miércoles, octubre 31, 2007

Reacciones preparadas e inalterables

Tras escuchar la lectura de lo fundamental de la sentencia en el juicio por los atentados del 11-M, la principal conclusión es que no va a cambiar ninguna de las posiciones periodísticas o políticas que se mantenían antes de oírla. Me suena triste, pero es así. Nadie se va a bajar del burro. Nadie va a admitir que se equivocó. Todo lo que se dirá a partir de ahora formara parte de un guión ya establecido de antemano, serán reacciones preparadas y que no se podrán alterar, pase lo que pase. Si acaso, habrá algún ligero maquillaje, pero creo que era bastante evidente lo que unos y otros iban a decir después de esto.
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No es ninguna sorpresa que El Mundo abra su edición digital diciendo "El Egipcio, absuelto de la autoría intelectual de los atentados del 11-M" o que la Cope abra con este titular: "El Egipcio, entre los ocho absueltos por el 11-M cuyos autores son yihadistas". Tampoco sorprende que El País diga que "'Ninguna prueba' apunta a ETA" o que la SER resuma la sentencia diciendo que "Ni rastro de ETA, ni lagunas en la investigación judicial". Lo mismo pasa con los políticos. Zapatero dice que "hoy ha sido fijada la verdad" y Rajoy destaca que "los acusados como inductores o autores intelectuales, en los términos que utiliza la sentencia, no han sido condenados como tales". Todo lo previsto, lo mismo que han mantenido durante los últimos años. El empecinamiento, la falta de autocrítica, la persistencia por encima de los hechos, me entristece mucho.
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Pero en realidad hoy estoy algo más contento. Aunque no haya terminado el proceso porque ahora van los recursos, tenemos a un grupo de personajes que estuvieron detrás de la matanza del 11-M ya condenados y se van a pasar muchos años en la cárcel. Eso es una noticia maravillosa. Las víctimas ya saben que todos esos son culpables. Ni eso ni las indemnizaciones les va a consolar, pero ya tienen algo a lo que agarrarse, y eso es importantísimo. Los mecanismos del Estado de Derecho funcionan, y en casos como éste funcionan muy bien. Ningún otro país que haya sufrido un atentado de esta magnitud ha tenido esta capacidad investigadora y esclarecedora. Ninguno. Debiéramos estar orgullosos de esto por encima de todo.
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No quiero hacer un análisis detallado, porque con la información que tengo en estos momentos sería algo frívolo por mi parte. Pero sí quiero insistir en una pequeña satisfacción personal que me deja esta sentencia. Aunque ahora digan lo contrario, desde el PP y desde su entorno mediático se han sembrado dudas durante estos tres años y medio. Dudas sobre la investigación policial, sobre la mochila cuyo valor de prueba ya ha quedado demostrado, sobre el proceso judicial. Ahora lo niegan y si insisten en ello quizá algún día bucee en las hemerotecas y ponga aquí algunas de las frases que hemos oído en este tiempo. Pero el juez lo ha dejado claro: nada apunta a ETA. Nada. Ni una sola prueba, ni un solo hecho. Nada.

domingo, octubre 28, 2007

Un día histórico

Los periodistas solemos abusar de la calificación de "histórico". Es raro escuchar un informativo en televisión en el que no se utilice ese término por lo menos una vez. El 28 de octubre de hace 25 años fue histórico, verdaderamente histórico. Tras 40 años de dictadura, el PSOE ganaba las elecciones generales. Era el paso definitivo para confirmar que la Transición era algo serio. No había entonces en España una conciencia absoluta de democracia y había un alto porcentaje de personas que añoraba el régimen franquista o que no tenía claro que el futuro del país pasara por el nuevo sistema democrático.

La victoria socialista confirmó que todo era posible y fue tan necesaria para la sociedad española, aunque la de hace 25 años en mucha mayor medida, como la victoria del PP en 1996. Esos dos resultados reforzaron la idea de que todas las ideologías políticas democráticas tenían cabida en la monarquía parlamentaria que consagró la Constitución y partidos de muy distinto esprectro podían aspirar a gobernar en España y en sus comunidades autónomas. Eso es lo que demostró por primera vez aquel 28 de octubre, y en un ambiente no demasiado favorable, ya que la intentona golpista que esta prevista para aquellas fechas impregnaba el ambiente político y limió mucho las celebraciones de la izquierda.

La memoria es ingrata y el recuerdo que parece haber quedado en demasiada gente de aquel gobierno socialista de Felipe González es aquella España de la corrupción. Hay periodistas que siguen empeñados en valorar estos 13 años de gobierno sólo por los GAL, por Filesa, por Luis Roldán o por Juan Guerra. Un error muy propio de periodistas (y lo digo siendo uno de ellos) es la falta de perspectiva. Queremos hacer juicios aquí y ahora, pero juicios que sean absolutos y definitivos. Eso nos suele llevar a equivocarnos gravemente a la hora de enjuiciar acontecimientos históricos. Y enjuiciar estos gobiernos de Felipe González o la trascendencia histórica que supuso esta victoria de 1982 por estas cuestiones, por graves que fueran (que lo fueron), sería un error. No hay que olvidarlas, pero no es todo lo que sucedió en los años de gobierno socialista.

El Gobierno de Felipe González significó la modernización de España en muchos sentidos, en infraestructuras y en derechos sociales. Fue con Felipe González con quien España entró en la entonces Comunidad Económica Europea, fue con Felipe González con quien este país comenzó a tener relaciones normalizadas con la mayoría de los países de su entorno geográfico y económico. Quizá sea hora de empezar a volver la vista atrás y reconocer todo lo positivo que tuvo su largo mandato, todo lo que se consiguió en esos años. Quizá sea hora de abandonar algo del odio y del rencor con el que vivimos y recordamos, y abramos el horizonte más allá de esa España del "paro, despilfarro y corrupción" que durante tanto tiempo se ha querido asociar a Felipe González.

Me atrevo a decir que Felipe González, por todo lo que supuso, es hasta el momento el presidente del Gobierno más importante de la moderna democracia española. Lo que es indiscutible es que, en la mediocre política actual, no hay nadie que tenga el nivel de Felipe.

sábado, octubre 27, 2007

Nos acabarán prohibiendo al pobre Coyote...

Quejarse por quejarse es el deporte nacional, eso está claro, pero las quejas hay veces que llegan a puntos que me parecen un poco ridículos. Os cuento. Por lo visto, debe de haber un clamor social para pedir la retirada de la última campaña de Burger King. Dicha campaña tiene, que yo conozca, dos spots. En uno, un pollo gigante baja un globo de un árbol y se lo da a una niña, para después pincharlo y dejar a la cría llorando. En el segundo, y este es el que ha soliviantado a las masas, primero acaricia a un cachorro de gato y después lo tira a un contenedor de basura para coger un tostador. Dulce... o no tan dulce, quiere decir Burger King que es su nueva hamburguesa.

El caso es que ya nos han salido las habituales asociaciones de lo que sea para pedir la retirada del segundo anuncio porque, dicen, fomenta el maltrato animal. Os confieso que alucino... Anda que no existen series, películas, anuncios y dibujos animados que simulan (insisto, simulan, porque dentro de poco alguien hará correr el rumor en Internet de que rodaron 16 tomas de este anuncio y utilizaron un gato distinto en cada una que acabaron enterrando en un descampado por ahí perdido...) situaciones como ésta. Al final alguien pedirá la retirada de los dibujos del Coyote, perpetuamente maltratado por el Correcaminos, o los de Silvestre, que no hace nada más que sufrir a manos del aparentemente inocente Piolín...

Encuentro en un foro a algunos internautas que se muestran indignados por el anuncio y explican sus razones. "Intuyo que deben haber maltratado al animal y no me parece bien si es así", dice uno (yo podría decir que intuí en El Padrino que le cortaron la cabeza a un caballo de verdad para aquella escena tan gloriosa...; ¡qué gentuza!). "A ver si lo quitan y dejan sólo el de que le pincha el globo a la niña, ese si me gusta", dice otro (o sea que no se puede tirar un gato a la basura pero sí maltratar a una chiquilla pinchándole un globo, ¡eso sí que no es maltrato, tiene razón!). "Un niño podria llegar a entender mal el significado y por ahi empieza la decadencia", añade otro más (lo dicho, nos acaban prohibiendo un día de estos al Coyote pensando que los niños, en vez de niños, son idiotas perdidos...). Y sentencia una internauta más: "Pues me parece fatal tirar un gato a la basura, son seres humanos y no hay que tratarlos así" (este argumento no lo voy a comentar, resistiré la tentación...).

