jueves, diciembre 21, 2006

La mala educación

Hoy he ido al cine. Cada vez que voy, me arrepiento. Y no, no tiene nada que ver con la película escogida, que en esta ocasión me ha hecho pasar un muy buen rato. Me refiero al enfado que me provocan siempre los maleducados que pueblan esta país. Primero está la gente que llega tarde a la sesión que me hace preguntarme para qué demonios se gastan cinco euros (no está mal la broma y eso que era precio reducido, que hoy era el día del espectador en el cine al que he ido). Y cuando entran no penséis que se agachan para no molestar a los demás, no... Más bien al contrario, ellos llegan tranquilamente, se piensan si han encontrado su butaca, se quitan con toda la tranquilidad necesaria su ropa de abrigo y después, sólo después de hacer todo eso, se sientan... ¿Por qué los cines no cierran sus puertas una vez comenzada la sesión como se hace en los teatros?
Luego están los chavales sin ningún ápice de educación ni respeto que se han pasado la película hablando, gritando y tirando no sé muy bien qué por los pasillos haciendo muchísimo ruido (y no una vez, sino dos...). Esos mismos chavales han abandonado la sala pisando todos los asientos que han podido. Tendrá gracia, pero yo no se la he pillado... En el fondo me siento un privilegiado, porque no ha sonado ningún móvil en la sala durante la película...
Llevo mucho tiempo convencido de que se la educación se ha perdido por completo, y se ve de una forma mucho más acusada en los chavales, en la gente joven, que hace cosas que a mí ni se me hubieran pasado por la cabeza con su edad. No quiero ni pensar en cómo me habrían abroncado y castigado si a mí se me ocurre pisar un asiento en un cine para pasar por encima... Ya he perdido la esperanza de que la gente sea civilizada en el cine, que entre en una sala sólo (con todo lo maravilloso que eso es) para ver una película. Y cada vez que voy al cine, me arrepiento. Pero es que me gusta tanto, que cuando salgo ya estoy pensando en la próxima vez que voy a ir. Seré masoquista...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues menos mal que no se te ha ocurrido afearles su conducta, porque aparte de los insultos que te habrían dedicado, quizás habrías tenido la "suerte" de escuchar a algún otro adulto llamándote fascista por coartar la libertad de las nuevas generaciones.

Algunos estamos hartos de escuchar que a los nuevos cachorros hay que dejarles hacer lo que quieran para que no se "traumen". Aunque sigo pensando que a nosotros nos educaron de otra forma, y yo no me siento nada "traumado".

Yo, por mi parte, seguiré intentando trasmitir los mismos valores que a mi me legaron y mientras: Paciencia y resignación.

Victoria Cáceres dijo...

Tienes más razón... No soporto la mala educación de la gente y cada vez, como tú bien dices hay más mal criados. Podría ponerte mil ejemplos como los del cine de maleducad@s, cosas que como también apuntas nunca se nos hubiera pasado a nosotr@s por la cabeza.

Hay que ver, vamos para atrás como los cangrejos.

Roi dijo...

Sólo quedan dos sesiones que merecen la pena... la matinal (en los pocos cines que la conservan) y la "golfa" o de madrugada, que es mi favorita: una sala de cine practicamente para ti solo, a cambio de dormir un poco más al día siguiente.

De todas formas lo que a mi más me molesta del cine son los 7 euros de media que cuesta ya... en cuanto tenga casa con salón enorme y un buen retroproyector no volveré al cine (hablamos del año 2045 más o menos....)