supone que había que verlo si teníamos la obligación de tener la televisión apagada? El respaldo a aquella iniciativa que hizo ese canal de televisión contrasta con el entusiasmo que ayer, en el mismo programa, mostraron por el encendido de las luces navideñas. Vamos, que nos alegramos de todo, de una cosa y la contraria.

Aquella campaña en favor de la iniciativa del apagón contó con una difusión importante a través de Internet. Seguro que todos habéis recibido algún correo instándoos a que siguiérais el apagón. No soporto estas cadenas, sobre todo las inútiles. A veces alucino cuando me llegan algunos correos. Y eso me recuerda otra cosa. Hace unos días recibí un correo de una persona que tiene estudios, a la que se supone una cierta capacidad intelectual. Uno de esos correos que no soy capaz de entender cómo se puede creer la gente y los reenvíe. Que me lo mande un amigo para reírnos, lo vería normal, pero que este correo sea la única comunicación que tengo con esa persona, me provoca muchas dudas... Y os pongo parte de lo que dice el correo:

"Bill Gates (Propietario de Microsoft), esta compartiendo su fortuna. Si no hacéis caso de este mensaje, os arrepentiréis. Windows sigue siendo el programa mas utilizado, Microsoft y AOL están haciendo una experiencia enviando este mensaje electrónico (e-mail beta test) Cuando envíen este mensaje electrónico (e-mail) a sus amigos Microsoft os puede despistar si sois utilitarios de Microsoft Windows durante 2 semanas. Por cada persona que envié este mensaje, Microsoft le pagara 245 EUROS.Por cada persona a la que tú mandes este mensaje y lo reenvíe a otras personas, Microsoft le pagara 243 EUROS.Por cada tercera persona que lo reciba, Microsoft le pagará 241 EUROS Dentro de 2 semanas, Microsoft, tomara contacto contigo para confirmación de tu dirección y te enviará un cheque".

¡¡¡¿¿¿Pero cómo es posible que alguien se crea esto???!!!

viernes, noviembre 23, 2007

La televisión bajo sospecha

Cada cierto tiempo, la sociedad encuentra un enemigo perfecto en la televisión. Se culpa a este aparentemente diabólico aparatejo de ser el culpable de los males que nos rodean. Son modas que surgen, del mismo modo que hace unos años se decía que sólo los psicópatas empleaban su tiempo en juegos de rol o como de vez en cuando se dice alegremente que el cine inspira a asesinos. Siempre he pensado que cuando un imbécil quiere dar rienda suelta a sus odios, a sus instintos violentos y a sus problemas psicológicos, lo va a hacer de cualquier manera. ¿Que la televisión puede actuar como catalizador? Seguro que sí. Como cualquier otra cosa. Como, por ejemplo, que alguien piense que le has mirado mal. Culpar a la televisión, aunque algo de culpa pueda tener en casos puntuales, siempre me ha parecido bastante cínico y una forma estupenda de no querer ver los males reales de la sociedad.
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Estos días se han publicado dos ejemplos que me vienen a la perfección para ilustrar esta teoría. El primero es sobre Barrio Sésamo, la serie con la que han crecido todos los que ahora rondamos o pasan de los 30. La edición en DVD que acaba de salir en Estados Unidos contiene esta advertencia: "El contenido es para mayores y podría no ser apto para los niños de preescolar de hoy". ¡¿¡¿Cómo??!! ¿Que Barrio Sésamo no es apto para los niños de preescolar de hoy? Dice una productora ejecutiva del programa que "hay modelos de comportamiento de entonces que hoy no son aceptables", y cita, atención, a Triqui fumando en pipa y comiéndosela después (ya se sabe que entre los niños de antes el empacho de pipas era muy habitual...) y el carácter gruñón de Blas (porque hoy, como sabemos, los niños no toleran a los gruñones; hay un enanito que tiene sus días contados como Disney haga una edición especial de Blancanieves...). Simplemente alucino. La gente parece pensar que los niños son imbéciles y día tras día nos demuestran que son más inteligentes que muchos adultos.
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El segundo caso es el de El Diario de Patricia. Como ya sabréis, el programa de Antena 3 llevó a una mujer a escuchar como un hombre le pedía matrimonio sin éxito. El tipo tenía en trámites una orden de alejamiento y, tras la negativa de la mujer, la acabó matando esta semana. Ahora sale otro caso, de otro hombre que intentó apuñalar a su ex mujer porque salió en ese programa hablanco con un "cibernovio". A estos programas hay que exigirles un cuidado extremo a la hora de llevar a sus invitados, sí, y parece claro que en el primer caso hubo un fallo grave del programa, puesto que existían antecedentes de violencia. Pero el caso se está saliendo de madre. Bien que ve la gente esos programas. Bien que se calla todo el mundo antes de que pase una tragedia. Pero cuando pasa, todos a saco a por el programa. Creo que es una gran hipocresía. ¿De verdad piensa alguien que esos tipos no habrían encontrado una excusa para agredir a sus ex pareja? Podremos llegar a lograr que la televisión no sea esa excusa, pero la violencia seguirá existendo.
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Luchemos contra la violencia, pero no matemos al mensaje de una forma tan drástica.

miércoles, noviembre 21, 2007

No lo acabo de entender...

Después de este glorioso documento periodístico (¡adoro las hemerotecas!) que supone la imagen que acompaña esta entrada, y sobre todo el titular principal de esta portada, podéis imaginaros que el argumento que utilizo para escribir hoy es la entrevista con la que el ex ministro del Interior celebró en la Cope el 20-N. En ella, Jaime Mayor Oreja dijo la siguiente frase: "El proyecto de Zapatero necesita a ETA para debilitar la nación y sus valores. Por eso este empecinamiento, es porque forma parte la negociación política de ETA como un elemento esencial de su propio proyecto político". Y, claro, como periodista curioso que es uno, me asaltan las dudas...
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La primera proviene de una comparación. ¿Os acordáis del "tú engordas a ETA" que José Mari Calleja le soltó a Isabel San Sebastián en 59 segundos? ¿Veis mucha diferencia con respecto a "el proyecto de ETA necesita a Zapatero"? Yo sí, veo una diferencia esencial. La primera frase la pronunció un periodista, un analista de la actualidad. La segunda, un hombre que ha sido ministro del Interior. Siendo grave la primera afirmación, la segunda es de una maldad increíble. Isabel San Sebastián dijo que recurrirá a los tribunales. Ojalá el Gobierno hiciera lo mismo con Mayor Oreja. Ah, hay una segunda diferencia. Ninguno de los periodistas que se lanzaron a defender a Isabel San Sebastián por ese ataque ha escrito una sola línea para criticar a Mayor Oreja. Y mira que me he ojeado Libertad Digital y todo...
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Otra duda, ésta sobre ETA. El mensaje persistente de muchos dirigentes del PP, entre ellos por descontado Mayor Oreja, es el de que el Gobierno del socialista Zapatero ha fortalecido a una ETA que, con Aznar en La Moncloa, estaba tremendamente débil, en el peor momento de su historia. Si es así, ¿cómo es posible sostener al mismo tiempo que la banda terrorista etarra estaba detrás del 11-M, el más grave atentado terrorista de la historia de España? ¿Cómo es posible entonces negar que "cuatro moros", como dice Federico Jiménez Losantos, fueron los auténticos autores de aquella triste masacre? Me gustaría que toda esta gente no defendiera una postura y su contaria. Si no, es imposible debatir y rebatir argumentos.
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Y otra duda más que mezcla el 11-M y ETA. Cuentan en libros poco sospechosos de ser auspiciados por la izquierda que un destacado asesor de Aznar dijo, tras el atentado de Madrid, que si ETA estaba detrás del mismo el PP sacaría mayoría absoluta, pero que si era un atentado islamista había serio riesgo de perder las elecciones. ¿Cómo es posible defender al mismo tiempo que un atentado de ETA garantiza al PP una mayoría absoluta y que ETA forma parte del proyecto socialista? ¿Y cómo es posible decir que un atentado islamista colocó a Zapatero en La Moncloa y, al mismo tiempo, que quien forma parte de su proyecto es ETA? Qué poco respetan a Zapatero, que hasta le achacan que se equivocara de terroristas con los que pactar...
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No lo acabo de entender, de verdad que no...