Este asunto puntual me lleva a una reflexión de fondo. En realidad, no nos preocupa el maltrato animal. Nos estamos autoengañando. Lo que nos preocupa la imagen del maltrato animal. No nos preocupa el racismo, sino la imagen del racismo. Tampoco el machismo, sólo la imagen del machismo. Quejas como ésta me parecen inapropiadas y la publicidad suele ser un objetivo prioritario de los diferentes colectivos que se sienten agraviados y aludidos. Creo que ya va siendo hora de que nos preocupen los problemas y no la imagen de los problemas. El daño preocupante es el maltrato animal en la vida real, no un anuncio como éste. Me imagino que no todo el mundo estará de acuerdo conmigo, pero estas polémicas me parecen frívolas y desproporcionadas.

A mí este anuncio no me genera ni simpatía ni rechazo, pero ni mucho menos me convierte en un psicópata deseoso de maltratar gatos. Quizá peco de ingenuo, pero ¿de verdad alguien considera posible que una persona se sienta incitada a tirar a un gatito a un contenedor de basura sólo por haber visto en un anuncio a un tipo disfrazado de pollo haciéndolo...?

jueves, octubre 25, 2007

¿Y por qué no lo hacen siempre...?

Este de aquí es Sergi Xavier Martín Martínez. Es el individuo que se dedicó a pegarle a una chica ecuatoriana en un tren de Barcelona. A estas horas todavía desconozco qué habrá decidido hacer el juez con él. Yo lo tengo claro. No veo a este tipo preparado para la vida social. La condena debiera ser ejemplar y ejemplarizante. Pero no quería analizar el caso de fondo, que es tan obvio que poco debate puede haber.

De lo que quiero hablar es de todo lo que ha movido este caso. Porque creo que estamos cometiendo muchos errores en la gestión del mismo. Es obvio que la agresión es deleznable y perseguible, pero estamos dando la sensación de que es la primera vez que pasa. ¿Por qué no queremos darnos cuenta de la realidad? ¿Por qué sólo periodistas e instituciones políticas y judiciales se mueven cuando hay imágenes como en este caso (y a veces ni siquiera cuando las hay)? ¿Por qué no muestran esa buena y justa voluntad siempre?

Los medios de comunicación tienen un enorme poder. Ese es el poder que, a mi juicio, hay que utilizar para denunciar las injusticias sociales como ésta. En este caso, ha sido el poder de los medios de comunicación el que ha generado alarma social y, probablemente, que actúen de otro modo las instancias políticas y judiciales, y eso es una gran noticia. Pero a veces asombra tanto foco sobre un solo caso puntual y tan poca atención sobre otros. Hace no demasiadas fechas, un joven negro fue salvajemente agredido y las lesiones que sufrió le han dejado postrado en una silla de ruedas. Ayer La Sexta Noticias, en la edición que presenta la estupenda Helena Resano, volvió a sacar imágenes de este caso. Pero esta barbaridad, que además tiene unas secuelas físicas irrecuperables, no ha generado la respuesta que sí se ha producido en este otro caso, el de la joven ecuatoriana.

Otro error de los medios de comunicación ha sido recoger las declaraciones de este tipo, que ha hablado como si mereciera la pena escucharle. Quien tiene que oírle es el juez y sólo el juez. ¿Qué interés puede tener escuchar en televisión al protagonista de una agresión física y verbal, racista, machista y sin sentido? ¿Por qué le ponen un micrófono en la boca como si su versión de algo tan repudiable tuviera interés periodístico? ¿Por qué parece que tienen sus palabras el mismo valor informativo que la de la víctima de su agresión? Ya está bien de dar la palabra y escuchar a agresores (lo mismo podría decirse para cualquier criminal, y eso incluye a ETA, pero ya sabemos que hay periodistas más empeñados en criticar al Gobierno o a cualquier institución del Estado que a censurar los comportamientos ilegales; pero ese es otro tema...).

Me parece maravilloso que el ministro de Justicia, Fernández Bermejo, atienda la alarma social que ha provocado este caso y haya dado instrucciones para que la Fiscalía actúe contra este tipo y acabe en la cárcel. ¿Pero de verdad es necesario que se produzca todo este circo para actuar? ¿Por qué la Justicia no se moviliza igual cada vez que hay un trato vejatorio, discriminatorio y violento hacia cualquier ciudadano? Da la sensación de que si no sales en la televisión no eres nadie, y eso puede valer para el famoseo, pero nunca para el ciudadano de a pie. Da la sensación, una vez más, que la Justicia tiene graves lagunas, ya sea por falta de medios o de interés, que provocan que acciones como ésta puedan quedar sin el castigo que merecen si no se da una conjunción de acontecimientos que lo facilite.

Es impresionante ver que el Gobierno ecuatoriano se moviliza para poner todos los medios al servicio de esta chica y su familia (han enviado a la ministra de Exteriores y le han prometido los mejores abogados del Estado), pero ¿de verdad creen los políticos de aquel país sudamericano que es la primera ecuatoriana que sufre episodios como éste? En ese mismo informativo de La Sexta del que hablaba salieron cuatro o cinco ecuatorianos que relataron episodios de agresiones verbales, y estoy seguro de que si nos tomáramos la molestia encontraríamos otros compatriotas suyas que han vivido agresiones físicas como las de esta joven. Puede que incluso peores. Y quien dice ecuatorianos, dice inmigrantes de cualquier otro país. Pero en esos casos nadie se ha movilizado para que los crímenes que han sufrido no queden impunes.

Soy el primero que quiere que este tipo sufra un castigo ejemplar, y ojalá sirva para evitar algún caso futuro como éste. Además de las ya famosas imágenes del tren, su chulesca actitud posterior le delata como alguien que no tiene la más mínima preparación para convivir con otras personas, con el resto de los ciudadanos. Pero este caso revela igualmente una injusticia: la que sufren otras tantas personas agredidas de alguna manera y a las que no prestamos atención. Eso también es desigualdad. Y la culpa es, sobre todo, de medios de comunicación, políticos y jueces. Porque en su mano está prevenir e impedir sucesos como éste.

miércoles, octubre 24, 2007

Vaya semanita, doña Esperanza...

Vaya semanita, doña Esperanza, vaya semanita, como para partirse de risa, sí... Vamos a empezar por el final. Escucho hoy a la insigne presidenta de la Comunidad de Madrid en la cadena SER hablando de la ya famosa agresión en un tren de Barcelona a una chica ecuatoriana: "A mi también me ha avergonzado ver la pasividad del otro pasajero. Así empezó el nazismo, cuando no se levantaba nadie ante los crímenes impunes de esta gente".

Y, sencillamente, alucino. Ahora resulta que son los políticos los que se creen con derecho a juzgar a los ciudadanos... ¿No tendría que ser al revés? ¿Pero quién se ha creído usted que es, señora presidenta, para juzgar las acciones de una persona, por cierto también inmigrante, que por miedo no se atrevió a levantar la voz? Si resulta que el agresor, un chaval del que se puede decir como poco que está loco y que debe pagar por lo que ha hecho, tiene una navaja, ¿va a ir usted al funeral de este ciudadano? Insisto, este hombre era también inmigrante y, por lo tanto, podía haber sido él la víctima. El payaso protagonista de este embrollo prefirió agredir a una chica porque lo vio más fácil, pero pudo ser él.

El miedo es libre, y no creo que haya nadie que pueda asegurar que en esa situación se habría levantado, habría recriminado al agresor o incluso se hubiera mostrado dispuesto a pelear por salvar la situación si ese agresor mantiene su actitud. Yo no sé lo que habría hecho, y al ver las imágenes puedo asegurar que me dan asco y que me hacen pensar en lo que merece ese chaval que encima se permite el lujo de amenazar a un cámara el día siguiente. En vez de poner todas nuestras fuerzas en criticar y marginar socialmente al agresor, buscamos otros culpables, para Aguirre este ciudadano y la fiscal de guardia. A mí no me cabe la menor duda de que muchos ciudadanos levantarán la voz en casos similares cuando se sientan respaldados por sus instituciones.

En esta misma entrevista, y seguimos en el día de hoy, Aguirre califica de "bromita" y de declaraciones "en tono jocoso" la ya famosísima preocupación de Rajoy por el cambio climático. Dijo esto porque el día anterior, el martes, había dicho que comparte absolutamente todas las opiniones de Rajoy, y mucho más ésta. La presidenta de la Comunidad de Madrid explicó que eso respaldo incondicional a Rajoy se debió a que sabía que los periodistas buscaban un titular que denotara enfrentamiento entre Aguirre y el presidente de su partido. Si ella se lo cree, estupendo. Si prefiere seguir actuando en base al trabajo de los periodistas, allá ella. Pero lo que dijo es cierto. Defiende a Rajoy en todo, por muy equivocado que esté porque en realidad no es la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es la presidenta de los votantes del PP que viven en la Comunidad de Madrid.

Y llegamos al lunes, que es el día en el que estalló su polémica defensa de Federico Jiménez Losantos ante el Rey. Al monarca le pidió "un trato humano" hacia el ¿periodista? y don Juan Carlos se enfadó, puesto que lo más suave que le ha dedicado Jiménez Losantos en los dos últimos años son peticiones de abdicación. Sí, este asunto me parece una soberanía tontería, pero el caso es que ha creado polémica. Lo único que a mí me preocupa de este tema es que la presidenta de la Comunidad de Madrid prefiera defender a un locutor que ha insultado y sigue insultando a todo el que le apetece con total impunidad antes que al jefe del Estado que tanto dice querer, amar y respetar. Otra demostración de que Aguirre sólo defiende a los suyos, en este caso al medio de comunicación que está a su lado.

Lo voy a dejar en esta semana y no me voy a remontar más, porque veo que acabo llegando a sus tiempos de ministra de Cultura y tendría que hablar de aquella famosa entrevista radiofónica que dejó claro su nivel cultural...

martes, octubre 23, 2007

Coherencia por encima de todo

"Quiero que los jóvenes se impliquen poniendo sobre la mesa los temas que realmente les preocupan. Y lo han hecho. Y por eso se recogen en el programa un conjunto de medidas ecológicas de una enorme potencia. Con todas las medidas que se recogen en este programa quiero que el Partido Popular lidere el cambio social que demanda nuestro país en torno al medio ambiente. No podemos permitir que España permanezca rezagada. Hay que luchar contra el cambio climático y hay que hacerlo ya, con decisión, con ganas de poner en ello energía y medios. Tenemos que hacerlo para demostrar que ser liberal y defender la iniciativa privada no es incompatible con el crecimiento en un entorno sostenible".
Mariano Rajoy,
presidente del PP,
25 de marzo de 2007,
en el discurso de presentación
del programa marco para las
elecciones municipales de 2007


"Yo de este asunto sé poco, pero mi primo (catedrático de Física de la Universidad de Sevilla) supongo que sabrá. Y entonces dijo: 'Oiga, he traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que iba a hacer mañana en Sevilla'. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años. Es un asunto sobre el que hay que estar muy atentos, pero no lo podemos convertir en un gran problema mundial".
Mariano Rajoy,
presidente del PP,
22 de octubre de 2007,
en el coloquio tras su discurso en
el X Congreso de la Empresa Familiar

¿Hace falta añadir algo más sobre la coherencia por encima de todo que manifiesta Rajoy cada vez que habla...? Pues en este tema actúa como en otros muchos. Qué maravilla tener hemerotecas para consultar lo que dicen y lo que hacen nuestros queridos políticos...

lunes, octubre 22, 2007

Ayer ganaron el deporte y la justicia

El deporte y la justicia. Eso son los auténticos ganadores de la tarde de Fórmula 1 de ayer. Sí, está claro que todos queríamos que ganara Fernando Alonso. Le han hecho tantas putadas este año desde su propio equipo, que quien más quien menos se imaginaba la forma en que iba a saludar Fernando a Ron Dennis si finalmente era campeón del mundo por delante de Hamilton. Pero que gane Raikonen, que no gane un McLaren, que Dennis y Hamilton (y su padre) se queden con la cara con la que se quedaron al final, es lo más justo y lo más deportivo. Siempre me ha gustado ganar a Ferrari por pura admiración, porque es la casa más grande de este deporte (es la misma sensación de ganarle al Madrid, a Federer -un monstruo ese Nalbandián; se cargó a Nadal, Djokovic y Federer-, antes a Estados Unidos en baloncesto...). Pero ayer celebré el título de un piloto de Ferrari. Y Fernando Alonso no tenía en el podio cara de perdedor porque sabe que todo esto es cierto.

Ron Dennis se merece esta humillante derrota. Nunca quiso que uno de sus pilotos, Alonso, tuviera opciones de ganar. Y las tuvo, más que Hamilton, hasta el final, a pesar de que McLaren no le daba los medios para luchar por el título. El trabajo de Dennis ha sido lamentable, ha boicoteado el trabajo de su propio equipo y ha cercenado las posibilidades de sus pilotos, de los dos en realidad, de ganar el campeonato del mundo. Es el causante de que su escudería haya sido multada con un dineral, de haber desperdiciado el trabajo de un bicampeón del mundo en su casa, de haber regalado un título mundial, tanto el de constructores como el de pilotos, que este año tendría que haberse quedado en McLaren. Los ingleses (y los alemanes de Mercedes) sabrán si quieren seguir con un tipo así.

Lewis Hamilton se merece esta humillante derrota. Ha sido un piloto orgulloso y prepotente. Ha menospreciado a Fernando Alonso y ha provocado que su propia escudería no sea campeón ni de constructores ni de pilotos, con sus acciones en la pista y fuera de ella. Se creía el rey del mambo y resulta que perdió dos ocasiones de ser campeón del mundo por ser un tipo arrogante. No podía permitir que Raikonen le adelantara en la penúltima carrera y por eso se cargó el coche. No podía permitir que Alonso le pasara en la última, y por eso perdió posiciones. Dos carrera y sólo sumó dos puntos. Sigo pensando que no es tan buen piloto como mucha gente piensa. Otros como Vetel o Kubica (carrerón el suyo ayer) habrían hecho lo mismo, con más educación y estilo, que el británico, de haber tenido una bala plateada.

La FIA se merece esta humillante derrota. Porque, por segundo año consecutivo, se han quedado sin el campeón que han buscado durante tanto tiempo. El año pasado era Michael Schumacher el destinado a ganar, y no ganó. Este año era Hamilton, y tampoco ganó. Al británico no se han atrevido a sancionarle en situaciones en que los demás pilotos eran fiscalizados, y eso lo han dicho multitud de pilotos de la parrilla, entre ellos incluso Massa, poco amigo de Fernando Alonso. Y la prensa británica también se merece esta humillante derrota. Porque el periodismo no es ser un forofo a favor de tu piloto. Es contar las cosas como pasan y no mentiras interesadas para echar a la opinión pública en contra de otro piloto. Tanto intentar que Alonso aparezca como el malo, y al final es Raikonen quien les deja sin su primer novato campeón del mundo. Y se lo merece ese biógrafo de Hamilton que ya tenía escrito que el británico era campeón del mundo en China. Hala, majete, a volver a escribir el final...

Dennis y Hamilton han conseguido que muchísimos aficionados a la Fórmula 1 se alegren de que se hayan quedado sin título. Muchísimos. En España, casi todos (digo casi todos porque conozco excepciones; tiene que haber de todo en esta vida...). Yo me reuní con un grupo de amigos a ver la carrera, como hacemos siempre en los grandes eventos deportivos. El grito que pegamos todos en la gloriosa salida de Alonso (para los que se empeñaban en recalcar que Alonso no había superado nunca a Hamilton un pista) fue de órdago. Pero mucho más cuando vimos, en la pequeña ventanita de Telecinco (¿os acordáis los primeros tiempos en Renault, cuando a Alonso siempre se le paraba el coche cuando estábamos en la publicidad?), que Hamilton estaba casi parado, aunque luego reanudara la marcha. El "¡¡¡¡¡¡toooooooooooooooooma!!!!!!" que solté se pareció mucho al de Alonso cuando ganó su primer Mundial. Poco a poco asumimos que Fernando no iba a ser campeón, al mismo tiempo que todos asumíamos que lo más justo para la Fórmula 1 y para el deporte era que Kimi ganara. Y ganó. Y lo celebramos.

Este Mundial no podía tener otro final. Y no lo digo sólo por el triunfo del finlandés, sino por la pataleta de McLaren de denunciar a los pilotos de BMW y Williams. Quienes han emponzoñado este Mundial en los despachos, tenían que intentar ganarlo en los despachos. ¡Qué cara hay que tener para buscar un último e imposible favor de la FIA cuando se han aprovechado durante tanto tiempo de sus decisiones! Y quien mejor ha valorado la posibilidad de que ahora le den el título a Hamilton, algo que ojalá no suceda, es el propio Fernando Alonso: "Si pasa algo así, este deporte ya lo acabarían de hundir". Se les podía haber pegado algo del señorío que ha demostrado siempre Alonso, cuando iba ganando y cuando iba perdiendo.

No podía acabar esta entrada sin la foto más graciosa, más ilustrativa, más memorable, más deseada y más aplaudida de todo el fin de semana. Y viéndola, no sé por qué, me sale el mismo grito de Alonso en Brasil hace dos años, el mismo que solté cuando vi que el coche de Hamilton se paraba, el mismo que cuando veo a alguien perder lo que tan poco se merece ganar...

miércoles, octubre 17, 2007

Una noche en el tenis

Ayer lunes estuve en el Telefónica Arena viendo dos partidos del Masters Series de Tenis de Madrid. Nunca había ido a ver un partido de tenis en directo (con lo que me gusta este mundo del deporte, me chocaba ayer pensar que sólo he visto cuatro deportes de élite en directo: fútbol, baloncesto, hockey sobre hierba y ahora tenis), y la verdad es que una experiencia interesante. Cambia bastante con respecto a la televisión, aunque sólo sea por la ubicación que nos tocó, en un lateral, acostumbrados como estamos a verlo en la pequeña pantalla desde un fondo. Admito que me cuesta bastante ver un partido de tenis completo por televisión, pero en la cancha, in situ, lo disfruté muchísimo. La lástima es que los precios suelen ser algo prohibitivos, porque si no seguro que iría más a eventos como éste...