martes, noviembre 20, 2007

A mí me preocupa el sueldo de esos siete millones de españoles...

La campaña ya está aquí. Aburrido como estoy de que las campañas electorales duren cuatro años, cansado de escuchar titulares vacíos de los mítines de unos y otros, no voy a valorar el fondo de la promesa (repito, promesa; si ganara las elecciones habrá que recordársela, ¿no...?) que ha hecho Mariano Rajoy de no cobrar el IRPF a quienes ganen menos de 16.000 euros anuales. Pero sí me llama la atención el interés que suscita la propuesta y las reacciones que se han producido. Unos dicen que es imposible, otros se pelean por las cifras (el PP dice, sin dar datos, que el coste sería inferior al de las dos reformas fiscales del Gobierno Aznar, el PSOE que costaría 25.000 millones de euros), otros que beneficia a los ricos... En fin, el aburridísimo debate político de turno, sin entrar en el auténtico fondo de las cosas...

Pero a mí es que lo que me preocupa es otra cosa, un dato que aparece reflejado un par de párrafos más abajo de los grandilocuentes titulares. Dicen que la medida de subir de 9.000 a 16.000 euros el límite para no pagar IRPF afectará a más de siete millones de españoles. ¿A nadie le escandaliza que esa ingente cantidad de ciudadanos gane 16.000 euros o menos cada mes...? ¿Realmente creen que con ese dinero se pueden afrontar los gastos de la vida cotidiana hoy en día...? ¿No es en ese desequilibrio entre los sueldos y el coste de la vida donde deberían trabajar nuestos representantes políticos?

Miro mis nóminas y veo que nunca jamás en mi vida, hasta el día de hoy, y estoy cerca ya de cumplir los 30 años, he cobrado más de 1.600 euros. Y eso contando guardias (en plural) y pagas extras prorrateadas, que sólo tenía 12 pagas anuales. Vamos, una birria de sueldo que no permite ni independizarse, ni meterme en una hipoteca, ni grandes lujos. Siepre he pensado que el verdadero problema de este país no está en los impuestos, no está en los servicios, ni mucho menos en las identidades nacionales. Está en los sueldos, que no suben como el resto de las cosas. A mí se me cae la cara de vergüenza (ajena, claro) cuando leo las informaciones de los beneficios multimillonarios de las grandes empresas. Porque conozco licenciados, con cinco o más años de carrera, que no llegan ni a mileuristas y no se benefician de este estado de bonanza de la economía española.

Ese es el cambio que necesita este país. Ojalá alguien se atreviera a emprenderlo.

viernes, noviembre 16, 2007

Buenafuente y ZP

Anoche estuve viendo la entrevista de Buenafuente al presidente del Gobierno. Me interesaba por ver lo que decía Zapatero (siempre he pensado que hay que prestar atención a lo que dice un jefe o ex jefe del Ejecutivo, aunque Aznar se empeña en demostrarme lo contrario día tras día) y también por lo inédito de la situación. Era la primera vez que un presidente del Gobierno era entrevistado por un humorista. A priori no me disgustó la idea, aunque había oído comentarios (no sólo de votantes del PP, aviso) sobre cómo era posible que un presidente del Gobierno se rebajara a estos extremos y se prestara a circos como éste. Pero después de ver la entrevista me quedé un poco frío.

Me explico. En la media hora que duró la entrevista, no encuentro titulares (me resisto a considerar como tal que al presidente del Gobierno le gustan los frutos secos...). Mira que Zapatero habló y habló, se extendió muchísimo en sus respuestas e incluso se adelantó a preguntas de Buenafuente, sacando temas que el humorista no mencionaba. Pero, más allá de los temas obvios por los que cualquiera habría preguntado al presidente del Gobierno (lo del Rey con Chávez, lo del AVE de Barcelona), no hubo preguntas con miga. Me imagino que, por muy bajo que sea el nivel del periodismo actual en nuestro país (por calidad y por intereses), un periodista seguirá siendo más adecuado que un humorista para entrevistar al presidente del Gobierno.

No fue, por tanto, una entrevista valiosa desde el punto de vista periodístico. Ni hubo grandes titulares (casi toda la presa subrayó como línea más destacada aquella en la que Zapatero hablaba de lo inédito que era que el PP le criticara por defender a Aznar), ni las preguntas pudieron sacárselos. Y yo tampoco encontré en esta entrevista un gran contenido para un programa de humor. Las risas que se escuchaban me parecían forzadas por un operario con el clásico cartel de "Risas" o "Aplausos". Tampoco es que sea un gran fan de Buenafuente, ni mucho menos, pero la entrevista, insisto, me dejó un poco frío.

Debo estar equivocado, de todos modos, porque los resultados de audiencia fueron espectaculares para La Sexta. 1.048.000 personas vimos la entrevista, un 10,8 por ciento de las personas que estábamos viendo la televisión en aquellos momentos, pasada la medianoche. La Sexta tiene una audiencia media del 4,5 por ciento y el programa de anoche de Buenafuente no sólo superó el doble del share habitual de este canal, sino que se convirtió en el espacio más visto de la historia de la cadena, si descontamos las retransmisiones deportivas.

Todo esto me lleva a una reflexión más profunda. Empieza a ser cada vez más obvio que cualquier puede actuar como periodista sin que la mayoría de la gente note la diferencia. Eso es un golpe muy duro para una profesión como ésta, la mía, que vive momentos muy malos. También me preocupa la enorme influencia que el entretenimiento está teniendo en el mundo de la política. La entrevista de Buenafuente a Zapatero o la candidatura a las elecciones generales que el programa Noche Hache va a presentar son dos buenas muestras de ello. No es que me parezcan mal estas iniciativas, de hecho estoy convencido de que siempre ha habido un intento del mundo del espectáculo de formar parte de una u otra forma de la política, pero creo que nunca como ahora ha suscitado tanta expectación.