El sitio en el que se celebra el Masters no me acaba de gustar. El Telefónica Arena ya lo conocí el año pasado, en un partido de la selección española de baloncesto y no me entusiasmo. De hecho, para el Masters de 2009 se anuncia ya una reforma del recinto. Antes de saltar a la cancha principal, hay un recinto montado con los stands de los patrocinadores y alguna que otra actividad (imprescindible jugar al tenis en la Wii...). Lo peor, que sólo te dejaban pasar una hora antes del comienzo del primer partido, con lo que en realidad no da tiempo a ver todo lo que hay, ver la cancha secundaria (estaba jugándose un partido de dobles; esta cancha tiene una grada mínima y encima está junto a otras dos canchas de entrenamiento) y visitar el bar para tomar un refrigerio antes del tenis.

Estando allí uno descubre que la puntualidad no es el fuerte de los españoles. Media hora después de empezar el primer partido, todavía seguía entrando gente, en especial todo el personal que acudía por el morro a los palcos privados, claro. Menos mal que el tenis es un deporte civilizado y, para no molestar a los jugadores, no se permite entrar a la gente a sus asientos hasta que el juego está detenido. Luego, claro, está el eterno problema de los móviles, y alguno que otro sonó durante el partido.

Tampoco acabo de ver clara la organización. La verdad es que es un poco triste ver cómo más de la mitad del aforo se marcha después del partido estrella, en este caso el de Federer, y deja las gradas semidesiertas para ver el segundo partido del horario de noche, ayer lunes el que enfrentó a Chela (un fiasco; jugaba realmente muy atrasado y cedió fácilmente el partido) y a Murray (dio bastantes buenos golpes, aunque se le vio un poco cansado en el segundo set y fallando golpes facilísimos). Y es una pena que no sea un acontecimiento más barato y que pueda llenar mejor las gradas. La verdad es que esto desluce un poco el torneo.

Este es el amigo Federer. Número uno del mundo, por si alguien hay por ahí algún despistado que no lo sabe. Aunque tiendo a disfrutar de la resistencia que se le opone en los deportes a los más grandes (me gusta animar a los pequeños en busca de grandes hazañas deportivas, qué se le va a hacer...), no queda más remedio que admitir que el tipo tiene una clase extraordinaria. Jugando a medio gas, nos dejó una cuantas jugadas maravillosas. Es elegante hasta para quejarse cuando sabe que no le ha dado bien a una bola (sí, sí, alguna hubo; Federer también es humano aunque a veces parezca que no...). A ver si aquí en Madrid también toca una final Nadal-Federer y sale uno de esos partidos que da gusto ver y que enganchan a este deporte. Iré con Nadal, claro, aunque eso no quita para reconocer que Federer es hoy por hoy más tenista que el mallorquín.

Este es Ginepri. La verdad es que en el primer set le opuso bastante resistencia a Federer e hizo unos cuantos juegos muy notables. Pero después de perder el primer set en el tie break bajó bastante. No sé si le pesó el haber jugado otro partido, y además de tres sets, el día anterior o sólo ir por debajo ante el número uno del mundo, pero empezó a fallar bolas realmente fáciles. Y si se falla eso con Federer, no hay absolutamente nada que hacer... Pero este tenista me dejó buena impresión (a pesar de que el típico listo desde la grada le gritó algo así como que "a España se viene a luchar"). Se llevó una cerrada ovación, bien merecida además, que Ginepri respondió con amabilidad.

Y no es por insistir, pero, claro, si uno va al partido estrella de la jornada del Masters Series de Madrid, uno tiene que referirse a las modelos recogepelotas... Después de haber visto a estas chicas en acción en el Federer-Ginepri y los chavales que después estuvieron en el Chela-Murray, lo tengo aún más claro. Los chavales hacen este trabajo mucho mejor y, además, me parece mucho más positivo darle la ilusión a un crío de estar en un partido con Federer que la estúpida moda de ceder al márketing y a la imagen.

martes, octubre 16, 2007

Iban un franquista y un manipulador...

Y no, no es el comienzo de un chiste porque algunas cosas no tienen gracia. Puede tener gracia el vídeo de Rajoy, si quieres tomártelo con humor, pero esto no. Porque esto es la historia de un franquista y de un manipulador que, para colmo, fueron ministros del Interior cuando José María Aznar fue presidente del Gobierno. Es grave que tipos que han ocupado esa responsabilidad nos tomen por imbéciles de la forma en que lo han hecho ahora (y lo han hecho muchas veces antes, pero ésta última tiene narices).

El franquista, Jaime Mayor Oreja, concedía una entrevista el pasado domingo en La Voz de Galicia. Le preguntaban por qué al PP le costaba tanto condenar el franquismo. "Porque eso forma parte de la historia de España. Yo no lo he condenado, yo elogio y alabo la transición democrática. ¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector muy amplio de españoles?", responde. El periodista, me imagino que algo alarmado y sorprendido, le dice que por esa regla de tres el nazismo tampoco sería condenable. "En la guerra hubo dos bandos y en el nazismo sólo uno", añade, convencido de que "también hubo dos" bandos después, en la dictadura, "porque el franquismo fue la consecuencia de una Guerra Civil en la que hubo dos bandos. No es lo mismo que el régimen nazi, donde había un solo verdugo".

Y prosigue el festival: "¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo si hubo muchas familias que lo vivieron con normalidad y naturalidad? En mi tierra vasca hubo unos mitos infinitos. Fue mucho peor la guerra que el franquismo. Algunos dicen que las persecuciones en los pueblos vascos fueron terribles, pero no debieron serlo tanto cuando todos los guardias civiles gallegos pedían ir al País Vasco. Era una situación de extraordinaria placidez. Dejemos las disquisiciones sobre el franquismo a los historiadores". Cito de nuevo textualmente: "una situación de extraordinaria placidez", dice este demócrata convencido. Pásese usted, señor Mayor Oreja, por alguna de las fosas comunes que todavía quedan en este país y verá la "extraordinar placidez" que encontraron algunos durante la dictadura.

Después de esto, le preguntan al manipulador (según la RAE, "manipular" es "intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares"), Ángel Acebes, por estas declaraciones: "Lo que ha dicho Jaime Mayor es que este debate, que divide y enfrenta a los españoles, es un debate del pasado que incumbe a los historiadores. Traer a la actualidad el dolor del enfrentamiento que supuso la Guerra Civil entre españoles no aporta nada bueno. Creo que esto es lo que ha criticado Jaime Mayor". Esa es la interpretación que hace de las anteriores palabras quien en su día tachó de "miserables" a todos los que pensaron que ETA no estaba detrás del 11-M.

Lo dicho, un franquista y un manipulador. Pero no tienen gracia...

lunes, octubre 15, 2007

Una victoria no debería cambiar nada


Suelo ver los grandes partidos de España en casa de un amigo, todos (incluso los no futboleros, reunidos delante del televisor, palomitas en la mesa y casmiseta de la selección puesta (sólo yo, creo que el resto de mis amigos no son tan forofos como un servidor). Si todo marcha como me han contado, la próxima Eurocopa no la veremos allí, puesto que este amigo se me va a mudar y dejará esa casa. Me acuerdo de cada rincón en el que me quedé hecho polvo después de cada eliminación, desde la Eurocopa de 1996 (la eliminaciónd el Mundial 94 la viví ¡en Irlanda!) hasta el Mundial 2006. Ahora, aunque de esta frase me arrepentiré cuando queden dos días para que empiece la Eurocopa y vuelva a ilusionarme, tendré que buscar un rincón nuevo para la próxima eliminación, que doy por segura desde ya en algún momento del torneo. Y es que todo parece cambiar en torno a la selección. Hace tiempo, cantaba los goles de España como los de la Real. Ahora, la verdad es que ya no me hace ni ilusión ver a la roja, como les ha dado ahora por llamarla.

No me gusta en lo que se ha convertido la selección. En primer lugar, porque no me gusta el vaivén de opiniones y comentarios que le rodea. Esta semana ha sido un perfecto ejemplo. El viernes la selección española de fútbol estaba en peligro de quedarse fuera de la Eurocopa, su seleccionador debía dimitir, sus jugadores no eran tan buenos como decían, la situación era de crisis total, lo de Raúl era un escándalo nacional... Y hoy resulta que tenemos un equipazo, que el estilo de Luis Aragonés ha triunfado, que Iniesta es un supermegacrack, que el segundo gol a Dinamarca fue el mejor de la historia de la selección y que ojalá empezara la Eurocopa mañana que nos comemos a alemanes, ingleses, franceses, italianos y demás pobres jugadores de pacotilla que tengan la mala suerte de enfrentarse contra nosotros.

¿Que ha pasado entre estas dos impresiones generales que se recogen en la prensa española? Pues le hemos ganado 1-3 a Dinamarca, una hazaña por lo visto al alcance de muy pocos. Debió ser el partido del siglo o bien una muestra de oportunismo de la prensa, que se apunta a caballo ganador y que destroza al perdedor antes incluso de perder... por si acaso. Debe ser que como me perdí la primera media hora del partido no pude ver el recital que después cantó la prensa al día siguiente.

Yo vi que España apenas generó ocasiones de gol, además de los que metió, vi en la segunda parte que los daneses, con muy poquito, nos metieron en nuestra área y tuvieron un puñado de ocasiones como para al menos empatar el partido.De hecho, en Dinamarca se ha hecho hincapié en que España tiene el mejor portero del mundo, Casillas. Si el portero danés hubiera parado más o menos lo mismo que el nuestro no tengo yo tan claro cuál hubiera sido el resultado. Y no todos los porteros tienen el nivel del danés, ya jugaremos, como ya hemos jugado en el pasado, con los buenos de verdad. Sí, ganamos a Dinamarca. Pero ya está. Lo hemos celebrado casi como si hubiéramos ganado la Eurocopa, y eso me devuelve a las fechas previas a tantos y tantos torneos que hemos jugado sin ganar nada.

El segundo motivo para no tener fe en esta selección no puede ser otro que Luis Aragonés. De hecho, debería ser el primer y fundamental motivo, pero bueno... Tengo la sensación de que este hombre no sabe ni lo que hace ni lo que dice. Si a mí en el fondo me da igual que lleve o no a Raúl a la selección (aunque una delantera Raúl-Villa ahora mismo sería demoledora...), pero es que cada vez que abre la boca para hablar de este tema se equivoca por completo. Si no se quiere llevar al 7 del Madrid, que lo diga abiertamente. Porque hacen falta cámaras escondidos para escuchar lo que de verdad piensa Luis. Cuando Clemente se cargó a Michel lo dijo abiertamente. Michel no tenía cabida en su selección. Y punto. Si Luis fuera valiente y dijera que nunca jamás volverá Raúl a la selección mientras mande él, por lo menos ganaría credibilidad.

Pero miente descaradamente, y no sé muy bien el motivo. No se atreve a hacer esta proclama, y luego va diciendo por ahí que con Raúl no hemos ganado nada. Claro, don Luis, claro. Ni con ningún otro jugador o seleccionador. Don Luis, es que no hemos ganado nada, que ya nadie se acuerda de la Eurocopa del 64... Es más, por seguir con su demagógico argumento, no sé qué ha ganado Luis Aragonés, más allá de un par de Copas del Rey, y eso que ha entrenado a casi todos los equipos importantes de España salvo al Real Madrid. Por cierto, que este tema también lo alimenta la prensa del mismo modo: el viernes, Raúl debía ir a la selección. Hoy ya se ha quedado sin sitio. Viva la coherencia, cualidad que ya se ha perdido para siempre en los anales de la prensa deportiva (y no deportiva) española. Lamentable.

Y qué queréis que os diga, yo no sé todavía cómo y con quiénes juega Luis Aragonés. Vale, sí, quiere un fútbol de toque, perfecto. Pero no sé si cuenta de verdad con Xabi Alonso o Cesc o si sólo van a jugar de vez en cuando, porque aparecen y desaparecen de las alineaciones como el Guadiana de su curso. No había apostado por ellos hasta el pasado Mundial, y cuando los puso España jugó como nunca lo había hecho conLuis de seleccionador. Después de creernos que íbamos a ganar el Mundial con esos mimbres, nos llevamos la desilusión con Francia y todo cambió otra vez. Albelda, que apenas jugó en el Mundial, volvió a ser indiscutible. Cesc desapareció. Xabi Alonso también. Iniesta no jugaba. Y nos ganó Irlanda del Norte y aquello parecía Pompeya tras la erupción del Vesubio.

Pero ahí no queda todo. Ahora ganamos un partido y ya lo tenemos todo claro. Resulta que no queremos a Raúl, que el delantero es Villa. A Torres un día le decimos que tiene mucho que aprender y le dejamos fuera de la convocatoria, y al siguiente Luis le suelta que es un monstruo mundial y le da la titularidad. Y no están ninguno de los dos, ni Villa ni Torres, y llamamos a Tamudo... que dos años después de su último partido con la selección ahora resulta que es un indiscutible. Y no sé si os acordaréis de que a Joaquín nos lo cargamos por decir que todo esto es un "despelote", y ahora, en cambio, lleva hasta el brazalete de capitán.

Pues yo no entiendo nada, de verdad... Una victoria o una derrota cambian por completo los discursos de la prensa, de los jugadores y, sobre todo, del seleccionador. Y eso no puede ser. Yo me declaro perdido con la selección. No dejo de ver a un puñado de jugadores sobrevalorados, a un par de grandes jugadores y a un seleccionador que no sabe lo que dice ni lo que hace. Como la clasificación ya es casi un hecho, parece que la próxima crisis no llegará hasta después de la Eurocopa, cuando nos eliminen otra vez ¿en cuartos de final...?

sábado, octubre 13, 2007

Deporte y floreros

La combinación entre deporte y mujeres florero siempre me ha parecido deleznable. Siempre he creído que la práctica deportiva era uno de esos campos en los que el esfuerzo, el trabajo y el nivel personal de cada atleta era lo que importaba. Pero resulta que los grandes mandamases del deporte se empeñan en lo contrario. Si hay una mujer en una cancha deportiva, tiene que ser una preciosidad o, al menos, atraer público. Ilustro esta entrada con una foto de las recogepelotas del Masters de tenis de Madrid de este año porque es un asunto que me parece triste y especialmente edificante en cuanto a esta disquisición (y eso aunque las modelos parece que cuentan ya con más adeptos que detractores, pero bueno...).

Desde el año 2004 son modelos (mujeres en el Masters masculino y hombres en el femenino, que nadie se piense que hay discriminación...) y no críos quienes pueblan la pista en los partidos de máxima audiencia para recoger las pelotas tras los puntos. En 2005 leí una frase que me pareció muy significativa sobre lo que de verdad se pretendía con este asunto, una frase de quien era (desconozco si sigue siendo) jefe de producto del Masters Series de Madrid, un tal Yves Desruelles: "Es más fácil que una modelo aprenda las reglas del tenis que convertir en modelo a una chica que no es guapa". Toma ya, con un par. Esta es la cuarta edición del torneo madrileño en la que se van a utilizar modelos. Y el ejemplo no ha cundido en ningún torneo del mundo a pesar de que nos los vendían como un signo de modernidad.

Durante los cástings de este año, los responsables del Masters incidieron en que a partir de ahora iban a pedir a las modelos un mayor nivel de conocimiento sobre tenis en un intento de demostrar que no son sólo cuerpos y caras bonitas, sino que también son parte de este deporte. Me guarde una noticia de El Mundo en la que se recogían algunas de las respuestas que las candidatas dieron a los evaluadores. Así, cuando se le preguntó quién ganó el Masters del año pasado, una respondió que "un extranjero". Otra, cuando se le preguntó quién es Pete Sampras, dijo: "creo que es una tía, ¿no?". Para qué seguir... Lo peor de esto no es que pongan a modelos, que ya me fastidia por los críos que tanto disfrutan con esa posición y no la van a poder ocupar cuando jueguen sus auténticos ídolos. Lo peor es que nos tratan de vender que es por el bien del tenis cuando lo único que quieren es poner tías supuestamente espectaculares.

Leo otra noticia que ahonda en esta triste situación en la que quieren situar a la mujer en el deporte. Titular de 20 minutos: "China medita vestir más sexy a las tenistas de mesa para mejorar audiencias". Y eso me ha recordado otro recorte de prensa que tengo guardado desde hace muchísimos años. Transcribo literalmente de El País del 9 de noviembre de 1998: "La Federación Internacional de Voleibol (FIVB) tomó en su congreso de Tokio, a finales de octubre, una decisión histórica dentro de una carrera desenfrenada para que su deporte tenga una imagen más atractiva y puntera: obligar a sus jugadores a llevar indumentarias más ajustadas". Vamos, que las jugadoras tenían que tener un aspecto atractivo. ¿Deporte? ¿Ah, pero están jugando a un deporte...?