Me parece una lástima, porque todo esto empezó con brillantez. Le doy el mérito de ser el programa pionero en estas lides al Caiga quien caiga original, ese que el Gobierno de Aznar consiguió hacer desaparecer de la parilla de Telecinco por molesto para sus intereses. Aquel era un programa inteligente, que fue ganándose al público poco a poco, con auténtica denuncia social y política, conducido por un Wyoming que, desde mi modesto entender, nunca ha conseguido volver a esas cotas de talento. Desde aquel Caiga quien caiga, todas las cadenas quisieron tener su sucedáneo (también lo es la versión actual, qué lejos está del original...), quisieron entrar en el mismo terreno que los reporteros de negro. Y no lo consiguieron. Hoy tampoco creo que se esté consiguiendo, pero proliferan programas de este tipo. Lo atribuyo a que el nivel de todos estos campos (política, periodismo, entretenimiento) está bajando alarmantemente. ¿Estaré equivocado...?

miércoles, noviembre 14, 2007

De preestreno

Ayer estuve de preestreno. Fui a ver Redacted, la nueva película de Brian de Palma, su visión sobre la guerra de Irak. Una amiga, que sabe de sobra que me encanta el cine y que De Palma suele gustarme (a pesar de que La Dalia Negra me decepcionó muchísimo) tenía dos pases y me invitó. No era el típico preestreno al que acude el director de la película, tampoco era en uno de los cines importantes de la Gran Vía. Pero sí había gente conocida. Estuvieron periodistas como Jon Sistiaga o Ana Pastor, jueces como Baltasar Garzón o Santiago Pedraz (el que se ha empeñado con valor en mantener abierta la causa por la muerte en aquel país, por el disparo de un tanque norteamericano, de José Couso) e incluso políticos como Gaspar Llamazares, coordinador general de IU.

Estuvimos en una salita más bien pequeña. Esos VIPs de los que hablaba tenían sus butacas reservadas, pero como España sigue siendo un país diferente en el que ya casi nadie respeta nada, hubo gente se limitó a quitar esos carteles que ponían un "RESERVADO" en letras bien grandes y se sentó. Para mí que eso tiene un nombre y se llama mala educación, pero bueno... Alguien de la organización les recordó la existencia de esos carteles, pero las personas a quienes habían guardado esos asientos no le dieron la mayor importancia y buscaron otro acomodo en la sala. Bien por ellos, una lección de saber estar. Durante hora y media, y con unos diez minutillos de retraso, vimos la película. Al terminar, tímidos aplausos y mucho silencio. No es para menos, al margen de su calidad la película es un brutal puñetazo en el estómago que incluso hubo personas que no pudieron soportar y salieron de la sala.

Las charlas quedaron para la salida. Y lo mejor de la noche se produjo allí. Es impreisonante poder comentar una película sobre la guerra de Irak con Jon Sistiaga, una persona que ha estado allí, que ha cubierto la guerra como corresponsal, que ha vivido en aquel país historias que llevarían a muchas personas a querer olvidarlo para siempre. Aunque casi nos estaban echando del descansillo en el que comenzamos a hablar, nos atendió con muchísima amabilidad, nos comentó su punto de vista, nos comparó la película con la realidad. Porque muchos tendremos la tentación de hablar sobre el grado de realidad de Redacted, pero pocos sabrán de lo que hablan realmente. Jon Sistiaga es una de esas personas.

La breve charla que tuvimos me llenó de satisfacción, personal y profesionalmente. Él sí es un periodista de verdad, y no muchos de los que circulan por ahí. Y como periodista que soy, me encanta charlar con gente que de verdad me puede enseñar cosas sobre la profesión. Obviamente, también tuve que decirle que, como él, soy seguidor de la Real Sociedad. Y se llevó esa pequeña alegría que nos llevamos los aficionados al fútbol, sobre todo los que seguimos a equipos más modestos que un Madrid o un Barcelona, cuando nos encontramos con otro como nosotros, y más tan lejos de la ciudad en la que juega la Real. De todos modos, hay mucho realista en Madrid, no creáis...

¿La película? Eso lo dejo para mi blog de cine. Si todo va bien, hoy veré Leones por corderos y las comentaré juntas. Aunque hablen de conflictos distintos, seguro que tienen mucho que ver.

domingo, noviembre 11, 2007

Sentido de Estado

Más allá del cabreo lógico y tan aplaudido del Rey ("¿Te quieres callar?", le espetó a Hugo Chávez, presidente venezolano, cuando éste interrumpía a Zapatero e insistía en criticar a Aznar), lo que ha hecho este fin de semana el presidente del Gobierno es la demostración más palpable de que el actual inquilino de La Moncloa tiene un impresionante y elogiable sentido de Estado, característica imprescindible para cualquier persona que desempeñe o haya desempeñado la tarea de jefe del Ejecutivo. José Luis Rodríguez Zapatero exigió respeto a Chávez por los insultos dedicados a José María Aznar. El motivo era tan simple que Aznar fue elegido por los españoles y, por tanto, merece el respeto de cualquier dirigente político.

La discrepancia política se demuestra (se debiera demostrar, mejor dicho) de otras formas muy distintas al insulto. Zapatero lo ha defendido siempre y ahora lo ha llevado al extremo, defendiendo a un adversario político como Aznar, alguien que ha tratado de desprestigiarle siempre que ha podido. Y lo ha hecho porque es lo correcto. Quizá alguna de las personas que me esté leyendo piense que lo que voy a decir es una barbaridad o una exageración, pero gestos como éste demuestran que Zapatero es un magnífico presidente del Gobierno, con sus aciertos y con sus errores, pero con el sentido de Estado imprescindible para representar a España y a los españoles, mucho más fuera de nuestras fronteras.

Incluso el mismo Aznar ha llamado por teléfono tanto a Zapatero como al Rey para agradecerles el gesto. Pero, en una muestra más de la absurdez en que se mueve el PP desde hace demasiado tiempo, el principal partido de la oposición ha criticado a Zapatero. Sí, sí, el PP ha criticado a Zapatero por defender a Aznar, como lo oís. Dice Gabriel Elorriaga, secretario de Comunicación de los populares, que los incidentes se produjeron por "la imprevisión, la negligencia y la falta de capacidad de actuación" de Zapatero. Todo esto, añade, no habría pasado si el presidente del Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, "hubiesen trabajado correctamente en la preparación de la Cumbre Iberoamericana, mantenido las lógicas reuniones bilaterales con los que iban a participar y llegado con el trabajo hecho y los discursos preparados".

Vamos, la esquizofrenia pura. Aznar llama a Zapatero para darle las gracias y su partido critica a Zapatero... por los mismos hechos. Y entonces recordé unas declaraciones de Aznar de esta misma semana, esas en las que valoraba la actuación de Sarkozy en Chad liberando a las azafatas españolas y diciendo que no se imaginaba una escena al revés. Yo en este caso tampoco me lo imagino al revés. Si un dirigente extranjero censurase de esa forma a Zapatero, no soy capaz de imaginarme ni a Aznar en su día ni a Rajoy (o al próximo candidato del PP, sea quien sea) en el futuro haciendo una defensa tan sincera de un ex presidente socialista. No, no soy capaz, sobre todo porque a Aznar le encanta poner a parir a este Gobierno cada vez que sale de España...

sábado, noviembre 10, 2007

Soy periodista, votante de izquierdas y proclamo mi hartazgo

Ahora soy yo el que va a decir basta. Las respuestas a lo sucedido en la última edición de 59 segundos han colmado mi paciencia. Suele ser bastante respetuoso, dentro de la discrepacia política e ideológica, con los periodistas profesionales que uno lee y escucha en televisión, radio, prensa o Internet. Bastante mal está la profesión, y llevo mucho tiempo denunciándolo, como para que nosotros mismos nos dediquemos a guerras fratricidas inútiles. Pero estoy verdaderamente harto de manipulaciones, de tergiversaciones, de campañas proselitistas. Estoy harto de buscar culpables donde no los hay y conspiraciones donde es imposible que las haya. Estoy harto de que la prensa haya perdido toda credibilidad, y no hay más que preguntarle a la gente que nos lee o escucha, por culpa de estas actitudes.

Los medios y periodistas alineados con la derecha política ya han encontrado un culpable a lo sucedido en 59 segundos. Ya sé que no va a ser una sorpresa, porque es el mismo que tienen para todo. Es el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Llega un momento en que uno piensa si es posible en esta vida que suceda algo malo, negativo, deleznable o perverso en este mundo sin que Zapatero tenga la culpa. Pues también la tiene de la discusión entre José Mari Calleja e Isabel San Sebastián, por si alguien tenía alguna duda. Agapito Maestre en Libertad Digital: "Zapatero y los separatistas (...) son los amos y persiguen a todo aquel que pretenda reconstruir una sola calle, cualquier espacio común, que pudiera servir para detener o rescatar algo de esa urbanización en ruina".

Continúa Libertad Digital en un editorial diciendo que "zafiedad, calumnia y destrucción personal, estas son las consignas que la izquierda mediática parece haber recibido de alguien y que reproduce de forma cada vez más obsesiva y compulsiva". Añade que este comportamiento de la izquierda y de los nacionalistas es "más afín a las prácticas de la Komintern y al estilo de la fenecida prensa falangista que al respeto que cabe esperar en una sociedad democrática". En Diario Siglo XXI Miguel Massanet habla de "la nueva Inquisición, manejada por Zapatero, para acallar a la poca prensa que le es hostil" y afirma que el concepto de democracia del presidente del Gobierno, "por lo visto, se reduce a hacernos tragar a los españoles, como ocurre con las ocas, su pienso especial a base de las recetas comunistas de siempre: totalitarismo, opresión y pérdida de la libertad".

No os vayáis a creer que Zapatero es el único culpable, no. Zapatero tiene a su cargo una serie de meidos y periodistas que le hacen caso en esta deriva totalitaria. Un ejército mediático, por cierto, del que es posible que forme parte yo mismo sin saberlo y sin cobrar por ello, a tenor de los calificativos que leo. "Dice Z que por fin Televisión Española es la televisión de todos. En efecto lo es. De todos los nuestros", nos explica Pablo Molina también en Libertad Digital. La propia Isabel San Sebastián ha exigido que TVE se disculpe, o de lo contrario no volverá a 59 segundos: "Sólo lamentan (TVE y sus directivos) la situación que provocó Calleja y no cómo actuó la moderadora y los responsables del programa, que debían haberle obligado a rectificar. Aquí la insultada y agraviada soy yo. Se han traspasado unos límites intolerables y estoy pensando la posibilidad de emprender acciones legales".

¡Lo que me faltaba, la culpa es de Ana Pastor! Y de 59 segundos, claro, una tertulia en la que periodistas de todas las ideologías confrontan sus posiciones políticas. ¿A quién se le ocurre pensar que eso es pluralidad? Nos lo deja clarísimo Pablo Molina: "Isabel San Sebastián tiene el prestigio suficiente como para no tener que someterse a las vejaciones de un programa preparado para destrozar a quien no piensa como Pepiño Blanco. Yo es que cuando escucho la palabra pluralismo echo mano al revólver que no tengo. Pluralismo no es reunir en torno a una mesa a unos cuantos hooligans zapateristas y un par de periodistas desafectos como nota de exotismo ideológico para que los primeros les azoten, sino la existencia de medios diferenciados en los que quienes comparten ideas y filosofía puedan expresarse libremente".

Así que lo que parece es que se trata de un problema de respeto. La prensa afecta a la derecha política cree que se le ha faltado al respeto a Isabel San Sebastián y pide que no se actúe así, claro. Copio a continuación un extracto de una información publicada en Libertad Digital, que comienza con unas declaraciones de Calleja en El Plural (periódico digital que se autodefine como "progresista", dirigido por Enric Sopena) explicando lo que sucedió en 59 segundos y continúa con una valoración del medio: "'Ella te puede insultar pero no se la puede describir porque entonces se enfada', declara Calleja a una web de agitación e intoxicación pro-gubernamental en la que colaboran otros conocidos tertulianos de 59 Segundos, igual de sectarios en su apoyo al Gobierno que Calleja".

Sí señor, eso es el respeto que piden. Pero hay, gracias a esta polémica, más muestras de ese respeto habitual. Según Pablo Molina, Calleja es un "antaño valeroso defensor de los que sufren el terror nacionalista en el País Vasco, hogaño cómodo asalariado de una de las cadenas del grupo PRISA, desde la que, con fervor típico del neoconverso que vuelve al redil de la secta, se dedica a escarnecer a los que defienden lo que él mismo compartía hace tan sólo unos meses". Jesús Salamanca, en Diario Siglo XXI, habla de "la estupidez profesional llevada a cabo por el prosocialista, José Mª Calleja", y añade que "ya no hay vuelta de hoja: ahora la mediocridad y la falta de ingenio tienen nombre de tertuliano". Vamos, respeto en estado puro, el mismo que, por ejemplo, tuvo Federico Jiménez Losantos hace pocas fechas insultando sin piedad a Ernesto Ekaizer. Os pido disculpas, Google tiene que estar funcionando mal, porque no encuentro respuestas críticas con Jiménez Losantos por todo esto, ni siquiera, ahora que está tan de moda esto de luchar contra el racismo, por sus burlas al origen argentino de Ekaizer...

Federico Quevedo, en El Confidencial, es quien mejor plasma la situación en la que vivimos hoy en día, una situación que, de ser el ciudadano "normal" que el PP quisiera que yo mismo fuera, me tendría que llevar a plantearse salir del país...: "A Ignacio Villa lo manipularon, a la COPE la amenazan, y a Isabel San Sebastián la insultan sin piedad. Ese es el estilo que ha impuesto Rodríguez, que ha impuesto una izquierda decidida a no perder el poder, y si para eso tiene que practicar la Ley de la Mordaza, lo va a hacer sin tapujos. Malos tiempos para la prensa crítica. Y si gana Rodríguez, vendrán peores". Amenazados quedamos todos, en especial los ignorantes como yo que se nos ocurrió un triste día de nuestra vida votar al PSOE, de lo que puede pasar si Zapatero gana otra vez las elecciones...

¿Y por qué estoy harto? Porque toda esta gente esconde que los dos principales portavoz de los Gobierno de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez (amenazas a Prisa) y Pío Cabanillas (que llegó a conseguir que El Mundo publicara una información falsa sobre un viaje de Felipe González a Marruecos), tuvieron sus trifulquillas con la prensa. Porque se les olvida mencionar que en los medios que controla la derecha no es que se levanten los contertulios que no están de acuerdo, es que les echan (incluso a los de derechas, como a Germán Yanke en Telemadrid). Porque se les olvida que nunca hubo ni podría haber habido un programa como 59 segundos en la TVE gobernada por la derecha, que, por cierto, encontró en Alfredo Urdaci al primer y único director de informativos del ente público que tuvo que leer una condena por manipulación informativa.