No me gustan las mujeres florero en ningún ámbito de la vida, pero en el deporte reconozo que me repatean todavía más. No me gusta que el único mérito de una mujer para desempeñar un trabajo sea únicamente su belleza física, a menos que sea eso lo único que se requiere. No me gusta que la gente, los medios, el público y los promotores busquen sólo mujeres espectaculares en lugar de buenas deportistas. Al margen de su aspecto físico, que no tiene nada que ver, a mí me seguirá emocionando que la selección española femenina de hockey sobre hierba consiga éxitos, que atletas como Marta Domínguez o María Vasco logren medallas, que la selección española de baloncesto haya conseguido ser subcampeona de Europa sin que se le haya dado tanto bombo como a la masculina, y otros tantos ejemplos de superación deportiva. Y estas mujeres pueden también ser atractivas, pero es que eso no tiene nada que ver con el deporte.

Todavía me acuerdo de los tiempos en los que trataban de convencernos de que esa mujer que jamás llegó a ganar un solo torneo, Anna Kournikova, era una tenista espectacular. Y espectacular sí que era y es, pero no precisamente por su tenis...

jueves, octubre 11, 2007

Rajoy nos felicita

Hacía mucho tiempo que no reía tanto con una iniciativa de un dirigente político. Mariano Rajoy, en un gesto sin precedentes en la historia democrática, se ha convertido en el primer líder de la oposición que nos felicita por el día de la Hispanidad en un vídeo dirigido a la Nación. Me pregunto quién habrá sido el lumbreras de Génova que tuvo la idea de hacer esto (más que nada porque me lo imagino en un despacho de la sede del PP alegrándose por la maravillosa idea que ha tenido...) y si han tenido en cuenta la posibilidad de mantener esta preciosa tradición en el resto de fiestas. No veo yo a Rajoy de Rey Mago felicitándonos la Navidad (quizá la barba le quede mejor como Papa Noel...) o de enamorado festejando San Valentín (podría el PP llegar a un acuerdo comercial con El Corte Inglés, ya que estamos), pero quién sabe, que el márketing da mucho juego...

El caso es que este vídeo no sirve absolutamente para nada más que para que los políticos se sigan tirando los trastos a la cabeza. Rajoy da un paso tremendamente equivocado al adoptar una postura que sólo se puede esperar de un jefe de Gobierno o de Estado (¿quién es el líder de la oposición para dirigirse de forma solemne a la sociedad española, por encima del Rey o del presidente del Gobierno, pidiéndole que celebre una fiesta?). Que se dirija a su electorado me es irrelevante, pero que se dirija a los españoles me parece alucinante... Y ya que estamos, me gustaría también un poquito de respeto hacia todos los ciudadanos que tampoco tienen un especial interés en salir a la calle con la bandera española o proclamar a los cuatro vientos que son españoles, que haberlos haylos sin necesidad de que sean secesionista. En fin, una iniciativa electoralista más en esta inacabable campaña electoral en la que vivimos inmersos...

Claro que, bien pensado, siempre es mejor que lo que nos llegue del PP sean estas felicitaciones como las de Rajoy. Hay gente en ese partido que se atreve a decir que el último atentado de ETA "nos lo hemos ganado a pulso" con la política antiterrorista del Gobierno (lo ha dicho un tal Fernando Díaz Robles, portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Alcorcón) o a vincular este último intento de asesinato con la presencia de Zapatero en el Gobierno o el fracaso de la tregua (como han hecho, entre otros, la insigne presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre). A esa gente se le puede aplicar un adjetivo (bueno, varios, pero por alguno lo menos me ganaría una querella...): son carroñeros. Son políticos carroñeros. Y bastante indignos de ocupar un cargo público.

miércoles, octubre 10, 2007

Once millones que no llegan ni a mileuristas

El atentado en Bilbao de esos terroristas que buscan no sé muy bien qué objetivo comportándose como alimañas ocupó ayer todos los informativos y las portadas de los medios en Internet. Sin embargo, ayer se conoció una de esas noticias que debería inquietar a los ciudadanos, que debería preocupar a nuestros políticos y dirigentes de toda clase, que debería avergonzar a nuestros empresarios... ¡Y lo digo como si eso todo fuera posible...! En fin, el caso es que ayer conocimos que once millones de españoles, repito, once millones de españoles, el 56,85 de los trabajadores por cuenta ajena en nuestro país, cobra menos de mil euros mensuales.

No son estimaciones ni datos de una encuesta, no. Son los datos que aparecen en un informe de los Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha) correspondiente al 2006. La información aporta las diferencias que hay entre autonomías, pero no me parece demasiado relevante ya que el coste de la vida no es igual en unas y otras comunidades. Sobre todo en los gastos más grandes (y todos estamos pensando ahí en la vivienda).

Si los datos macroeconómicos son siempre tan estupendos en este país (no seré yo quien lo ponga en duda), si las grandes empresas año tras año presentan unos beneficios espeluznantes y elevadísimos (sobre todo la banca), que haya once millones de mileuristas refleja un problema gravísimo. La economía española funciona de maravilla, pero sólo unos pocos se benefician de ello. Y los ciudadanos de a pie no forman parte de ese grupo. Me parece sencillamente indignante. Y lo digo mirando mis últimas nóminas, que apenas pasaban de esos mil euros, a costa de trabajar algunos fines de semana y de que me incluían mes a mes la parte proporcional de las pagas extraordinarias.

A cuenta de esta noticia, escuchaba en los informativos de La Sexta a una chica, una teleoperadora, que comentaba que su sueldo apenas era de unos 850 euros y que por trabajar un domingo el daban un plus de... ocho euros. Vergonzoso, sencillamente vergonzoso... Y luego dicen que el rendimiento de los españoles en el trabajo es malo... ¿Cómo no va a serlo? ¿Quién se puede dejar la vida por sus empresas? Sólo los jóvenes ilusionados con sus primeros empleos (como me pasó a mí en su día; luego uno va aprendiendo), porque quien ya conoce este lamentable mundo laboral en el que nos movemos sólo puede optar por la vía del mínimo esfuerzo... Que se preocupe quien se enriquece, no quien malvive con esos sueldos miserables...

Y ahora, pasado este intermedio social-reivindicativo, vamos a seguir hablando de banderas, independencias, nacionalidades, políticas de Estado y todo eso que preocupa tanto a nuestros políticos...

lunes, octubre 08, 2007

Un año de 'Un mundo peculiar'

Cumplo un año en este maravilloso mundo de los blogs. Hace exactamente 365 días, el 8 de octubre de 2006, escribí por primera vez aquí, en Un mundo peculiar. Desde entonces, he publicado aquí 202 entradas (esta es la número 203), he recibido 519 comentarios y, hasta el mediodía de hoy, 8.769 visitas, de muchísimos lugares de España y también desde países como México, Perú, Argentina, Estados Unidos o Francia.
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No sabía yo que este mundo de los blogs me iba a enganchar tanto, que me iba a hacer tanta ilusión recibir y leer vuestros comentarios, que iba a tener tanta necesidad de compartir hechos, anécdotas, reflexiones y sentimientos con tantos desconocidos, algunos de los cuales ya conozco un poco más por sus propios blogs. Me encanta esta peculiar relación que se establece entre dos personas que no se conocen a través de sus blogs. Espero que en el próximo año esas relaciones sean aún mejores (incluso, por qué no, conocer a alguno de mis visitantes en persona), que sigáis pasando por aquí, mostrando vuestros acuerdos y vuestros desacuerdos, y que sigamos manteniendo interesantes debates.
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Un año no es nada cuando el futuro nos espera. Porque hoy es el primer día del resto de mi vida y de la vuestra. Y hay tantas cosas que decir, tantos temas sobre los que escribir, tantos fotos que enseñar, tanto que compartir... Espero que con vuestras visitas os lo paséis aunque sea la mitad de bien que yo escribiendo. Con eso me doy por satisfecho. Muchas gracias de verdad a todos por vuestra colaboración, ya sea leyendo o comentando lo que escribo en Un mundo peculiar.

domingo, octubre 07, 2007

Milagro no sé, ¡pero menudo alegrón a las nueve de la mañana!

Pues no será si será el milagro que esperábamos. No sé si será suficiente para que al final el campeón del mundo de Fórmula 1 vuelva a ser Fernando Alonso. ¡Pero el alegrón que me he llevado a las nueve de la mañana, después de madrugar otro domingo más, al ver que el coche de Hamilton se quedaba atascado en la gravilla de la entrada a boxes ha sido espectacular! Cómo decía uno de los SMS que ponía Telecinco al final de la carrera, no sé de qué me alegraría más dentro de quince días, si de que ganara Alonso o de que perdiera Hamilton... Si no vence el asturiano, desde luego que prefiero que gane Raikonen antes que el inglés.

Sigo pensando que la cosa está complicadísima, porque todos los signos siguen siendo adversos. La desesperación de los comisarios por devolver a Hamilton a la carrera (que no se parece, ni de lejos, a la actitud que tienen con los demás pilotos; pese a todo, la imagen de la grúa recogiendo de la pista el coche del inglés ha sido bien distinta a la que tenemos todos en mente...), las palabras de Ecclestone elogiando sin medida a Hamilton, la extralísima crono final de clasificación en la que el coche de Fernando sospechosamente no iba tan rápido como en las dos primeras rondas las caras de Ron Dennis y los mecánicos de McLaren que no apuntan a que el coche del español vaya a ser de verdad una bala plateada dentro de quince días, cuatro puntos de ventaja que todavía tiene el inglés...

Pero hoy algunos pensaban que íbamos a ver al campeón del mundo y resulta que, si de verdad quiere ganar este Mundial prefabricado y dispuesto para él, el inglés va a tener que sudar ríos de tinta para conseguirlo. Ese, de momento, es el inmenso triunfo de Fernando Alonso (y, por qué no decirlo, también de Raikonen, que sigue teniendo opciones). Digan lo que digan de él, sigue siendo el piloto que me hace vibrar en cada carrera, como cuando ha adelantado a Massa. Lo dije ayer, lo repito hoy: ¡Ánimo Fernando!

Y no puedo acabar sin decir que me he alegrado una barbaridad por Vettel, que ha acabado cuarto ¡con un Toro Rosso! A Vettel le sancionaron hace una semana por tocarse con el intocable Hamilton. Toda la polémica del vídeo de Youtube al menos sirvió para que le quitaran esa sanción. Oírle pegar gritos de alegría tras la carrera ha sido emocionante. Casi tanto como el último gran premio de la temporada. ¿Habrá milagro de verdad...? Brasil, allá vamos...

sábado, octubre 06, 2007

Ya no creo en los milagros, pero sí en los campeones de verdad

Qué día tan triste para el deporte y para las ilusiones de los imbéciles que lo seguimos con tanta ilusión como derrochamos en otras facetas de nuestras vidas que, desde luego, debieran influir mucho más en nuestra felicidad. Hoy leo que Marion Jones ha admitido que se dopó. La reina de los Juegos Olímpicos de Sydney no era tal. Era una plebeya que usó artimañanas ilegales para ascender al Olimpo. Eso deja en nada la enésima rueda de prensa plagada de inexactitudes, falsedades e incongruencias del seleccionador español de fútbol, Luis Aragonés, al que habría que haber dejado en paz cuando dijo que no iba a hablar a los medios. Ya que no su nefasta gestión en una selección que no tiene pinta de ganar nada otra vez, nos habríamos ahorrado la verborrea falaz que desprende cada vez que abre la boca.

Estos temas darían para mucho, pero quiero detenerme en lo de la Fórmula 1, la pantomima esta que monta la FIA y que cada vez es más desilusionante. Hace una semana me levante a las seis y media de la mañana de un domingo para ver la carrera. Sí, lo reconozco, sigo siendo capaz de ver las carreras, incluso de madrugar para hacerlo, a pesar del tuño de amaño que desprende cada actuación de los mandamases de este circo. Durante la retransmisión, me cabreé con las maniobras de Hamilton con el primer safety car. Lo del segundo safety car me intrigó, puesto que la retransmisión nos escamoteó (sospechosamente) las imágenes del accidente entre Vettel y Webber. Cuando vi el vídeo del aficionado japonés que recoje las imágenes, me estuve acordando de la familia de Hamilton más incluso que cuando veo durante las retransmisiones a su insoportable padre (¿quién es ese señor para tener los privilegios que tiene?).

Y aunque, como Alonso, estaba seguro de que no lo iban a sancionar, cuando oí que la FIA había decidido solventar la cuestión sin esa sanción, me volví a cabrear. Estos días he leído muchas frases que resumen el estado de ánimo en el que me encuentro, pero la que más me ha llamado la atención ha sido la de Felipe Massa, un tipo que no es precisamente sospechoso de ser amigo de Fernando Alonso. "A lo largo del año muchos pilotos han sido sancionado por pequeñas cosas, pero hay uno al que nunca le ha pasado nada. Parece que alguien quisiera que el Mundial lo ganara Hamilton", ha dicho el brasileño. Alonso también ha sido claro: "Esto es de risa. Se inventan un reglamento cada día". Y todo esto después de que otros pilotos fliparan con lo que hizo Hamilton hace una semana (me encantó lo del "trabajo de mierda" que dijo Webber) y la FIA después.

Porque, ojo, la decisión de la FIA admite que la conducción de Hamilton es sancionable. Pero añade que no le sanciona por las condiciones climatológicas adversas. Lo gracioso es que ese eximinente para el inglés no lo tuvieron en contra para valorar la actuación de los demás. A Kubica le sancionaron con una pasada por el pit lane durante la carrera por dar un toque a otro coche en esa misma carrera. Claro, que el toque fue a ese Hamilton al que parece que hay que proteger a toda costa... ¿Porqué a Vetel no le hicieron lo mismo por el toque que se dio con Alonso? Si es que Alonso tiene razón, el reglamento no vale para todos y las sanciones son ad hoc, según convengan para el resultado que quieren los poderosos en este Mundial.

La reacción más normal sería la de mandar al carajo todo este invento de la Fórmula 1, dedicarme a mi Real Sociedad, que bastantes disgustos y quebraderos de cabeza me da ya, pero como soy así de cabezón, mañana me volveré a levantar (creo que la carrera es a las ocho de la mañana) para ver la carrera en la que Hamilton se puede proclamar campeón del mundo. Alonso dijo hace unos días que él creía en los milagros. Yo ya no. Yo creo en los campeones de verdad, en los que se dejan la vida por ganar, en los que no necesitan perjudicar a sus rivales para hacerlo, en los que son capaces de destronar a leyendas vivientes en la pista y no en los despachos, en los que engrandecen el deporte con su forma de competir.

Para mí Fernando Alonso va a seguir siendo un campeón. Podría haber puesto una foto con McLaren, pero no. Alonso es ese de la imagen, el campeón del mundo de Fórmula 1. Porque el verdadero milagro no es ganar este Mundial (que ya ganó uno luchando contra casi todos y ante una leyenda, Michael Schumacher). El milagro es estar hoy todavía con opciones de ser campeón del mundo después de superar un año un equipo hostil (cuyos responsables ni siquiera tienen el valor de llamar a uno de sus pilotos para preguntarle cómo está después de un accidente), dos Ferraris en condiciones de ganar carreras, una sanción injusta e inverosímil de la FIA, un perdón inexplicable para el rival cuando realiza acciones ilegales, una grua sospechosamente dispuesta para devolver a Hamilton y sólo a Hamilton a la pista, que tu compañero de equipo se aproveche de tu trabajo mientras juega a la Playstation y, por qué no decirlo, un más que probable beneficio a ese compañero (no voy a hablar de sabotaje, ¿para qué?) cuando el Mundial empezaba a estar verdaderamente en juego.

El año pasado el campeón fue Alonso aunque los poderosos querían que lo fuera Michael Schumacher. Este año lo será, casi con total seguridad, un inglés que va a ganar por decreto. Hamilton jamás será para mí un campeón por mucho que le den una copa. Mi campeón seguirá siendo Alonso. Y si este año no se puede, el año que viene será otra historia. ¡Ánimo, Fernando!

viernes, octubre 05, 2007

La "gran crisis nacional" de Aznar

No sé cómo lo hace, pero cada vez que José María Aznar aparece en público lo hace con una cara de cabreo que no puede ser buena para la salud... Debiera este hombre reírse algo más, disfrutar de la vida ahora que ya no es presidente del Gobierno (ya que estamos, alguien le podía recordar que no lo es). Pero no, muy al contrario, cada vez que habla es para alertarnos de que España se hunde, de que Zapatero es la reencarnación del demonio, de que nos invaden las hordas nacionalistas, de que la economía se va a pique y de cosas así... No sé cómo la gente puede dormir por las noches, como no se asustan los niños, cómo somos capaces de salir de marcha los fines de semana... Puf, con la que está cayendo (y no hablo de la lluvia, claro)...

Lo último que nos ha dejado el señor Aznar ha sido en la presentación de un libro editado por su FAES de un senador de su partido. Allí dijo que hay "una fragmentación del sentido nacional". No, yo diría que hay dos. Por un lado, están los que nos hemos fragmentado para criticar a Luis Aragonés como seleccionador de fútbol. Y por otro, los que nos hemos fragmentado, como decía el ex ministro José Bono el otro día en 59 segundos (por mucho que algunos piensen que hace daño al socialismo, a mí me parece que es un tipo al que merece la pena escuchar, se esté o no de acuerdo con él) para que no nos den en la cabeza con el mastil de la bandera española.