Porque llevamos años aguantando informaciones falsas (¿Se ha negociado con Marruecos por Ceuta y Melilla? ¿Se ha entregado Navarra a ETA? ¿Es Cataluña la comunidad autónoma beneficiada económicamente por el Gobierno? ¿Fue el 11-M una conspiración etarra-socialista? ¿Se manipuló la mochila que no estalló en los trenes? ¿Había armas de destrucción masiva en Irak...?) publicadas por medios de comunicación que nunca publican rectificaciones que se sí apresuran a pedir a los medios de la cuerda ideológica contraria cuando dicen falsedades. Porque hay periodistas que se dedican a insultar, incluso al Rey y encuentran la defensa de la presidenta de la Comunidad de Madrid, mientras que no respaldar a Isabel San Sebastián es, para Libertad Digital, una "cobarde indiferencia" por parte del resto de periodistas presentes.

Ya basta. Lo dije en mi última entrada y lo mantengo: hay demasiados periodistas, y los veo sobre todo en la derecha, que tienen en su modo de trabajar una loa permanente al PP y una crítica continua al Gobierno. Digo esto desde la independencia que tengo, proclamando que hoy soy votante de izquierdas y recordando, y para eso está el archivo de mi blog, que también sé criticar a un Gobierno de izquierdas cuando se lo merece. Y eso no es periodismo. Eso es sectarismo y dependencia absoluta del poder (y no siempre del poder ejecutivo, como se está viendo). Yo me niego a caer en eso.

Termino esta larga entrada (disculpadme la longitud del texto, os agradezco que hayáis llegado hasta aquí), con dos frases de Edward R. Murrow, uno de los periodistas norteamericanos que más abiertamente se enfrentó al senador McCarthy, ideólogo de la caza de brujas, y que aparece reflejado en la magnífica película Buenas noches, y buena suerte. Son frases muy adecuadas a esta discusión y perfectamente aplicables a la realidad de nuestros días. Y no sólo a la de Estados Unidos.

“Es maravilloso contemplar la velocidad de la comunicación. Pero también es verdad que la velocidad acelera la distribución de la información que sabemos que es falsa”.
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“No podemos confundir discrepancia con deslealtad. Si la oposición leal muere, el alma de América morirá con ella”.

jueves, noviembre 08, 2007

Ellos y los demás

Ayer se vivió una situación inédita en 59 segundos. Después de un cruce de acusaciones entre José María Calleja e Isabel San Sebastián, ella se levantó y se marchó del programa. Y como algunas de las informaciones que he leído no me parecen del todo exactas o evitan mencionar ciertos detalles, paso a relatar lo que sucedió antes de dar mi opinión.

El tema de debate era lo sucedido en el Chad con esa supuesta ONG francesa y los tripulantes españoles del avión que están allí retenidos. José Antonio Sentís, uno de los subdirectores de La Razón, lanzó un duro ataque a la política internacional del Gobierno, por este caso y por otros anteriores. Antonio Casado le respondió que en el afán por criticar al Ejecutivo de Zapatero algunos se olvidan de que se consiguió la liberación de las tres azafatas españolas. Fernando Ónega añadió que el embajador norteamericano en España, en una entrevista en TVE, había dicho que no veía otra forma de haber actuado en este caso.

José Mari Calleja apuntó en ese momento, sin tener el turno, que también había alabado la sentencia del 11-M (que ya había sido debatida antes en el programa, con el habitual enconamiento en las posturas; los periodistas que se alinéan con la derecha siguen pidiendo que se investigue el autor intelectual, los que se alinéan con la izquierda alaban la resolución del juez). Llegó el turno de Isabel San Sebastián, que comenzó diciendo que en la mesa había cuatro periodistas que defendían "vehementemente" al Gobierno y que no hacía daño que hubiera dos, Sentís y ella misma, que le criticaran. Ónega lo negó. Calleja y San Sebastián comenzaron un cruce de reproches mientras Ana Pastor, moderadora del debate y subdirectora del programa, les pedía a ambos que dejaran las descalificaciones personales.

San Sebastián espetó a Calleja que había "cambiado de chaqueta" que "ahora defiendes lo que antes criticabas". Y Calleja le respondió que "defiendes a la ultraderecha" y que "tú has engordado a ETA con tu silencio". La columnista de El Mundo exigió una rectificación, Calleja no se la ofreció, por lo que se levantó y se fue. Sentís apuntó que era "intolerable" lo que acababa de hacer Calleja. El debate continuó y Ana Pastor, en una gran apunte final por su parte, aprovechó el cierre del programa para pedir disculpas a los espectadores por lo sucedido y para decir que espera que Isabel San Sebastián vuelva al programa en futuras ediciones.

Lo que pasó anoche en 59 segundos era previsible, hablando en términos generales. El debate político, y también el periodístico, lleva mucho tiempo viciado. Se están diciendo demasiadas cosas de manera irresponsable y eso lleva al hartazgo. Lo cierto es que hay periodistas alineados con la derecha política que están marcando una línea muy peligrosa. Están diciendo muchas cosas sin pruebas (sobre ETA, sobre el 11-M, sobre España, sobre las relaciones internacionales) y eso está provocando, insisto, mucho hartazgo. Para ellos, sólo hay una forma de hacer las cosas bien, la del PP. Los que no estamos de acuerdo con ellos, tengamos las razones que tengamos, caemos en el mismo saco. Y así, periodistas que se colocan en otro punto del espectro ideológico, políticos de izquierda, nacionalistas e independentistas, terroristas de ETA o islamistas, los jueces que no les gustan y gente de todo tipo son, para ellos, lo mismo. Sólo hay un requisito: que no piensen como ellos. Están ellos y los demás.

Isabel San Sebastián ayer, antes de esta desagradable situación, realizó una encendida defensa de Federico Jiménez Losantos y acusó a Calleja, esta vez sin nombrarle, de querer censurarle (Calleja lo negó con su ironía característica). Sólo en este último debate, al Gobierno le dedicó todo tipo de descalificaciones y utilizó adjetivos como "deleznable", "grotesco", "nefasto" para calificar su política, sus declaraciones o sus actuaciones. Acusó al PSOE de vincular el atentado del 11-M con la guerra de Irak para ganar las elecciones de 2004 (después de hacer un repaso a la hemeroteca de aquellos días de un periódico poco sospechoso de ser socialista como El Mundo, no encuentro ninguna frase de un socialista que se pueda entender de esta forma; es más, el día 13 se publica que Zapatero dijo que "no toca extraer consecuencias políticas" y el diario elogia su actitud de "irreprochable respaldo al Gobierno").

Hay una larga lista de descalificaciones por parte de Isabel San Sebastián a todo aquel que no está de acuerdo con ella. Pero llega el momento en que ella es la ofendida, y se marcha. Isabel San Sebastián exigió unas disculpas que ella no está dispuesta a ofrecer cuando se revela como falso aquello que ella ha defendido de una u otra forma. Es la misma actitud que mantiene Federico Jiménez Losantos, aunque San Sebastián tenga menos grandilocuencia o atención del resto de medios de comunicación. Lo que hizo ayer Calleja fue explotar. A mí me pasa algo parecido viendo 59 segundos, muchas veces no soy capaz de contener respuestas cuando escucho barbaridades y me veo a mí mismo contestando a una pantalla que no me va a responder (veo el programa solo, porque a las horas a las que desgraciadamente se emite, la mayoría de la gente está durmiendo). Es el mismo hartazgo que tenemos muchos ante tanta mentira y tanta manipulación, el mismo que, si recordáis, atribuí al presidente del Gobierno en el último Debate sobre el estado de la Nación, donde respondió con una dureza inédita a las acusaciones de Mariano Rajoy.

No quiero que nadie malinterprete lo que voy a decir a continuación, a pesar de que estoy convencido de que habrá quien lo quiera malinterpretar. No es necesario que reitere mi condena al totalitarismo de unos asesinos terroristas ni que insista en solidarizarme con todos los que viven amenazados, que en el fondo somos casi todos, aunque unos más que otros. Eso se le debiera suponer a todo demócrata, aunque parece que para algunos si no lo decimos constantemente es que nos estamos alineando con los terroristas. Y lo digo: Calleja tiene razón. Llevamos años, desde que Zapatero ganó las elecciones, escuchando acusaciones durísimas contra su Gobierno y contra todo el que le ha defendido. Llevamos años viendo como profesionales de la comunicación creen mucho más a ETA que a un Gobierno democrático. Actúan como voceros de lo que dice la banda terrorista. Se posicionan junto a su versión de los hechos antes que junto a su Gobierno (y aquí la ideología no importa; el de Aznar era también mi Gobierno porque lo eligieron los ciudadanos). ¿Quién es el beneficiado de todo ello? ETA, sin ninguna duda. Esta actitud se la he criticado en numerosas ocasiones al PP, y también se la critico a los periodistas que van incluso más lejos que los dirigentes populares.

Los periodistas deben ser más responsbales con lo que dicen. El uso incontrolado de la irresponsabilidad es lo que provocó la situación de ayer en 59 segundos. La mayoría de las informaciones sobre lo sucedido se van a quedar en la anécdota (que Isabel San Sebastián se marchó del programa) y se olvidarán de lo que realmente hay detrás. Y detrás está el enfrentamiento brutal en que vive inmerso este país a casi todos los niveles, por mucho que algunos lo pretendan ocultar. Hay profesionales de la comunicación que están avivando fuegos muy peligrosos. Lo de ayer fue una anécdota. Pero corremos el riesgo de que salten más chispas incontroladas y tengamos que luchar por apagar un auténtico incendio. Estamos todavía a tiempo, pero la responsabilidad tiene que convertirse en el eje de la profesión periodística. Hoy no lo es en demasiados casos. Todos debieran reflexionar para que la cosa no vaya a peor.

miércoles, noviembre 07, 2007

¿Ídolos caídos?

La semana pasada se conoció que Martina Hingis dejaba el tenis. La decisión la toma después de ser informada de que dio positivo por cocaína en el último Wimbledon. Recuerdo que una de las primeras entradas que escribí en este blog fue para congratularme del regreso de Martina a las pistas. Siempre me encantó su tenis, sigo a esta deportista desde que empezó, desde que comenzó a deslumbrar con 16 añitos, plantándole cara a la todopoderosa Steffi Graf. Y por eso la noticia me ha dejado algo desconcertado.
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Siempre he creído que un deportista, y más del nivel de Martina (43 títulos individuales, cinco de ellos del Grand Slam), tiene la responsabilidad añadida de ser un modelo para sus seguidores. Consumir drogas, desde luego, no forma parte de ese modelo de conducta, y mucho menos en los momentos previos a la competición. Ella dice que es inocente, que un segundo control privado (y por tanto no válido ante las autoridades deportivas) dio negativo, pero sabe que la batalla legal puede durar años. Dice que por eso se retira ahora del tenis, por el tiempo que puede durar este asunto y porque ya tiene 27 años, una edad que ya empieza a ser alta para este deporte profesional.
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No voy a caer en la demagogia y en el forofismo de decir que Martina tiene que ser inocente, por mucho que quiera que lo sea, sólo porque me encantaba su tenis. No tengo ni la más remota idea de si ha consumido cocaína, si el análisis es un error o si hay algo más. Pero sí confieso que me entristecería muchísimo que al final de todo este proceso se supiera sin lugar a dudas que Martina consumió drogas. "Personalmente me aterraría consumir drogas. Cuando me informaron me quedé impactada", ha dicho la ya ex tenista en la rueda de prensa en la que anunció, entre lágrimas, su adiós al deporte profesional. Ojalá sea así, de verdad. Si no, Martina será un ídolo caído más, uno de los ya demasiados que pueblan el deporte de élite.
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Corren malos tiempos para el deporte. El ciclismo anda metido en escándalos continuos de dopaje. El tenis vive ahora esta noticia y las informaciones sobre amaño de partidos. Árbitros de la NBA han sido sancionados por apostar. La Fórmula 1 está viciada entre espionajes y decisiones de la FIA. Italia vivió hace no tanto un enorme escándalo de compra de partidos de fútbol, el escándalo que dio con los huevos de la todopoderosa Juve en la Serie B del Calcio. Y podríamos seguir. No es que éste sea un fenómeno nuevo, que los que siempre hemos tenido ilusión por el deporte podemos hablar de aquel dopaje de Ben Johnson en los juegos de Seul de 1988, hace ya casi 20 años. Pero no deja de ser triste que el deporte se convierta en un cementerio de ídolos caídos.

martes, noviembre 06, 2007

Delirante oposición

La actualidad de los últimos días ha dejado alguna noticias en las que el PP ha demostrado que no sabe hacer oposición. Sencillamente no sabe. Su forma de reaccionar a un par de cuestiones internacionales evidencian que su oposición consiste en defender lo contrario de lo que hace el Gobierno de Zapatero y punto, por muy disparatado y delirante que sea. Mira que las relaciones internacionales es uno de los puntos flojos de este Gobierno. Mira que se le podrán criticar cosas en ese sentido. Mira que Moratinos es uno de los ministros más decepcionantes de la legislatura. Pero lo que he oído desde las filas del PP sobre la detención en el Chad de unos cuantos españoles y de la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla es, sencillamente, inaudito.

Vamos con lo del Chad. Resulta que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, viaja al Chad y consigue la liberación de las azafatas españolas, las trae a Madrid y queda como el bueno de la película. El papel de Zapatero se limita a recibir en España a las liberadas y a hablar con el presidente de Chad por primera vez hace pocas horas, dejando en manos del Ministerio de Asuntos Exteriores toda la gestión de la crisis. Dice José María Aznar, ese irresponsable que aunque parezca mentira por su comportamiento posterior estuvo sentado en La Moncloa durante ocho años, que se siente "humillado" como español y que no es capaz de imaginarse la situación al revés.