Fragmentación de la que habla Aznar hay poca. Por un lado, están cuatro independentistas catalanes que hacen aquelarres para quemar fotografías del Rey, con la connivencia de los medios de comunicación, que dan demasiada trascedencia a un hecho sin demasiada importancial real. Y ahora, por otro lado, está la extrema derecha, que ya ha convocado una manifestación el próximo día 12, fiesta nacional en España, en Valencia y ya ha anunciado que van a quemar 500 símbolos independentistas como respuesta al hecho anterior. ¿No podíamos dejar la quema de objetos en las Fallas y en las hogueras de San Juan...?

Hilando la intervención de Aznar y esta presunta ola de antimonárquicos que inunda los medios de comunicación, el ex presidente censura que se "ataque interesadamente a la Corona" y defiende que "a España le conviene la Monarquía constitucional". No deja de ser curioso que las principales críticas al Rey estén llegando, precisamente, desde la Cope, la emisora más cercana al PP (Jiménez Losantos lanza día tras día mensajes poco gentiles hacia Juan Carlos I y le ha pedido públicamente que abdique). Y siempre he dicho que me alegra que Aznar apoye ahora la Constitución y el modelo de Estado que configura. Ya sé que el tema es viejo, pero es que no puedo olvidar aquellos artículos contra la Carta Magna que publicó cuando todavía no teníamos esa Constitución que ahora tanto le gusta. Ya se sabe que los conversos son los peores.

Dijo también Aznar que España vive hoy "tiempos de deslealtades". Y mira que pienso, pero no se me ocurre mayor deslealtad que la de meter a España en una guerra ilegal, a sabiendas de que es ilegal, después de que el propio Bush le hablara al entonces presidente del Gobierno español incluso de asesinar a Sadam Hussein y Aznar le respondiera con un silencio cómplice. Bueno, podría ponerse a la par de la deslealtad de no convocar el Pacto Antiterrorista que luego tanto decía defender después del mayor atentado que ha vivido España, el del 11-M, y de calificar de "miserable" a quien dijera que ETA no era la responsable. No sé, tengo dudas entre una y otra deslealtad...

Siempre pienso no hacer caso de lo que dice Aznar, pero al final siempre acabo cayendo y comento lo que dice. No sé, supongo que me puede el hecho de saber que este tipo ha sido presidente del Gobierno durante ocho años y que le presuponía un mayor sentido de Estado... A ver si la próxima vez que Aznar hable me consigo contener y hablo de cualquier otra cosa, del dolor que produce la muerte de un periodista de verdad como Carlos Llamas, de las ganas que tengo de que sancionen a Lewis Hamilton para que pierda el Mundial, de que hoy hace un día soleado o de cualquier otra cosa...

miércoles, octubre 03, 2007

El referéndum de Ibarretxe

Corría el año 2000 cuando José José Ibarretxe habló por primera vez de ese famoso referéndum que pretende convocar. Han pasado nada menos que siete años. No ha habido discurso de política general en el Parlamento vasco, el que se celebra todos los meses de septiembre para abrir el curso político, en el que el lehendakari no mencionara la necesidad inaplazable de convocar el referéndum. No ha habido discurso de Ibarretxe que no haya contado con la al parecer obligada respuesta de todo el mundo: medios de comunicación, autodenominados líderes de opinión y partidos políticos.

Ninguna posición ha cambiado en los últimos siete años y casi todas me tienen sumido en la más absoluta perplejidad. Ibarretxe sigue defendiendo la convocatoria de la consulta y por eso le ha puesto fecha, el 28 de octubre de 2008, prolongando al menos un año más el debate estéril sobre la materia. Y digo estéril porque todos descartan, de una forma u otra, la posibilidad de llegar a un acuerdo, con lo que todo paso que dé el Gobierno vasco en un sentido legalmente dudoso lo acabará frenando el Gobierno español, lo ocupe quien lo ocupe.

Siempre he tenido la sensación de que el lehendakari no se atrevía a hablar de cuestiones concretas. Yo no sé si él mismo tiene claro qué es lo que pretende someter al voto ciudadano. ¿Independencia del País Vasco a cualquier precio? ¿Un estado asociado a España como contemplaba el archifamoso Plan Ibarretxe? ¿Qué quiere consultar exactamente? ¿De qué quiere hablar Ibarretxe con Zapatero el próximo día 16? Si los vascos quieren la independencia, que se hable de ello. Si los vascos quieren más competencias, que se hable de ello. Si los vascos quieren una reforma política, que se hable de ello. Pero que se hable de lo que quieren todos los vascos y que el lehendakari ponga cuestiones concretas sobre la mesa.

Si algo no me gustaba del Plan Ibarretxe y de que ahora ponga fecha para la consulta es la forma. Ibarretxe es lehendakari gracias a la Constitución y al Estatuto de Gernika. Ambos textos incluyen fórmulas para su modificación. Pero el lehendakari insiste en saltárselas a la torera. Si quiere una reforma, ésta debe partir del Parlamento vasco. Sin un acuerdo entre los vascos (entre todos los vascos), no hay nada que consultar a la ciudadanía o que dialogar con el Gobierno de España. Pero Ibarretxe no atiende a esos pasos. Quiere ir directamente a la consulta sin saber qué va a consultar. Ni siquiera me muestro en contra de que se produzca ese referéndum, que la discusión sobre las implicaciones legales sería otra muy distinta, pero es que hay que tener algo que consultar e Ibarretxe hoy no lo tiene. O por lo menos no lo dice abiertamente.

Creo, además, que el lehendakari está cometiendo graves errores estratégicos. Primero, porque está desaprovechando la presencia en Moncloa del mejor Gobierno posible para sus intereses. Mareando tanto esta perdiz lo que en realidad está haciendo es dar argumentos al PP para arremeter contra Zapatero. Ibarretxe no va a encontrar un presidente del Gobierno más propenso a hablar de estos temas. No creo que al PNV, al nacionalismo vasco y a Ibarretxe les interese un Gobierno del PP. Ya han pasado aquellos años en que Arzalluz manifestaba que en quince minutos con Aznar había conseguido más que en quince años con los socialistas. Sí, si el PP necesita el apoyo del PNV para alcanzar la Presidencia del Gobierno les prometerá cuatro migajas más, alguna competencia, un dinerito extra para callarles la boca y lograr su respaldo, pero nada más. Con el PP nunca se hablara de lo que Ibarretxe quiere hablar.

Y segundo, porque genera división. Nuestros representantes no quieren darse cuenta de esto, pero los proyectos políticos que se construyen en el aire, generan división y enfrentamientos, no ya entre partidos políticos, que a la larga importa poco, sino entre la gente. Yo vivo en Madrid y viajo bastante a Euskadi. No estoy del todo seguro que pueda decir abiertamente en todos los sitios el lugar del que provengo. Y viceversa, no estoy del todo convencido de que sea seguro para un vasco decir que lo es en algunos sitios de Madrid. Lo mismo pasa ya en Cataluña, lo mismo pasa ya con los monárquicos y antimonárquicos y seguirá pasando con otras muchas cuestiones. Se pierde libertad cada vez que un político actúa de forma irresponsable.

Ibarretxe no ha sabido o no ha querido (y eso sería lo más preocupante) medir las consecuencias de todo esto. Si empezara como tiene que empezar, con una ponencia en el Parlamento vasco, nadie podría quejarse como lo está haciendo ahora. Podría expresas sus diferencias ideológicas y políticas, pero no hablar como se habla de rupturas de la Constitución o de desafíos a la democracia. Si la consulta fuera el medio y no el fin, sería legalmente irreprochable. Pero, con el planteamiento de Ibarretxe, lo que se genera es un encontranazo entre instituciones, si se quiere incluso entre pueblos, que sólo va a deparar problemas. Lo decía incluso el alcalde de Bilbao, el peneuvista Iñaki Azkuna, en unas declaraciones que, unidas a la marcha de Josu Jon Imaz de la presidencia del PNV, evidencian que el camino marcado por el lehendakari ni siquiera lo comparte todo el partido.

En estos siete años de polémica (algo artifical e interesada, diría yo), sólo ha habido un movimiento sensato. El que hizo Zapatero cuando el Plan Ibarretxe llegó al Congreso de los Diputados. Ese plan nació con la severa tara de contar con la oposición de un amplísimo porcentaje del Parlamento vasco (y por consiguiente, aunque algunos lo quieran ignorar y se aroguen la representatividad absoluta, de la ciudadanía vasca que vota a esos partidos). Y Zapatero, con absoluta tranquilidad y desde la tribuna de oradores del Congreso, rechazó el plan e instó a Ibarretxe a proponer una reforma por los cauces legales. Esa reforma sí se estudiará en las Cortes, como se han estudiado otras como la del Estatuto catalán.

Queda como poco un año más de problemas, división, enfrentamientos y odio. Ojalá sólo fuera un año más, pero hay pocas esperanzas de que los políticos (y no estoy apuntando en una sola dirección) se paren a pensar en el daño que hacen con algunos de sus movimientos.