Lo que Aznar no dice es que Chad fue colonia francesa, que mantiene numerosos lazos políticos y judiciales que facilitan la intervención de Sarkozy. Como ejemplo, si los franceses de la ONG implicada en este asunto son finalmente juzgados en Chad lo más probable es que cumplan condena en Francia en virtud de un acuerdo que tienen en materia de justicia. ¿"Humillado" por que un país amigo y miembro como el nuestro de la Unión Europea, donde se practica eso que se llama "auxilio diplomático", eche una mano en un asunto en el que tiene mucho más poder que España en las relaciones con el Chad? Pues no veo por qué debiéramos estarlo. Y no entiendo que un ex presidente del Gobierno no vea que un estado aliado puede ayudar a otro en situaciones así.

Vamos al tema de Ceuta y Melilla. Dice el portavoz del PP en asuntos internacionales, Gustavo de Arístegui, que Zapatero guarda un "silencio imprudente" sobre la españolidad de Ceuta y Melilla, y que eso fue lo que mostró en su última visita a Marruecos en la que, añade, se insinuó la posibilidad de una soberanía compartida de ambas ciudades. El presidente popular, Mariano Rajoy, ha eludido dar al Gobierno parte de la responsabilidad de esta visita y sí ha felicitado a la Casa Real por la iniciativa. Fuentes del PP sí dan responsabilidad a Zapatero por esta visita oficial, pero sólo para poder criticarla y considerarla "un cálculo oportunista, para envolverse en la bandera de España por intereses electorales, y sin medir las consecuencias". No importa la coherencia con tal de criticar al Gobierno.

Los hechos indiscutibles son que José Luis Rodríguez Zapatero ha sido el primer presidente del Gobierno en visitar las ciudades autónomas, en un gesto que reafirma su españolidad. Bajo el mandato de Zapatero, los Reyes han hecho su primera visita oficial a ambas plazas, esta que tanto malestar dicen que ha suscitado en Marruecos. No se me ocurre mayor afirmación de la españolidad de Ceuta y Melilla que la primera visita oficial en toda la historia del presidente del Gobierno y del jefe del Estado. También es indiscutible que la mayor crisis con Marruecos más o menos reciente se produjo con el PP en el Gobierno. ¿O ya hemos olvidado todo lo que originó aquel islote denominado Perejil y lo que decían los ministros de aquel Gobierno Aznar, entre los que se contaba Mariano Rajoy?

En ambos casos, el Gobierno podrá haber actuado mejor o peor, y sin duda habrá cuestiones que se le puedan criticar. Pero el PP no quiere analizar los hechos, no quiere que España salga beneficiada de ambos conflictos diplomáticos, no. Lo único que quiere es criticar al Gobierno por lo que sea, cuando sea y sin tener en cuenta lo que dirigentes populares hayan dicho o hecho con anterioridad sobre el mismo asunto. Mira que sería fácil criticar al Gobierno por la actuación de su Ministerio de Asuntos Exteriores. Pero así no. Esto no es oposición. Esto es delirio. Esto es demagogia.

domingo, noviembre 04, 2007

...Y casi llego tarde

Aunque parezca mentira, ayer estuve a punto de llegar tarde a una cena que tenía a las 21.00 horas por culpa de un partido de fútbol que se disputó a las 13.45 horas... Bueno, por culpa del partido no, por culpa de la caótica organización de TVE en sus emisiones deportivas, una muestra más de que en el Ente Público no se suelen hacer bien las cosas. Voy al relato de los hechos.
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Leo en la prensa por la mañana, y ya me llevo el primer cabreo, que TVE no va a ofrecer en directo el partido entre Arsenal y Manchester United, primero y segundo de la Premier League inglesa, los dos únicos equipos que hasta ahora han ganado sus tres encuentros de Champions. Me cabreo porque pienso que ya que han pagado una millonada por los derechos lo normal es dar en directo los mejores partidos, ¿no? Pues no, se anuncia el partido en diferido a las 16.00 horas por Teledeporte.
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Pongo Teledeporte a las 15.55 horas y me encuentro con que están poniendo el partido de Rafa Nadal en el Master Series de París. Me paso a La 2... y me encuentro con que también están poniendo el partido de Nadal. ¿Por qué demonios ofrecen lo mismo en los dos canales? A las 16.15, Juan Carlos Rivero corta el tenis en La 2 para conectar en directo con Cheste para dar los resultados de los entrenamientos de motociclismo... que habían terminado más de una hora antes. Y regresamos al tenis en mitad de un juego. Pensando en el partido de tenis, podrían haber ofrecido el fútbol en directo, porque se acabó unos diez minutos antes de que empezara Rafa. O podían haberlo puesto en La 2 o en Teledeporte mientras jugaba Nadal, sin entorpecer la retransmisión en directo de la segunda semifinal. Pues no. El Arsenal-Manchester lo iban a poner a las 17.30 horas.
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Pero, claro, como Nadal nos suele jugar partidos de tres sets (a ver si hoy gana a Nalbandian), pues los minutos van cayendo y pasamos ampliamente de las 17.30 horas. Al final la retransmisión del partido comenzó a las 18.05. ¿Se puede hacer peor? Sí, se puede. SIn dar el partido en directo, a las 15.35 Sergio Sauca da en el Telediario el resultado del partido, destrozando la ilusión del falso directo a quienes queríamos verlo. ¡Y encima dijo mal el resultado y tuvo que rectificar dos minutos después! Un desastre, vamos... El fútbol televisado acabó a las 20.05, seis horas y 20 minutos después de la hora de comienzo real del partido, tiempo suficiente para arreglarme y poner rumbo a casa de los amigos que nos invitaron a cenar.
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Por cierto, el partido acabó 2-2 y lo disfruté un montón, porque sigo creyendo que la Premier es una Liga bastante mejor que la sobrevalorada española. Y la cena fue un gustazo tremendo. Comimos de fábula y tuve una compañía y unos anfitriones de auténtico lujo.

viernes, noviembre 02, 2007

Escribir sin saber

"Me gustaría encontrar algún día un trabajo tan privilegiado de criticar a todo el mundo sin saber nada o sabiendo muy poco". Esto es lo que dijo Bernd Schuster, el entrenador del Real Madrid, a los periodistas que estaban en la rueda de prensa del otro día. Era su forma de decir que los profesionales de la información critican a su equipo (esto era antes de que ganara 1-5 en Mestalla; supongo que cuando esos mismos periodistas hablan bien de su equipo, con las maravillas que han utilizado tras ese último partido, no les dirá lo mismo, claro...) porque no tienen ni la más remota idea de lo que están diciendo. Vamos, que él sabe lo que dice y es un profesional como la copa de un pino, y los periodistas son unos paletos ignorantes que no debieran tener derecho a valorar su divino trabajo ni es para lanzarle halagos.

La primera reacción al escuchar esto es la de pensar que Schuster ha perdido el norte, no sabe lo que dice, que falta al respeto a toda una profesión sólo por una rabieta de niño pequeño ("tú eres malo", "tú más"). Pero uno se da cuenta poco a poco de que, aunque no tiene ninguna legitimidad ni razones para decirlo, al final resulta que tiene toda la razón. Hoy cualquiera puede ser periodista. Su formación es irrelevante. Su bagaje personal y/o cultural, innecesario. Su conocimiento de los temas de los que habla, absolutamente prescindible. Conozco a un ¿periodista? (por mucho que tenga un título de licenciado; a quienes llevamos la profesión en el corazón eso no nos vale) que al hacer su noticia sobre el último discurso sobre el estado de la Nación omitió la frase de Rajoy en la que exigía a Zapatero que sacara las actas de sus reuniones con ETA o "tomara el camino de la Zarzuela". Y me juego el cuello a que la omitió porque no sabía qué significaba eso exactamente.

Siempre había pensado que los periodistas ofrecían respuestas a las preguntas que el poder no quería contestar. Hoy es al revés. Plantea preguntas sabiendo que no tiene la respuesta ni quiere buscarla, sólo para sembrar dudas, no para resolverlas. Siempre había pensado que el periodista planteaba las preguntas que el poder quería ocultar. Hoy también es al revés. Plantea las preguntas que un poder quiere plantear para sacar beneficio propio y para incomodar al poder rival. Hoy el periodista no es periodista, sino una extensión del poder. Trabaja para el poder. Complace al poder.

Y hasta le pide disculpas. Recuerdo hace años cuando Manuel Fraga, entonces presidente de la Xunta de Galicia, justificó la invasión y guerra en Irak de esta forma. "Sólo en un año mueren en las carreteras de Estados Unidos el equivalente a la población de Lugo, pero eso no justifica que se prohíban los coches", dijo. Y yo titulé algo parecido a esto: "Fraga compara las muertes civiles en Irak con los que se producen en accidente de tráfico en EE UU". Llamaron de la Xunta para quejarse. Vino mi director a pedir que cambiáramos esa noticia. Yo dije que no era posible. Que eso era lo que había dicho y que no había otra forma de contarlo. "Tenéis un problema. Solucionadlo", fue lo que le dijo a mi jefa. Y lo solucionamos. Mandamos una nota a todos los abonados pidiendo la anulación de esa noticia.

Pensad en el 11-M. Pensad en cuánta gente no se ha atrevido durante estos años a proclamar que ETA estaba detrás del atentado. Y ahora pensad en cuánta gente ha insinuado que "podría" haber un comando etarra en Madrid en aquellas fechas, que los terroristas islámicos tenían una tarjeta del Grupo Mondragón, que "quizá" la mochila que no estalló no estuvo custodiada todo el tiempo, que "hay que seguir investigando". Pensad en cuántos periodistas han jugado con rumores infundados, con informaciones imprecisas, con tergiversaciones interesadas. Nadie profundiza. Nadie publica o emite informaciones que aclaren dudas. Hoy los periodistas, algunos periodistas, siembren dudas. Y con ello, siembran discordia.

¿Y cuál es el comienzo de todo esto? Que muchos periodistas no saben de lo que hablan, como dice Schuster. Pero todos ellos quieren jugar a que sí saben. Y así engañan a la gente. Porque cuando hablan o escriben parece que tienen algún dato que el común de los mortales no tiene. Y es mentira, tan mentira como los datos que decía tener Aznar cuando nos dijo que le creyéramos, que Irak tenía armas de destrucción masiva. Juegan con ilusiones, construyen castillos de naipes. ¿Que alguien los derriba? Qué más da. Ya no hay que probar lo que se dice. Ya no se asume la responsabilidad que comporta abrir la boca y soltar graves acusaciones que se revelan falsas al final. No. Basta con lanzarlas. ¿Eso es periodismo? No. No puede serlo. Me resisto a creer que lo sea. Pero hay demasiada gente que sí lo creo. Y así está esta noble profesión...

jueves, noviembre 01, 2007

Un meme personal

Como he sido nominado desde el blog de Mara, Cuentos de un Hada Cansada, para hacer un meme, pues allá que voy...

1) Coge el libro mas cercano, ve a la pagina 18 y transcribe la línea 4.
Esta va a ser curiosa: "...Star, the Earth-1 Superman, who came into being at the same time as the new versions of those other heroes...". Procede de un libro que se llama Comic Book Heroes of the Screen, en inglés por supuesto, que recoge todas las adaptaciones al cine y televisión de personajes del cómic. En la habitación en la que estoy sólo hay libros de cómic, de cine o de la Real Sociedad, la ficción está en otros rincones de la casa, me temo...

2) Cuenta la último que viste en la tele.
Pues esta mañana parte del especial dedicado a la sentencia del 11-M de 59 segundos, que me lo grabé anoche porque no lo pude ver en directo. Ayer los informativos de mediodía (Helena Resano en La Sexta me tiene de seguidor fiel) y antes el DVD de extras de Taxi Driver, película imprescindible, por cierto...

3) Aparte del ruido del ordenador, ¿qué más se escucha en este momento?
La banda sonora de la película Hostage, de Alexandre Desplat, un compositor que me gusta bastante desde que le descubrí en La Reina... Siempre escucho bandas sonoras cuando estoy escribiendo algo en el ordenador.

4) ¿Cuándo te reíste por última vez?
Ayer por la noche, en la cena con los amigos. Sobre todo antes, cuando en el autobús nos encontramos con un latinoamericano (él decía "amerindio") borracho que no dejaba de gritar "¡Abajo el colonialismo!, ¡abajo el capitalismo!", y que nos recibió cuando subimos al vehículo con un "¡Viva Franco!". Y cuando nos marchábamos a casa, antes de coger el búho, nos volvimos a encontrar con el mismo tipo por la calle. Y creo que nos reconoció... La noche no podía acabar de otra forma, no...

La risa de anteayer me gustó más, mucho más. Fue con la niña pequeña de una gran amiga, que tiene poco más de año y medio y que, más o menos, ya es capaz de decir mi nombre, je, je...

5) ¿Que hay en las paredes donde te encuentras ahora mismo?
Pues en la que estoy mirando directamente, nada de nada. En las otras que me rodean, alguna cosilla de Star Wars, que para eso soy fan de la saga galáctica, y mi título de licenciado en Periodismo.

6) ¿Como vas vestido/a en este momento?
Pues con el pijama. Día de fiesta y en casa tranquilito...

7) Algo que los bloggers no sepan de ti.
Llevo dándole vueltas a esto unos cuantos minutos, no os voy a engañar... Normalmente me considero un libro abierto, para saber algo de mí no hace falta más que preguntarme, y creo que en mis entradas aquí o en mis otros blogs, explícita o implícitamente, ya he contado muchas cosas...

Pero bueno, habrá que poner algo... Ya está: en los ocho años de colegio no me escapé de ninguna clase, en los cuatro años de instituto, sólo de dos. Llegó la universidad, un tal Lobato de profesor de Economía, y comenzó mi abstentismo estudiantil... Por cierto, que carrera más nefasta la de Periodismo. Mi gran logro en la facultad fue ganar un año la liga interna de fútbol sala, creo que con eso lo digo todo...

8) ¿Cómo son tus manos?
Pues no sé muy bien cómo responder a esa pregunta... ¿Normales...? De crío me comía las uñas, pero aparte de eso...

9) ¿Qué se ve desde tu ventana?
Parte de mi terraza y un árbol bastante grande que tapa la calle, aunque se intuyen entre las ramas algunos coches aparcados en una zona libre de la tiranía recaudatoria de Ruiz-Gallardón y sus parquímetros.

10) ¿Qué imagen podría definirte?
Difícil de decir... De hecho, le he estado dando vueltas para poner algo parecido para ilustrar esta entrada, pero no he encontrado nada que de verdad me defina. No creo que sea tan fácil definirme como para que sirva una sola imagen...